La Reserva Federal de Estados Unidos no termina de considerar que la inflación esté bajo control. En la reunión de política monetaria de la Fed de la semana pasada, se reconoció el hecho de que la inflación sigue siendo demasiado alta, no está del todo garantizado que siga avanzando en su reducción a tasa anual y el camino hacia adelante es incierto.
El próximo reporte de inflación al consumidor de EUA de abril se dará a conocer esta semana, el jueves 15 de mayo.
La Reserva Federal avanzó significativamente el año pasado en la reducción de la inflación para acercarla a su objetivo del 2%, después de que se disparara a máximos de 40 años en 2022. Pero el progreso se ha estancado en el arranque de 2024, e incluso amenaza con retroceder, lo que ha llevado a varios responsables del banco central a restar importancia a cuándo podrían comenzar los recortes de tasas de interés.
En marzo pasado, la mayoría de los miembros del comité de política monetaria de la Fed anticipaban tres rebajas de las tasas de interés de 0.25 puntos hasta fin de año. Ello implicaba que las tasas comenzarían a bajar en junio. Pero la persistente inflación ha dado al traste con esas estimaciones y la posibilidad de rebajas se han retrasado. Las apuestas se han pasado a septiembre y más allá.
En la reunión de comienzos de mayo, Powell no se comprometió a decir si el comité de política monetaria ajustaba esta expectativa. Se limitó a reiterar que necesitan más confianza para confirmar que la inflación converge a la meta ya que las últimas lecturas sobre la inflación se han situado por encima de las expectativas. Es probable que conseguir esa mayor confianza lleve más tiempo del previsto, lo que en la práctica permite descartar un recorte tanto en la próxima reunión de junio como en la de julio.
Así, el banco central estadounidense se tomará tiempo para evaluar la trayectoria de la inflación y asegurarse de que vuelve de forma sostenible a su objetivo del 2%. En consecuencia, el comité mantendrá su postura restrictiva durante más tiempo de lo que se pensaba, aunque por el momento descartando una decisión de línea dura (alza de tasas)
En este momento, dada la fortaleza del mercado laboral (aunque comienza a mostrar ciertas señales de enfriamiento) y el progreso de la inflación, es apropiado dar más tiempo a la política restrictiva para que funcione.
De acuerdo con la Fed, la política monetaria es restrictiva ahora y, con el tiempo, lo suficientemente restrictiva como para que la inflación vuelva al objetivo. Los datos serán la clave para saber cuándo se producirán los recortes.
La autoridad monetaria estadounidense sigue apuntando a un aterrizaje suave, diciendo que los riesgos para alcanzar los objetivos de empleo e inflación se han movido hacia un mejor equilibrio en el último año.
Existe la posibilidad de que la inflación se modere a tasa anual en este reporte de abril. La expectativa es que la tasa general baje una décima a 3.4% y la subyacente retroceda dos décimas a 3.6%. Aunque algunos operadores pudieran reaccionar que el proceso des inflacionario retoma su curso, todavía se requerirá de informe adicionales para confirmarlo.
En caso de que la inflación cumpla con la expectativa o baje un poco más de lo esperado, los mercados financieros podrían reaccionar de forma positiva, incluido el peso mexicano. Por el contrario, si las lecturas superan lo esperado, confirmando lo visto en el primer trimestre de 2024, que la inflación se mantiene resistente, alejada del objetivo del 2% de la Fed, los precios de los activos se girarán a la baja.