Es comprensible que los inversores estén sensibles ante la actual incertidumbre en torno a, prácticamente, todo. Así que un breve párrafo en las actas de la reunión de política monetaria del Banco de Inglaterra ha tomado desprevenidos a los mercados.
El banco central del Reino Unido planteaba la posibilidad de unas tasas de interés negativas después de que los funcionarios despreciaran la idea durante meses.
Según las actas, el Comité de Política Monetaria: "... Se había informado sobre los planes del Banco de Inglaterra de explorar cómo se podría aplicar eficazmente una tasa bancaria negativa, en caso de que las perspectivas de inflación y producción lo justificaran".
Mientras el Reino Unido se prepara para reimponer algunas restricciones contra el COVID-19 y debate un retorno al confinamiento, parece que las circunstancias podrían justificar unas tasas de interés negativas si el banco quiere relajar aún más la política monetaria apartándose de su tasa de referencia actual del 0.1%.
La sorpresa del Banco de Inglaterra sigue la estela de la Fed
La libra pierde posiciones ante las declaraciones del banco y el rendimiento de los bonos del Estado del Reino Unido desciende mientras los bonos protagonizan un repunte (el rendimiento de los bonos se mueven inversamente a los precios).
El rendimiento de los bonos a 10 años se deja 2 puntos básicos el lunes mientras los participantes del mercado aguardan el discurso programado por el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, este martes, para ver si aclarara la postura del banco sobre las tasas de interés negativas.
El repunte de los bonos del Reino Unido también respalda los precios de los bonos del Estado de la eurozona. El rendimiento de los bonos italianos a 10 años, que había estado por debajo del 1% desde el anuncio de la Fed, descendió aún más, situándose cerca del 0.9% el lunes para después repuntar un par de puntos básicos.
Las encuestas a pie de urna han indicado que la alianza centro-izquierda de Italia había mantenido la ventaja en su feudo de la Toscana, ya que las encuestas de opinión antes de la votación regional el domingo y el lunes concluyeron que el resultado de las elecciones está demasiado ajustado para hacer vaticinios. La pérdida de la región del corazón del país podría haber desestabilizado el gobierno de coalición del Partido Democrático y el Movimiento Cinco Estrellas en Roma.
La sorpresa del Banco de Inglaterra del jueves se produjo después de que la Reserva Federal de Estados Unidos cumpliera el miércoles su promesa de mantener bajas las tasas, extendiendo su horizonte temporal a 2023 con la previsión de que las tasas de referencia se mantendrían en casi cero hasta finales de ese año.
El rendimiento de los bonos del Tesoro repuntó mientras los inversores asimilaban estas previsiones, tratando de equilibrar una carta blanca para buscar valores de más riesgo con la visión inherentemente pesimista detrás de esa previsión.
El lunes, las preocupaciones en torno a la pandemia parecían ganar fuerza, y los bonos del Tesoro a 10 años descendieron 3 pb hasta un 0.66% ya que la posibilidad de un nuevo confinamiento en Londres ha llevado a los inversores a optar por el refugio seguro, abandonando las acciones y recurriendo a los bonos del Tesoro.
Las vacilaciones en el Congreso de Estados Unidos sobre un nuevo estímulo fiscal se han visto eclipsadas por el debate sobre un nombramiento en el Tribunal Supremo después de que la jueza Ruth Bader Ginsburg falleciera el viernes tras una larga batalla contra el cáncer.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, tuvo poco que añadir a la ecuación en sus observaciones preparadas de antemano para su comparecencia de este martes ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara en la que declarará sobre la respuesta de la Fed a la pandemia.
Sin embargo, el tiempo lo es todo y la reiteración de su convencimiento de que "una recuperación económica completa es poco probable hasta que la gente tenga claro que es seguro volver a retomar sus actividades" nos recuerda que el momento, claramente, aún no ha llegado.