El crecimiento del 3.0% en términos anuales del Índice General De Actividad Económica (IGAE) se explica en gran medida por el avance del sector primario. La variación porcentual anual de éste fue de un fuerte 12.8%, mientras que para las actividades secundarias hubo una disminución de 0.1% y las terciarias subieron 4.1% anualmente. Detrás del crecimiento en el sector primario está la aguda desaceleración que hubo en el sector a principios del 2016, por lo que el índice que se encontraba deprimido y su repunte de 12.1 unidades en el valor, trajo consigo un crecimiento que representa el de un 4% mensual en las series desestacionalizadas.
El incremento en el índice general logró darse, a pesar de que en enero hubo varias señales que apuntaban hacia una fuerte desaceleración: la contracción de la confianza al consumidor ha sido la más alta de la historia, de 25.7% en términos anuales, la disminución de las ventas minoristas fue de 1.1% mensual, la caída en producción industrial de 0.3% y su ligera variación de 0.1% mensual y el Indicador Adelantado para el mes se colocó por debajo de su tendencia de largo plazo con una caída de 0.20 puntos respecto al del mes anterior.
Sin embargo, la inflación de los bienes no duraderos durante el primer mes del 2016 ha sido la mayor desde enero de 1999. Si bien, el componente presenta altos índices de volatilidad por su naturaleza, parece ser que la translación de los mayores costos que representó el aumento de las gasolinas y la depreciación cambiaria que recién venía de tocar un máximo histórico, se vio reflejada en los precios finales de consumo y logró compensar las pérdidas, pues la variación anual en las series desestacionalizadas del sector también pudo crecer un 11%.