El mercado bursátil chino, que se había estabilizado tras el bombardeo de medidas que tomaron las autoridades del gigante asiático para detener la masacre de las bolsas locales, retomó hoy el protagonismo. El Shangai Composite se desplomó un 8.5%, lo que significa la peor caída en un día en ocho años. El derrumbe se debió al miedo que existe con respecto a la economía china, una economía habitada por burbujas y que pueden estallar en cualquier momento debido a su excesiva dependencia del crédito y su alto nivel de apalancamiento en un momento en el que su crecimiento pierde dinamismo y la Fed amenaza con subir tasas.
Así las cosas, y pese a las múltiples prohibiciones que han levantado las autoridades chinas en estos días, y que ya hemos comentado aquí y aquí, el Shangaio Composite se volvió a despeñar y arrastró consigo a los mercados globales. Asia cerró anoche con pérdidas, y en ese tránsito le siguió también Europa, los mercados emergentes y Nueva York.
Al cierre de la sesión, el Dow Jones perdía un 0.73% para terminar en los 17,440.59 pts mientras que el Nasdaq se hundía un 0.96% para concluir en los 5,039.78 pts. El S&P’s 500 bajaba un 0.58% y acababa en los 2,067.64 pts. Con esto se encadenan cinco jornadas consecutivas de retrocesos en Wall Street, luego de que el lunes de la semana pasada el Nasdaq concluyera en un nuevo máximo histórico y el S&P’s 500 rozándolo con la punta de los dedos. Esta racha de cinco días de pérdidas es la peor desde enero.
En estos cinco días, el Dow Jones se ha hundido un 3.6% al pasar de los 18.100.41 pts el lunes pasado a los 17,440.59 pts al cierre de hoy, un mínimo desde el pasado 2 de febrero. En medio se juntaron varios malos reportes corporativos de algunas “blue chips” como Apple (NASDAQ:AAPL), Microsoft (NASDAQ:MSFT), IBM (NYSE:IBM), 3M, United Technologies (NYSE:UTX) o Verizon (NYSE:VZ). En esos mismos cinco días, el S&P’s 500 se ha dejado un 2.8% y el Nasdaq un 3.4%.
En Europa, el panorama también fue muy feo. El Cac-40 de París perdió un 2.6%, el Dax de Fráncfort un 2.6%, el Ibex-35 de Madrid un 1.5% y la bolsa de Milán un 3.0%. Fuera de la uerozona, el Ftse-100 de Londres retrocedió un 1.1%.
En Asia, además del derrumbe del Shangai Composite (-8.5%), cayeron con fuerza el Hang Seng de Hong Kong (-4.0%) y el Nikkei de Tokio (-1.0%).
En medio de la masacre, el mercado intuyó que la Fed tendrá muy difícil subir tasas este año. Posiblemente cualquier incremento se traduzca en turbulencias a lo largo y ancho del mundo, por lo que la Fed se lo tendrá que pensar varias veces antes de dar tan delicado paso. Así lo descontó el mercado: las tasas de los bonos del Tesoro se redujeron y el euro se apreció contra la divisa americana. La tasa de 10 años se redujo en 4 pbs a 2.22% mientras que el euro llegó a recuperar, en las cotizaciones intradía, los 1.11 dólares por euro y cerró con una apreciación del 1.0%, en 1.109 dólares.
La Fed inicia una reunión de dos días mañana, que terminará el miércoles con el anuncio de política monetaria. Los economistas asignan una probabilidad de 50% a una subida de tasas por parte de la Fed en septiembre.
Entre tanto, el precio del crudo tuvo otro mal día ante la evidencia de que la elevada producción global junto con la menor demanda de China mantendrá al mercado energético con sobreoferta de crudo. El Brent volvió a entrar en mercado “bear” o bajista luego de caer más de un 20% respecto a su reciente máximo. El índice de materias primas de Bloomber bajó un 1.2% y está en mínimos de 13 años.