La Reserva Federal estadounidense se dirige la próxima semana a decretar lo que se anticipa será su primer ajuste monetario del año, en momentos en que el clima financiero se enfría por la incertidumbre que generó la fijación de aranceles estadounidenses al acero y el aluminio.
El mercado estudiará las nuevas proyecciones de la Fed y las palabras de su presidente Jerome Powell, aunque las versiones de que este año podría haber cuatro alzas de tasas en vez de tres se calmaron con los últimos datos laborales sólidos y una inflación contenida.
La economía tiene “un empleo más fuerte junto con un modesto crecimiento salarial (…) que no son suficientes para forzar a la Fed a actuar más rápido”, dijo Scott Clemons, presidente de estrategia de inversión de Brown Brothers Harriman en Nueva York.
Las rispideces comerciales por los aranceles que impuso el presidente estadounidense Donald Trump están en el tope de la agenda. El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, y la comisaria de Comercio de la Unión Europea, Cecilia Malmstrom, acordaron reunirse la próxima semana.
El tema del creciente proteccionismo también promete figurar alto en el encuentro del Grupo de los 20 (G-20) en Argentina. Allí, el Gobierno de Trump buscará trabajar con países de ideas afines para presionar sobre los subsidios estatales y las políticas de inversión de China.
Aparte, la cuestión de las fricciones entre Gran Bretaña y Rusia por el envenenamiento de un exdoble agente ruso podría surgir en una de las ya habituales cumbres europeas por el Brexit. Gran Bretaña y otros países pidieron a Moscú que explique el ataque con una sustancia neurotóxica.
En Europa, además, se espera el encuentro de política monetaria del Banco de Inglaterra (BOE, por sus siglas en inglés). Si bien no se prevén cambios para esa reunión, los economistas encuestados por Reuters anticipan una subida de tasas en mayo.
Los indicadores económicos principales incluyen una serie de lecturas de la actividad manufacturera en marzo basadas en índices de gerentes de compras a nivel global. China publica la evolución de los precios de las viviendas en febrero y Japón su inflación al consumidor.