Se mantiene un ambiente de tensa calma en los inversionistas mundiales a la espera de los avances en materia comercial. Por el momento la incertidumbre proviene desde la producción industrial de China que se desaceleró más de lo esperado en octubre, en gran medida por la debilidad de la demanda mundial, la interna, pero lo más preocupante es el declive de los productos demandados por EE.UU.
A pesar de lo anterior y de la inestabilidad comercial que se respira, los selectivos de EE.UU. (principal socio comercial de China) gozan de buena salud al subir más de un 23% a máximos históricos. Ayer Jerome Powell presidente de la Reserva Federal, incluso reforzó esta idea al señalar ante el Congreso que la economía de su país probablemente verá una "expansión sostenida” y que las tasas de interés negativas buscadas por Donald Trump no son apropiadas para una economía con un mercado laboral fuerte y una inflación constante.
Por su parte, el Shanghai que ha logrado avanzar más de un 17% durante 2019, está muy por debajo del retorno del SP500.
![Sp500 vs Shanghai Sp500 vs Shanghai](https://5cc96e97cce360cf723f-4290b9597ac6fa19defc76b714dcae36.ssl.cf1.rackcdn.com/content/127d95826f4ebd05d9eb00dcbb25844a.jpg)
La divergencia entre estos indicadores sería el pánico que provoca en los agentes económicos que la pérdida de dinamismo en el sector industrial chino termine por perjudicar a otros sectores vitales de la economía como en el sector minorista que, según el último reporte, el avance en las ventas ha sido el más bajo en 16 años, mientras que la inversión en activos fijos fue la más débil de la historia.
Al parecer, el desgaste de la guerra comercial ha provocado más perjuicios en la economía china que en la de EE.UU.
Mi tesis se basa en el resultado de los indicadores económicos, pero también en factores emocionales de consumo.
EE.UU. no sólo produce bienes y servicios de alto valor agregado, ellos también incorporan intrínsecamente un valor implícito que muchas veces representa excelente calidad de servicio, una experiencia diferenciadora y por qué no decirlo, estatus social. En cambio, el producto chino, que en general es una copia bien elaborada del americano, sería considerado más bien un commodity.
Entonces, un alza en los costos en los productos elaborados por EE.UU. y China, como resultado de las tarifas impuestas, está presionando los precios de estas mercancías en ambas economías, la diferencia está en que el alza de precios a productos americanos puestos en China, en su mayoría, está siendo absorbido por el consumidor.
Esto se refleja en una importante subida de la inflación en China que ya alcanza 3,8%.
![Inflación en China Inflación en China](https://5cc96e97cce360cf723f-4290b9597ac6fa19defc76b714dcae36.ssl.cf1.rackcdn.com/content/f2ed626f2b9e716ad6381e638525e194.jpg)
Por el contrario, un alza en los costos de los productos chinos enviados a EE.UU., no podrían traspasarse a precios, porque verían una importante reducción en sus ventas.
Este y otros factores expuestos en artículos anteriores sustentan mis buenas perspectivas de largo plazo sobre el futuro del SP500. Sin embargo quiero recordar mi vértigo a las alturas.
Ante la inestabilidad del acuerdo comercial y posibles nuevos ataques de Donald Trump a la Fed por descartar los tipos negativos podríamos ver en el corto/mediano plazo al indicador americano con una importante corrección, ojalá hacia niveles cercanos a 2.950 puntos.
Saludos,
Felipe Posada
Seedstox