Las acciones de Exxon Mobil (NYSE:XOM) han estado bajo presión desde principios de este año. A pesar de que los precios del petróleo operan en un rango más alto este 2018, los inversores han dado la espalda al mayor productor de petróleo del mundo tras no cumplir sus previsiones de resultados trimestrales.
Al cierre del viernes, las acciones de Exxon estaban en 75,55 USD, lo que supone un descenso de en torno a un 10% en 2018, revirtiendo todos los avances logrados durante los últimos doce meses. ¿Es este descenso, que impulsado la rentabilidad por dividendo de la compañía hasta situarla por encima del 4%, una oportunidad de compra para los inversores en renta a largo plazo?
A pesar de un revés temporal, creo que Exxon Mobil no ha perdido su lustre, y los inversores deberían centrarse en el valor a largo plazo generado por la gran transformación de la compañía, tras la última crisis del petróleo.
Operaciones diversificadas
El principal punto fuerte del modelo de negocio de Exxon Mobil reside en su diversificación. La compañía opera una de las mayores refinerías integradas del mundo, comercializa productos derivados del petróleo y fabrica también productos químicos. En otras palabras, la fuente de ingresos de Exxon no depende sólo del petróleo crudo.
Esta diversificación proporciona un equilibrio saludable, mejorado la capacidad de la empresa para seguir generando flujos de efectivo cuando los precios del petróleo y el gas entran en una recesión cíclica.
El descenso de los precios de las materias primas desde 2014 ha afectado muy negativamente al negocio "upstream" (refino y distribución) de Exxon y ése es el único área donde la empresa sigue encontrando dificultades. Exceptuando un único beneficio fiscal en el cuarto trimestre, la pérdida subyacente del negocio upstream estadunidense de la empresa fue de 541 millones de USD.
Ésta es la duodécima pérdida trimestral consecutiva de Exxon en esta área y parece ser el mayor lastre en el precio de las acciones de la empresa. Pero la administración tiene un plan para afrontar este reto.
Para contrarrestar esta ralentización cíclica de los precios del petróleo, Exxon está invirtiendo miles de millones de dólares para aumentar la producción petrolera de la Cuenca Pérmica en el oeste de Texas y Nuevo México, ampliando las operaciones existentes, mejorando la infraestructura y construyendo nuevas plantas de producción.
La compañía pretende triplicar su producción de petróleo y gas en el la Cuenca Pérmica en 2025, alentado por la reciente reducción de los impuestos de sociedades. Exxon planea integrar este nuevo suministro en sus áreas de refinación y productos químicos para capturar más margen.
Amenaza al rendimiento de los bonos
Las acciones de grandes dividendos como las de Exxon tienden a perder valor cuando el rendimiento de los bonos comienza a aumentar. La razón que se esconde tras esta ecuación es simple: cuando los inversores perciben un buen retorno en los activos considerados refugio seguro, como los bonos del Tesoro, abandonan las apuestas más arriesgadas.
A partir del viernes, los bonos a 10 años del Tesoro de Estados Unidos se situaron apenas por debajo del 3%, y algunos analistas creen que el rendimiento será del 4% a finales de 2018 mientras la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, siga subiendo los tipos de interés. Sin embargo, cuando se trata de Exxon, creo que los inversores no lo están entendiendo bien.
Los pagos de dividendos de Exxon a sus accionistas han aumentado a un ritmo medio anual del 6,3% en los últimos 35 años. La compañía es el mayor distribuidor de efectivo entre las empresas que cotizan en el Dow Jones de Industriales, después de haber pagado cerca de 13.000 millones de USD a los accionistas durante el último año móvil.
Mil dólares invertidos en acciones de la empresa hace 40 años reportarían ahora un total de nada menos que 70.000 USD, y el grueso de los beneficios vendría de los dividendos.
Conclusión: Los precios del petróleo se han estabilizado en un rango de entre 60 y 65 USD por barril y algunos analistas, incluido Goldman Sachs, creen que el Brent alcanzará los 82,50 USD en los próximos seis meses, de modo que yo veo una inminente tendencia alcista de las acciones de Exxon.
Incluso si los precios del petróleo se mantienen en los niveles actuales, el continuo crecimiento de la producción permitirá el aumento de los flujos de efectivo de la compañía. Gracias a su diversificación y excelente balance, Exxon está bien posicionada para mantener su larga e impresionante historia de dividendos fiables.
Al comparar el rendimiento de Exxon Mobil con el de los colegas del sector, vemos que la compañía sigue registrando mejores beneficios. Después de la caída del 15% con respecto a los máximos de 52 semanas registrados a principios de enero en 89,30 USD, el precio de las acciones de la empresa parece barato y eso es difícil de ignorar. Creo que el descenso de estas acciones supone una gran oportunidad de compra.