El oro terminó la jornada mostrando un retroceso de 0.59% cotizando en 1,329.57 dólares por onza, ante un mayor apetito por activos riesgosos en los mercados financieros globales. Asimismo, la publicación de indicadores económicos positivos para Estados Unidos ocasionó que las especulaciones en torno a una subida en la tasa de referencia por parte de la Fed aumentaran. Asimismo, los ETF’s o fondos negociable en el mercado respaldados por oro disminuyeron en 0.19% a 1,002.4603 toneladas durante la semana del 15 de julio. Ante esto, los índices accionarios terminaron la sesión con ganancias.
En Europa, los índices accionarios terminaron con resultados mixtos. El DAX de Alemania se mantuvo lateral, cerrando con un retroceso de 0.04%, el IBEX 35 de España bajó 0.08%, mientras que el FTSE MIB de Milán subió 0.08%. En Estados Unidos, tanto el Dow Jones como el S&P 500 cerraron en máximos históricos. El Dow Jones subió 0.09% cerrando en 18,533.05 unidades, mientras que el S&P 500 avanzó 0.24% en 2,166.89 puntos.
Sin embargo, las presiones al alza para el precio del oro continúan latentes, ante cualquier indicio de debilitamiento económico o volatilidad y aversión al riesgo, en los mercados financieros globales.
Por su parte, el cobre cerró la sesión mostrando un incremento de 0.44% y cotizando en 4,922 dólares por tonelada. El retroceso en la aversión al riesgo, así como la perspectiva de mayores estímulos económicos por parte de Japón y la Unión Europea fueron los principales factores para el incremento en el precio del activo. Sin embargo, las presiones a la baja para los metales industriales continúan latentes, debido a los riesgos presentes en el sistema financiero de China.
El maíz y el trigo terminaron la sesión mostrando un incremento de 1.35 y 1.12%, cotizando en 3.57 y 4.29 dólares por bushel respectivamente, ante condiciones climatológicas adversas para el crecimiento del grano a nivel mundial. En Brasil, las heladas en el estado de Paraná podrán dañar el crecimiento del grano, mientras que las altas temperaturas en la región del medio oeste de Estados Unidos incrementaron el riesgo de una mala calidad de los granos.