La primera semana del año podría parecerse mucho a la primera semana de 2021, en la que una acción positiva de la OPEP+ podría poner suelo firme bajo un mercado que no ha salido del todo de la pandemia.
Hace un año, los precios del crudo abrían el mes de enero con el optimismo de que las próximas vacunas contra el COVID-19 derrotarían la pandemia en meses, y restaurarían la demanda de energía hasta registrar máximos prepandemia. La OPEP+, de la que se esperaba un aumento de la producción en función de esas expectativas, redobló en cambio las reducciones, lo que hizo que el mercado subiera aún más.
Un año después, múltiples variantes —como la Delta y la Ómicron— han mantenido viva la pandemia. Sin embargo, los precios del crudo han subido más de un 50% desde sus niveles al comienzo de 2021.
Y la OPEP está dispuesta a apoyar el mercado de nuevo, sólo que esta vez con un aumento de la producción. Su actuación subraya la evolución del espacio energético en el lapso de dos años desde que el crudo estadounidense pasara de una media de 59 dólares por barril en enero de 2020 a -40 dólares a los tres meses de la pandemia; y registrara máximos de siete años por encima de los 85 dólares el pasado mes de octubre antes de consolidarse hasta los niveles actuales de alrededor de 75 dólares.
"Es realmente surrealista que los precios del petróleo suban ante las expectativas de un aumento de la producción de la OPEP, y no de una reducción", dice John Kilduff, socio fundador del fondo energético neoyorquino Again Capital. "Pero hasta ese punto ha alterado realmente la pandemia los fundamentales de este mercado".
La OPEP+ —una alianza de 23 países que agrupa a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderada por Arabia Saudí, y a otros 10 países productores de petróleo dirigidos por Rusia— se reunirá el martes y probablemente dará luz verde a un aumento de la producción de 400.000 barriles diarios en febrero.
Un aumento de la producción será una señal de la confianza de la alianza en la demanda de petróleo de cara a 2022, a pesar de las continuas amenazas de las variantes del COVID-19, como la Delta y la más recientemente descubierta Ómicron, según los analistas.
En una evaluación del mercado previa a la reunión publicada el domingo, el llamado Comité Técnico Conjunto de la OPEP+ dijo que cree que el impacto de la variante Ómicron será leve y de corta duración, ya que el mundo está mejor equipado para gestionar la pandemia.
Previamente, el rey Salman de Arabia Saudí pidió a todos los productores de petróleo el pasado jueves que se ciñeran a las recomendaciones de la alianza y a los límites de producción para garantizar la estabilidad del mercado.
Los precios del crudo abrieron 2022 al alza tras la acción anticipada de la OPEP. El West Texas Intermediate, petróleo de referencia de Estados Unidos, subía 59 centavos, o un 0,8%, hasta 75,80 dólares por barril a las 5:35 horas (CET).
El WTI subió un 55% en el último año, lo que supone su mayor subida desde 2009.
El Brent de Londres, petróleo de referencia mundial, sube 60 centavos, o un 0,8%, hasta 78,38 dólares. El Brent subió un 11% el año pasado, su mayor subida desde 2016.
A pesar del inminente aumento de la producción de la OPEP+, las ganancias del crudo del lunes también se vieron favorecidas por la noticia de que se espera que Libia, uno de los productores de petróleo más importantes de la alianza, reduzca su producción en unos 200.000 barriles al día durante la próxima semana debido a los daños en uno de sus oleoductos.
Los alcistas del oro creen que se repetirá la historia de 2020
En cuanto al oro, los precios del metal precioso podrían mantenerse firmemente por encima del nivel clave de los 1.800 dólares y seguir subiendo a partir de ahí, ya que los inversores buscan formas de contener la inflación. El contrato más activo de futuros del oro Estados Unidos, el de febrero, baja 2,45 dólares, o un 0,1%, hasta 1.826,15 dólares por onza en el Comex de Nueva York.
El oro del Comex cayó un 3,6% el año pasado, lo que supuso su primera caída anual en tres años y el mayor desplome desde 2015.
El oro suele promocionarse como una cobertura contra la inflación, pero ese argumento perdió fuerza el año pasado, ya que los precios del metal precioso cayeron constantemente bajo el peso de las presiones sobre los precios en una economía estadounidense que se recupera agresivamente de la pandemia del coronavirus. El oro cayó a menudo el año pasado a expensas del dólar y de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que subieron impulsados por las expectativas de subidas de tipos por parte de la Reserva Federal para frenar la inflación.
"Es poco probable que la Reserva Federal realice tantas subidas de tipos como cree en el próximo año y, si el empleo vuelve a ralentizarse por cualquier motivo, buscar cobertura en el oro podría volver a ponerse de moda. Y ésa es una de las razones por las que el oro ha vuelto a cerrar 2021 por encima de los 1.800 dólares frente a los mínimos de este año registrados por debajo de 1.700 dólares".
La Fed publicará el miércoles las actas de su reunión de diciembre, en la que estableció una aceleración de sus planes para poner fin a su estímulo de la era de la pandemia. El banco central ha dicho que podría realizar hasta tres subidas de tipos en 2022, pero eso dependerá de que mantenga la inflación en un 2% anual y el desempleo, idealmente, en torno al nivel del 4% que define como "pleno empleo".
La tasa de desempleo de Estados Unidos se disparó hasta registrar máximos históricos del 14,8% en abril de 2020 tras el brote de COVID-19, pero volvió a caer al 4,2% el mes pasado. Pero el índice de precios al consumo de Estados Unidos —indicador de inflación favorito de la Fed—, el índice de precios del gasto en consumo personal subyacente, subió en noviembre a su ritmo más rápido de los últimos 40 años.
Las noticias de subidas de tipos casi siempre son malas para el oro. Pero si la inflación sigue siendo fuerte en 2022, entonces el oro podría alcanzar máximos considerables que vuelvan sobre los pasos de los máximos históricos de 2020 por encima de 2.100 dólares, que, por cierto, se registraron a causa de la preocupación en torno a la inflación. Con eso cuentan los alcistas en el ámbito de los metales preciosos.
Descargo de responsabilidad: Barani Krishnan utiliza una serie de puntos de vista aparte del suyo para aportar diversidad a su análisis de cualquier mercado. En pos de la neutralidad, presenta opiniones contrarias y variables de mercado. No tiene participaciones ni mantiene una posición en las materias primas o valores sobre los que escribe.