Este artículo fue escrito en exclusiva para Investing.com
- El Salvador convirtió el Bitcoin en su moneda nacional
- El Bitcoin se desplomó tras el anuncio y El Salvador compró más
- Otros países se están pasando a lo digital, pero no a las criptomonedas
- Las monedas digitales y el blockchain son la evolución de la fintech
- Las criptomonedas quedarán relegadas a un segundo plano frente a las monedas digitales emitidas por los gobiernos por 3 razones
En 2019, 2020 y 2021, las criptomonedas experimentaron repuntes que las impulsaron como una floreciente clase de activos de uso general. Mientras que la mayoría de los participantes del mercado y los gobiernos han adoptado la tecnología blockchain ya que mejora la velocidad de las transacciones, la eficiencia y el mantenimiento de registros, ha sido otra historia para las criptomonedas.
Mientras tanto, el auge de las criptomonedas, liderado por el Bitcoin, ha provocado un frenesí especulativo en los últimos años. La subida de cinco céntimos en 2010 hasta casi 69.000 dólares por token en noviembre de 2021 convirtió una inversión de 100 dólares en una fortuna de 138 millones de dólares para cualquiera que tuviera tokens de Bitcoin. Incluso tras el reciente desplome de precios, los 100 dólares gastados en Bitcoin en 2010 valdría la friolera de 58 millones de dólares. La subida ha hecho que salgan al mercado más de 19.600 criptomonedas, y el número de nuevos participantes aumenta cada día.
El año pasado, El Salvador, un país pobre de América Central con una población de unos 6,5 millones de habitantes, decidió abandonar el dólar estadounidense y convertir el Bitcoin en su moneda nacional. La medida no parece muy inteligente, ya que el Bitcoin está mucho más bajo en 2022 que en 2021.
El Salvador convirtió el Bitcoin en su moneda nacional
En septiembre de 2021, el Bitcoin cotizó en un rango de 39.716,33-52.902,94 dólares. El Salvador compró 400 Bitcoin por 20,9 millones de dólares un día antes de adoptar formalmente la criptomoneda como moneda de curso legal del país. En junio de 2021, El Salvador se convertía en la primera nación en adoptar el Bitcoin como principal medio de cambio. El presidente Nayib Bukele lideró una supermayoría de 62-84 votos en el Congreso salvadoreño para adoptar la criptomoneda líder como moneda de curso legal.
El Bitcoin se desplomó tras el anuncio y El Salvador compró más
En mayo de 2022, el precio de Bitcoin osciló entre 25.919,52 y 38.555,55 dólares por token. El Salvador añadió otros 500 tokens a su balance en el nivel de 31.000 dólares, gastando 15,5 millones de dólares. Las reservas totales del país ascienden ahora a 2.301 Bitcoins. Al nivel de 28.990 dólares el 28 de mayo, el patrimonio neto volátil de El Salvador era de 66.705.990 dólares.
El presidente Nayib Bukele ha hecho una importante apuesta por el futuro del mercado de las criptomonedas. Los innovadores y los líderes tecnológicos coinciden en que el Bitcoin y algunos de los otros más de 19.625 tokens se revalorizarán. Sin embargo, inversores tradicionales como Warren Buffett y Charlie Munger no están de acuerdo, ya que pronostican la posibilidad de que el Bitcoin caiga a cero. El Sr. Buffett cita la falta de utilidad productiva, mientras que el Sr. Munger dice que el Bitcoin es algo "malvado" y "estúpido".
Mientras tanto, el valor del Bitcoin y el patrimonio neto de El Salvador han disminuido desde que el país abrazara a la criptomoneda líder.
Otros países se están pasando a lo digital, pero no a las criptomonedas
En abril de 2022, la República Centroafricana se convirtió en el segundo país en adoptar el Bitcoin como moneda oficial. CoinMarketCap realiza una encuesta sobre qué país será el siguiente en tomar el ejemplo de El Salvador y a la República Centroafricana. A finales de la semana pasada, los principales candidatos eran:
Fuente: CoinMarketCap.com
Mientras que algunos pueden recurrir al Bitcoin, al Ethereum o a otras criptomonedas, el camino más lógico para la mayoría de países es hacia una digitalización de sus monedas actuales. China está desplegando el yuan digital, el e-CNY, y es probable que su banco central sea el primero de una economía importante en lanzar una moneda digital oficial.
Europa y Estados Unidos probablemente le seguirán con euros y dólares digitales. En marzo de 2022, el presidente de estadounidense Joseph Biden firmó una orden ejecutiva para "explorar una moneda digital del banco central de Estados Unidos (CBDC)".
Países de todo el mundo tratarán de mantener su control de la oferta monetaria durante la incorporación de la tecnología blockchain. Es probable que las versiones digitales de los dólares, euros, yuanes, libras y otras monedas fiduciarias lleguen hasta donde los gobiernos estén dispuestos a llegar con la fintech. Seguir os pasos de El Salvador y la República Centroafricana no parece estar en el horizonte de las principales economías del mundo.
Las monedas digitales y el blockchain son la evolución de la fintech
La tecnología blockchain es la pieza central de la fintech. Es un poco como el dilema del huevo y la gallina: no se sabe si fueron primero las criptomonedas o el blockchain, pero las criptomonedas son la respuesta del blockchain a los medios de intercambio. Los gobiernos han tardado en poner en marcha sus monedas digitales, ya que todo lo que implica la tecnología va a paso de tortuga en lo que a legisladores y funcionarios se refiere.
China, la segunda economía mundial, ha asumido el liderazgo con el e-CNY. Estados Unidos y Europa le seguirán, pero el proceso podría llevar años, si no décadas.
Las criptomonedas quedarán relegadas a un segundo plano frente a las monedas digitales emitidas por los gobiernos por 3 razones
3 factores deberían hacer que las monedas digitales emitidas y patrocinadas por los gobiernos releguen a las criptomonedas a un segundo plano en los próximos años:
El control de la oferta monetaria es una raíz del poder gubernamental. Contraer o ampliar la oferta de moneda de curso legal es una herramienta a la que los gobiernos no se rendirán sin una batalla épica.
Los problemas de custodia y seguridad que rodean a las criptomonedas siguen siendo factores importantes que impiden una aceptación más generalizada. El hackeo, el ransomware y otros factores nefastos representan un peligro claro y presente para los mercados de criptomonedas, principalmente no regulados. Las monedas digitales emitidas y controladas por los gobiernos deberían abordar y prevenir estos problemas.
Los reguladores mundiales no han acogido plenamente un mercado activo de préstamos y empréstitos para las criptomonedas físicas. El establecimiento de tipos de interés es fundamental para desarrollar los mercados a plazo, y las curvas de los tipos de interés son el siguiente paso necesario hacia la evolución de las criptomonedas. Las monedas digitales emitidas por el gobierno ofrecerán aquellas curvas de tipos de interés que faciliten su aceptación como medio de intercambio mayoritario y preferido.
Las criptomonedas reflejan una ideología libertaria, quitando el control de la oferta monetaria a los gobiernos y devolviéndolo a los individuos. El valor de las criptomonedas va en función de la oferta y demanda en el mercado sin ninguna interferencia del gobierno. Aunque El Salvador y la República Centroafricana han adoptado el Bitcoin como moneda nacional, la única influencia que pueden ejercer es la compra o venta de la criptomoneda junto con el resto del mercado.
Mientras tanto, el frenesí especulativo que llevó a máximos al Bitcoin y a las otras más de 19.600 criptomonedas en 2021 y que impulsó la capitalización de mercado de la clase de activos a más de 3 billones de dólares, se ha enfriado al bajar los precios. Deberíamos esperar mucha volatilidad en esta clase de activos en los próximos meses y años, ya que la batalla entre lo digital y las criptomonedas va para largo.
Debido a su utilidad en el campo del fintech, el blockchain seguirá prosperando. Asimismo, es probable que el Bitcoin y las principales criptomonedas sobrevivan, pero su papel dependerá del éxito de los gobiernos con sus ofertas de divisas digitales.
Cuando invierta en criptomonedas, esté preparado siempre para mucha variación de precios y gaste sólo el capital que esté dispuesto a perder. La posibilidad de obtener grandes recompensas conlleva mucho riesgo en cualquier mercado, y las volátiles criptomonedas no son una excepción.