Hoy me ha preguntado el primo de mi vecino (no va con segunda intención…), si había que tratar de buscar continuamente la perfección en cualquier cosa que hiciéramos, o incluso en cualquier operación que metiéramos en el mercado.
A menudo, en la vida y en el trading, tendemos a retrasar una y otra vez el “lanzarnos” o el comenzar a realizar una determinada actividad, un nuevo proyecto o una nueva tarea, porque caemos en un exceso de perfeccionismo y nunca nada nos parece que esté del todo correcto o del todo completo.
Recuerdo el caso de una persona que estaba pendiente de abrir un negocio “físico”, y que posponía una y otra vez la apertura del mismo, porque siempre decía que aún le faltaba “algo”, o un detalle, o no le gustaba cómo había quedado la decoración, o no se decidía sobre qué empleados contratar o no terminaba de escoger sus proveedores, porque aparentemente ninguno le convencía…
Tardó tanto tiempo en iniciarlo, que antes de que fuera la inauguración de su tienda, ya habían abierto en su ciudad otras dos de temática parecida, con lo que evidentemente, se posicionaron antes que la suya, y todavía se lamenta de no haber sido él el pionero en ese sector.
Por supuesto que no se trata ni se trataba de “salir al aire” sin un mínimo plan de viabilidad, pero tampoco se trata de postergar una y otra vez la ejecución de una idea, porque estemos retocándola o modificándola continuamente.
Y en el trading y en la operativa en los mercados financieros y en la bolsa, también ocurre lo mismo.No se trata de intentar comenzar a operar sin un plan de trading, sin haber aprendido, estudiado o sin habernos formado, determinado y escogido una forma de operar, unas reglas de entrada y salida al mercado o unos parámetros concretos que nos ayuden en la toma de nuestras decisiones.
Es preciso elaborar toda esa “hoja de ruta” antes de decidirnos a emprender nuestro camino en el trading, por supuesto y saber adónde queremos llegar.
Pero no podemos estar todo el tiempo ni “procrastinando” (retrasando una y otra vez el comenzar a operar, o el pasar a la práctica primero y luego a la realidad nuestro plan), ni modificándolo una y otra vez, porque cambiemos continuamente de modo de operar, o de mercado, o de indicadores, o de reglas. Insistimos en la necesidad de entender al trading como algo serio, igual que cualquier otro negocio, y también aquí ocurre que siempre será mejor “hecho” que “perfecto”.
Las posibilidades son infinitas, pero tenderemos que escoger: si queremos operar a favor de la tendencia (que en nuestra opinión, sería lo recomendable), en contra de ésta, siguiendo al precio, con análisis técnico, fundamental, aprendiendo por nuestra cuenta, de modo autodidacta o dejándonos asesorar al menos en nuestros inicios, escoger también qué tipo de mercado o mercados vamos a operar (índices, divisas, materias primas, acciones…), qué indicadores vamos a escoger (incluso si necesitamos alguno “personalizado”), si vamos a emplear CFD´s (que también es nuestra elección), o futuros o títulos al contado, qué horario vamos a tener, de qué medios disponemos (temporales y económicos).
Es preciso elaborar toda esa “hoja de ruta” antes de decidirnos a emprender nuestro camino en el trading, por supuesto y saber adónde queremos llegar…
Pero no podemos estar todo el tiempo ni “procrastinando” (retrasando una y otra vez el comenzar a operar, o el pasar a la práctica primero y luego a la realidad nuestro plan), ni modificándolo una y otra vez, porque cambiemos continuamente de modo de operar, o de mercado, o de indicadores, o de reglas.
Insistimos en la necesidad de entender al trading como algo serio, igual que cualquier otro negocio, y también aquí ocurre que siempre será mejor “hecho” que “perfecto”.
La única manera de comprobar si nuestro sistema, nuestro modo de operar va a funcionar es aplicándolo. Haciendo muchas operaciones con el mismo (también siempre solemos recomendar en nuestro vídeo curso y en nuestro nuevo libro, que primero en simulado, el mínimo tiempo preciso para conocerlo “de memoria”, y después, ya en real, pero con la menor cantidad de contratos posible, de tal modo que nuestro aprendizaje, aunque resultara fallido, no nos costará nunca caro…).
Tras todas esas operaciones, ya podremos tener una idea cierta de la eficacia o no de nuestro plan, de si es viable y rentable, de si hay cosas que se pueden pulir o modificar... e incluso de nuestro propio comportamiento respecto al mismo, y sabremos tanto lo que se puede mejorar y corregir, como los fallos o imperfecciones que habría que corregir.
Pero para dominar una técnica (de trading o de lo que sea), es necesario repetirla una y otra vez, asimilarla, implementarla.
No son solamente conocimientos, sino experimentación y aplicación de los mismos. Tener actitud, voluntad y motivación, por supuesto, pero también adquirir la aptitud precisa, y después, importa más que lo que sepamos, lo que nos obliguemos a hacer y ejecutar con eso que sabemos.
Lo perfecto nunca va a existir. La práctica te mejorará. Algo “hecho” una y otra vez será mucho mejor que algo presuntamente “perfecto” pero nunca realizado ni llevado a cabo.