El hecho de que el petróleo necesite una prima geopolítica más elevada tras el ataque saudí es algo de lo que no cabe ninguna duda. La pregunta es a cuánto debería ascender esa prima.
Los precios del crudo vieron la semana pasada una exageración de los patrones yo-yo de agosto. Después de un repunte de casi un 15% en la primera jornada tras el ataque, el petróleo liquidó una buena parte con el convencimiento de que había suficiente suministro en el mundo, ya que Estados Unidos y otros Gobiernos estaban dispuestos a recurrir a sus reservas. La garantía de Saudi Aramco de que toda la producción perdida sería restaurada en cuestión de semanas también dio a los comerciantes la sensación de que el repunte era exagerado.
Para tranquilidad de los alcistas del petróleo, el Brent se las apañó para registrar su mejor semana desde diciembre, mientras que el WTI registró su mayor subida semanal desde junio, y ambos han subido alrededor del 6% en términos semanales.
Los traders se devanan los sesos para fijar los precios según el riesgo
Al comienzo de esta nueva semana, los traders vuelven a devanarse los sesos para establecer la fijación de precios del petróleo adecuada según el riesgo. Y hay muchas variables que enturbian esa perspectiva.
El Wall Street Journal informó el domingo de que los diplomáticos extranjeros fueron advertidos por militantes hutíes de Yemen de que Irán preparaba otro golpe tras los ataques aéreos de la semana pasada contra la planta de procesamiento de crudo Abqaiq de Arabia Saudí y el yacimiento petrolífero de Khurais. Los rebeldes hutíes reclamaron inicialmente la autoría del ataque del 14 de septiembre pero Estados Unidos culpó a Irán, una acusación que la República Islámica ha negado.
Las afirmaciones hutíes han sido recibidas durante mucho tiempo con escepticismo por parte de los funcionarios occidentales y la última advertencia no pudo verificarse de forma independiente, informó el Journal, citando fuentes familiarizadas con el asunto.
Los hutíes hacen una sospechosa advertencia sobre un ataque inminente por parte de Irán
Que los hutíes, aliados acérrimos de Irán, prefieran alertar al mundo de un ataque así en lugar de llevarlo a cabo es desconcertante. Según el Journal, los rebeldes con sede en Yemen delataron a Teherán porque estaban siendo presionados para participar en el próximo ataque. Eso hace que todo el asunto suene aún más increíble.
A pesar de las afirmaciones de los hutíes, la Administración Trump dijo el viernes que enviaría más tropas así como sistemas mejorados de defensa aérea y antimisiles a Arabia Saudí y a Emiratos Árabes Unidos como precaución. Muchos estrategas militares creen que EAU, un firme aliado saudí, probablemente será el próximo objetivo de un ataque.
Irán, por su parte, mantiene su inocencia y ha prometido una "guerra total" si Estados Unidos o Arabia Saudí lo empujaran a la batalla.
La asamblea de Naciones Unidas vuela alto en el radar del mercado del petróleo
El inicio de unos importantes discursos en la asamblea de Naciones Unidos esta semana contribuye a la incertidumbre del mercado petrolero. Tanto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como el líder iraní Hassan Rouhani, se dirigirán a la asamblea y celebrarán reuniones al margen, de modo que hay posibilidades de más discursos acalorados, sobre la formulación de la política monetaria sobre la marcha y la acumulación de tensiones.
Si sirve de algo, Trump sigue manteniendo la esperanza de una reunión con Rouhani para resolver la situación de las sanciones iraníes que podría desactivar gran parte de la actual crisis en Oriente Próximo. Pero los ayudantes de Rouhani se resisten a una reunión así, ante la preocupación en torno a que su presidente salga con las manos vacías —ganándose la ira del pueblo iraní—, mientras que Trump obtiene las mejores valoraciones por intentarlo. Trump se acerca al año electoral estadounidense 2020, y por eso está haciendo todo lo posible para pulir sus credenciales como negociador.
Todo esto hace que cualquiera se pregunte por la prima geopolítica adecuada para el petróleo.
Primas de riesgo para el WTI; el Brent, relativamente discreto
Dominick Chirichella, director de riesgo y comercio del Energy Management Institute de Nueva York, señaló que a pesar del drama provocado por el ataque saudí, la prima del WTI en términos semanales fue de 3,65 dólares por barril frente a los 4,68 dólares del Brent.
Chirichella dijo:
"A pesar de que Arabia Saudí ha proporcionado todo el suministro a sus clientes, el mercado no está listo para declarar que todo ha vuelto a la normalidad".
"Todas las señales apuntan a Irán como la fuente del ataque, así que a los participantes del mercado les sigue preocupando que puedan tomarse nuevas medidas con la posibilidad de más interrupciones del suministro".
Falta de claridad sobre el suministro de petróleo
Cuál será exactamente la cantidad de suministro que habrá disponible en los próximos meses es un enigma para los traders.
Aramco dice que la mitad de los 5,7 millones de barriles al día de la producción que inicialmente se perdió en Abqaiq se restauró en cuestión de días, y que el equilibrio se recuperará a finales de septiembre. Los analistas de la industria son escépticos al respecto.
Las reparaciones en Abqaiq probablemente tardarán meses en completarse, dijo la Consultora FGE en un informe el 18 de septiembre. La completa restauración de la capacidad hasta alcanzar los niveles anteriores al ataque podría ampliarse hasta finales de año, dijo Rystad Energy, otra consultora.
Es poco probable que Aramco reconozca tales puntos de vista incluso aunque sean correctos, por temor a dañar su próxima venta de acciones. La OPV de Aramco ha estado plagada de problemas desde que fue concebida en 2016, ya que los mercados petroleros persistentemente bajistas y otros desafíos han frustrado los objetivos de valorar a la empresa en máximos históricos de 2.000 millones de dólares. En un fuerte empujón la semana pasada, Aramco nombró a los principales financiadores de su salida a bolsa, indicando su determinación de dejar atrás el ataque del 14 de septiembre.
Aumenta la producción de EE.UU. a pesar de la caída del petróleo de esquisto
Otra cuestión clave para la fijación delos precios del petróleo en función del riesgo es, por supuesto, la actividad perforadora de Estados Unidos.
El pasado viernes, la encuesta semanal de la empresa Baker Hughes sobre el panorama de la actividad de perforación petrolera de Estados Unidos indicó que el número de plataformas activas descendió en 14 hasta situarse en 724, su cota más baja desde mayo de 2017.
A pesar de semejantes caídas de la actividad perforadora, la producción de crudo estadounidense se mantiene en una tendencia alcista general, registrando nuevos máximos semanalmente.
La producción total se sitúa ahora mismo alrededor de un 12,7% por encima de la misma semana de hace un año. El último conjunto de datos semanales de la Administración de Información Energética de Estados Unidos indica una producción de 12,4 millones de barriles al día, un poco por debajo de sus máximos históricos.
Dicho de otra manera: el sector upstream de Estados Unidos tiene un 55% menos de plataformas de perforación, pero está produciendo casi un 40% más de petróleo que durante los máximos de octubre de 2014.
El oro se sienta cómodamente en 1.500 dólares... por ahora
En cuanto al oro, la historia es más o menos igual que la del petróleo pues el metal precioso recuperó su marca de 1.500 dólares después de que los alcistas del mercado fijaran el precio en función del riesgo político del ataque saudí y la posible recesión global si la guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue haciendo de lastre.
A pesar del alcista dólar, el oro sigue siendo el refugio seguro favorito y principal operación macroeconómica para cualquiera a quien le preocupe el desplome del rendimiento de los bonos estadounidenses.
El oro al contado ha subido casi un 18% interanual, mientras que los futuros del oro muestran una ganancia de alrededor del 16% ante los torpes movimientos entrecortados de la semana pasada tras otro discreto recorte de los tipos de un cuarto de punto por parte de la Reserva Federal.
El oro estaba en mejores condiciones el mes pasado, ya que alcanzó sin esfuerzo máximos de seis años y parecía incluso disponerse a adentrarse en el territorio de los 1.600 dólares en un repunte que comenzó en junio.