La francesa Carrefour (PA:CARR), la alemana Lidl y la portuguesa Sonae (LS:YSO) están planteándose seriamente la posibilidad de comprar la compañía DIA (MC:DIDA) y lanzar una contraopa a la oferta presentada por Fridman (0,67 euros por acción).
Pero no olvidemos que DIA capitaliza en bolsa 400 millones de euros, lo que significa que el futuro comprador tendría que pagar esa cantidad más 900 millones de euros en bonos que tiene emitida la compañía. Es decir, un total de 1.300 millones de euros.
La idea a tener en cuenta es que los inversores esperan que LetterOne suba el precio de la OPA si quiere conseguir que el 70% del capital que no controla acuda a la OPA.
Mientras, los hedge funds están poco a poco haciéndose con acciones de pequeños accionistas para luego reclamar un mayor precio de OPA (se habla entorno a 0,80 euros por acción).
Los accionistas han de elegir entre vender a 0,67 euros, seguir en la compañía o esperar a que llegue otra oferta mejor y mejore el precio de 0,67 euros. Y es que es una lástima para los accionistas, porque lo justo era una OPA a 3,73 euros.
DIA llegó a subir a 0,70 euros tras conocerse la OPA, lo que significa que los inversores tienen la esperanza de que llegue una OPA mejorada, pero nada del otro mundo respecto al precio de la actual de 0,67 euros.
¿Mi opinión? Esperar y no acudir a la OPA, ya que el precio es irrisorio y el único que gana es Fridman que se haría con la empresa a un precio de ganga. Otra cosa son los inversores que estuviesen dispuestos a acudir a la OPA por 0,67 euros y quitarse de preocupaciones, en cuyo caso deberían de vender sus acciones si superan ese precio. El resto de inversores que tienen acciones por encima de 0,67 euros es mejor que no acudan a la opa.