Hoy en día, el cuidado del medioambiente es prioridad para las personas y los gobiernos. Por eso, las finanzas sustentables tomaron mucho protagonismo en el mundo de las inversiones. Te voy a contar qué implica este concepto y cómo invertir en ellas.
Las finanzas sustentables son aquellas que tienen en cuenta aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) al evaluar y decidir una inversión.
Es decir que no solo se toman los criterios económicos y financieros (tales como la rentabilidad y los costos), sino que también se suman los relacionados con el impacto medioambiental y social de los proyectos. De esta manera, se consideran los beneficios de la comunidad en la que se desenvuelve.
Los criterios ambientales se relacionan con el mantenimiento de la calidad de los ecosistemas naturales y de su biodiversidad, el control de las emisiones de gases contaminantes que impulsan el calentamiento global.
Además, se tiene en cuenta un uso más eficiente de la energía en general y de la explotación de fuentes renovables, el tratamiento de residuos y el cuidado de los suelos, los océanos y la capa de ozono. A este tipo de proyectos se les suele llamar “Finanzas verdes”.
Por otra parte, los criterios sociales se vinculan con el bienestar e intereses de las personas y de las comunidades, incluyendo derechos humanos, estándares laborales, de salud y de seguridad.
Por último, la gobernanza se refiere a la administración y políticas de las inversiones, incluyendo aspectos como la estructura de la dirección de las empresas, la difusión de la información, ética de negocios, controles internos y administración de riesgos, así como la interrelación entre los agentes que intervienen en estos proyectos.
En resumen, las finanzas sustentables se encargan de analizar cómo la inversión y el financiamiento interactúan con cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza durante un período de tiempo específico, sin comprometer los índices de rentabilidad.
A la vez que se enfocan en la inversión con conciencia verde o ecológica, capaz de impactar positivamente en la sostenibilidad ambiental, tampoco dejan de generar utilidades y beneficios ambientales, sociales, de gobernanza y económicos.
¿Por qué son importantes?
Hay diversas opiniones en cuanto al medioambiente. Aunque un factor común es que la economía actual debe ser amigable y perdurable, por eso se necesitan grandes cambios.
Los países desarrollados y organismos multilaterales aportan fondos para financiar estas transformaciones, pero no alcanza con eso. Por eso, la participación del sector financiero privado, a través del mercado de capitales, es fundamental para acelerar buenas prácticas.
¿Cómo invertir?
Los inversores pueden optar por comprar acciones de compañías comprometidas con el medio ambiente o bonos verdes y sociales.
¿Qué son estos bonos verdes y sociales? Los Bonos Verdes, Sociales y Sustentables (“Bonos SVS'') son valores negociables que se destinan a financiar proyectos con beneficios sociales, ambientales o una combinación de ambos (sustentables).
El objetivo buscado de un inversor que considera estas variables es financiar a empresas que tengan criterios éticos, con conciencia social.
Los consumidores cambiaron su proceso de decisión de compra y no tienen en cuenta solamente la marca o el precio. Influyen otros factores, tales como dónde y cómo obtienen la materia prima, si afectan al ecosistema o si causan algún perjuicio en sus trabajadores.
Ante esta nueva realidad, los gobiernos y las empresas tuvieron que cambiar su enfoque. Por esto, las finanzas sostenibles parecen haber llegado para quedarse y seguir revolucionando y mejorando el mundo.