La debilidad generalizada en las materias primas provocó que el índice Bloomberg desafiara la parte baja del rango en el que se ha movido durante los últimos 14 meses. Este indicador, que cubre el desempeño de los 22 commodities más importantes entre los que figuran los sectores de energía, metales y agricultura, sigue siendo desafiado por las crecientes existencias de crudo, la contracción monetaria / ralentización del crecimiento de China y el desvanecimiento del "Trump trade".
Las ventas en todo el sector energético se extendieron por cuarta semana consecutiva, ya que la producción de los Estados Unidos, Libia y Nigeria continuó reduciendo las esperanzas de que la OPEP (Organización de Países Productores de Petróleo) pueda recortar los inventarios mundiales dentro del plazo esperado.
En tanto, los metales preciosos fueron tomados con la guardia baja por la inclinación en el tono “hawkish” o blando del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), ya que que subió las tasas de interés por cuarta vez desde diciembre de 2015. El oro quedó expuesto, después de una subida récord de tres semanas de la demanda especulativa, en las cuales alcanzó pero no logró romper la zona de 1.300 dólares la onza.
Las materias primas agrícolas sufrieron más, con el azúcar alcanzando un nuevo mínimo de 15 meses después de perder el 30% de su valor en los últimos cuatro meses. La subida del algodón de mediados de mayo continúa desinflándose en respuesta a las expectativas de una mayor producción en la temporada 2017-18. Las excelentes condiciones de crecimiento tanto en la India como en los Estados Unidos provocaron este cambio en el sentimiento.
La temporada de crecimiento en los EE.UU. puede ser muy volátil para los tres principales cultivos: el maíz, el trigo y la soja. Los desarrollos climáticos reciben mucha atención debido a la demanda alterna que una cosecha creciente tiene con respecto a las condiciones del tiempo -calientes, secas, y húmedas-. Las cosechas estadounidenses se recuperaron recientemente tras una fuerte ola de calor que las había golpeado, y ahora cuentan con nuevas previsiones de temperaturas más bajas y lluvia.
Durante las próximas semanas, las condiciones de los cultivos y el posicionamiento de los fondos desempeñarán un papel importante en la evolución de los precios. Cada lunes y hasta el mes de octubre, el Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA) publicará su informe semanal de situación de los cultivos, que mide su salud, clasificando en porcentajes las cosechas que están en condiciones de "buenas" a "excelentes".
Las condiciones actuales de los tres cultivos se mantienen iguales a el año pasado, menos el trigo de primavera que cayó a sólo el 45%, su peor calificación desde 1988. Este acontecimiento fue el principal factor detrás del fuerte desempeño del trigo CBOT de diciembre la semana pasada.
La tabla también muestra las buenas condiciones actuales para el algodón, que ayudaron a desinflar aún más la reciente escalada de precios.
El petróleo volvió a tocar el mínimo de mayo la semana pasada, cuando el aumento de la producción y los inventarios recibieron toda la atención. Esto se produjo después de cuatro semanas de ventas, después de los mejores (pero fallidos) esfuerzos de la OPEP y de los países no miembros de la OPEP para dar soporte a los precios anunciando una extensión de nueve meses más del recorte de producción.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) añadió presión adicional sobre la OPEP; en su pronóstico para 2018, el organismo estadounidense consideró que el crecimiento de la producción de los productores no pertenecientes a la OPEP por si sólos era capaz de satisfacer el crecimiento de la demanda mundial.
Con esto en mente, el mercado está cada vez más preocupado en cuanto a si el cartel petrolero - con el respaldo de Rusia y otros países- se las arreglará para mantenerse unido hasta que los datos duros empiecen a mejorar.
Los riesgos que amenazan a la recuperación del precio del petróleo son abundantes y la batalla entre la oferta, la demanda y los inventarios podría abaratar el precio del crudo aún más de lo esperado para el commodity con anterioridad.
Algunos de los factores condicionantes actuales son:
- El aumento de la producción de Libia y Nigeria, junto con los EE.UU., continúa compensando los esfuerzos de reequilibrio de la OPEP.
- Una escalada de la actual tensión de Qatar pone en riesgo el acuerdo de la OPEP.
- Después de un débil primer semestre, podría estar en riesgo la proyección de crecimiento de la demanda para todo el año.
- Algunos factores clave incluyen la mejora de eficiencia en la industria automotriz junto con las preocupaciones por la demanda, especialmente en los EE.UU. y China.
- El retiro / reducción de los estímulos de los bancos centrales podría conducir a un menor apetito especulativo.
De noviembre a abril, la disminución neta de la producción entre la OPEP (excluyendo a Libia y Nigeria) y los EE.UU. (incluyendo a Libia y Nigeria) fue inferior a los 400.000 barriles diarios. Esto sólo muestra el impacto (hasta el momento) limitado de los recortes de producción actualmente en vigencia hasta marzo de 2018.
Sin embargo, con el crudo una vez más volviendo a precios de mediados de los años 40 el riesgo de destrucción de la oferta comenzará a recibir cierta atención. La producción estadounidense ha aumentado en un promedio de 10.000 barriles diarios semanalmente durante las últimas ocho semanas. Durante las ocho semanas anteriores, el aumento semanal promedio fue superior a los 30.000 b/ d por semana.
El apoyo adicional debería surgir de la menor oferta de la OPEP durante la temporada de alta demanda doméstica.
Los productores de esquisto de los EE.UU. tienen un bajo nivel de cobertura hasta 2018, ya que redujeron las ventas por la expectativa de que el riesgo a la baja sería limitado debido al recorte de producción de la OPEP. El precio del crudo WTI para el próximo año ha caído un 14% desde los máximos observados entre noviembre y marzo.
Un período prolongado de debilidad de los precios afectará finalmente a la capacidad de los productores más débiles si se mantiene el rentable y rápido crecimiento de la producción visto a finales de mayo.
Además, el crudo tipo Brent encontró soporte en el mínimo de mayo, pero en esta etapa, se necesita una recuperación por encima de los 50 dólares por barril para controlar los vendedores cortos. Por debajo de 46,65 dólares, el mercado podría estar apuntando a 44,65 dólares el barril.
Fuente: DIF Marktes
Los inversores y operadores del oro fueron asustados por la inclinación dura o “hawkish” por parte de la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, tras la última subida de tasas de la semana pasada, apenas unas horas después de que nuevos datos macro mostraran debilidad, tanto en el IPC como en las ventas al por menor. Este tono hawkish encontró al mercado con la guardia baja.
El dólar recuperó algunas de las pérdidas reciente, mientras que los rendimientos de los bonos de los EE.UU. a 10 años subieron desde un mínimo de siete meses.
Ahora, los inversores podrían esperar a ver si los datos económicos entrantes justifican la perspectiva alcista de la Fed y la velocidad planificada de subidas de tasas.
Todavía esperamos que el metal dorado rompa las alzas de forma eventual, pero potencialmente no antes de que veamos una corrección mayor en la bolsa. Los inversores con dinero real están comprando oro para diversificarse ante una acontecimiento de este tipo. Sobre esa base, un rendimiento positivo del oro no es el único parámetro para que estos inversores se involucren. La última corrección en mayo desencadenó una mayor demanda física a medida que el oro retrocedía a la zona de 1.220 dólares la onza.
Desde el punto de vista técnico, el oro podría encontrar soporte en los 1,245 dólares la onza, y debería mantenerse por encima de los 1.227 dólares para conservar la tendencia alcista de enero y marcar niveles más elevados.
Fuente: DIF Markets