Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, Managing Editor en 60 Second Investor.
El dólar estadounidense subía con fuerza el martes con respecto a las demás monedas principales, mientras el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense aumentaba y las acciones se desplomaban. Hay varios factores que alejan a los inversores de los activos de riesgo, así que los traders de divisas deberían tener cuidado ante la posibilidad de que la aversión al riesgo se intensifique en los próximos días. Desde la subida de los precios de las materias primas, la perspectiva de un ajuste de la política monetaria, el riesgo de un cierre del Gobierno estadounidense e incluso un impago, hay muchas razones para estar preocupados. El coste del gas natural se está disparando y la subida se está trasladando al petróleo. En los últimos dos días, los precios del gas natural han subido más de un 10% y, en el último año, han subido un 180%. De cara a los meses más fríos del otoño y el invierno, los hogares se verán afectados por facturas de calefacción significativamente más caras. La crisis energética es tan grave que, en países como el Reino Unido y China, se han producido cortes de electricidad forzosos y cierres de fábricas. En algunas provincias chinas se han apagado hasta los semáforos.
Además de tener un impacto directo en los bolsillos, la subida de los precios del gas natural y del petróleo es también un problema para la inflación. En sus declaraciones de este jueves, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, admitió que "es justo decir que" la inflación es más generalizada, más estructural y más preocupante que a principios de año. Más concretamente, dijo que los problemas de la cadena de suministro, como la escasez de chips, "no sólo no han mejorado, sino que han empeorado". Una inflación más fuerte aumenta la necesidad de reducir el carácter acomodaticio de la política monetaria, lo que es positivo para los tipos y negativo para las acciones y las divisas asociadas al riesgo. Teniendo en cuenta que nadie espera que ni la crisis energética ni los problemas de la cadena de suministro se resuelvan rápidamente, la aversión al riesgo podría intensificarse, lo que provocaría una demanda de dólar estadounidense, yen japonés y franco suizo. Algunos cruces con yen han descendido este jueves y es probable que otros sigan su estela.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha advertido de que el Gobierno no podrá hacer frente a todos sus pagos si no se eleva el techo de la deuda antes del 18 de octubre. Empresas como JPMorgan (NYSE:JPM) han dicho que han empezado a prepararse para un posible impago del crédito estadounidense. Aunque es muy improbable, si Estados Unidos incumple algún pago, las consecuencias para los mercados serían breves pero importantes. Las acciones y las divisas caerían con fuerza. La financiación actual del Gobierno expira el 1 de octubre y los legisladores se apresuran a aprobar una legislación que evite un cierre de Gobierno parcial. Esta semana están pasando muchas cosas en Washington y la batalla en el Capitolio está perjudicando más que impulsar el interés por los activos de riesgo. La confianza de los consumidores se debilitó en septiembre y, dados los últimos acontecimientos, esperamos más deterioro este mes.
Sin informes económicos relevantes en la agenda de este viernes, las acciones y los bonos del Tesoro impulsarán los flujos de divisas. El Banco de Inglaterra y el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda podrían ser dos de los bancos centrales menos moderados, pero sus divisas han sido las más afectadas por la aversión al riesgo. El Reino Unido está lidiando con su propia crisis de la gasolina, agravada por la escasez de conductores. El euro sigue siendo la moneda más resistente, ya que sólo ha experimentado pérdidas discretas debido a su bajo rendimiento. La aversión al riesgo suele ser negativa para el USD/JPY, pero el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, que registra su nivel más alto desde junio, están influyendo más en los flujos del dólar.