Hoy, 24 de junio, se cumplen cinco años desde que se publicaran los sorprendentes resultados del referéndum del Brexit en el Reino Unido, que conmocionaron al mundo. Cuando se anunció la inesperada mayoría a favor de abandonar Europa, la libra esterlina llegó a desplomarse un 11%, estableciendo finalmente una caída del 8%, registrando el par GBP/USD mínimos de 31 años.
Los mercados globales, así como las empresas de apuestas británicas, estaban seguros de que la conclusión inevitable sería que ganaran los partidarios de permanecer en el bloque por una aplastante mayoría.
Ahora, después de años de negociaciones de divorcio a veces dolorosísimas entre la UE y el Reino Unido, en el quinto aniversario de los resultados de la votación, creemos que podría ser interesante echar un vistazo a cómo le ha ido a la moneda y a la economía del país a raíz de aquel inesperado resultado.
Se espera que la economía británica se expanda un 6,4% este año, el segundo nivel más alto de crecimiento de entre las naciones desarrolladas del G8, cuyo crecimiento medio se estima en solo el 5,4%. Además, el ETF iShares Core FTSE 100 UCITS (LON:ISF), el mayor fondo cotizado en bolsa que invierte en activos del Reino Unido, está disfrutando de una demanda sin precedentes. Los flujos de capital se han disparado un 126% desde aquel malogrado día de 2016, según datos de Bloomberg.
Tiene sentido entonces que, según el Barómetro Empresarial Lloyds (LON:LLOY), la confianza económica sea la más alta desde 2016, ante la relajación de las restricciones sociales.
Entonces, genial, ¿verdad? La libra esterlina debería ser una apuesta segura. No tan rápido... hay una cara más oscura de la moneda.
El Reino Unido está sufriendo ahora el deterioro de la productividad, la contracción del comercio mundial y el hecho de que no hay antídoto para la gigantesca depreciación de la libra, que sigue un 6% por debajo de su nivel de cierre del 23 de junio de 2016 en 1,4879, el día en que celebró el referéndum. Ésta es la peor actuación de entre las 10 principales monedas desde que se produjera la votación.
Éste es el aspecto del gráfico técnico general:
En el panorama a más largo plazo, está claro que el nivel de 1.4 ha sido una línea de fondo sólida desde enero de 1986. Desde que la libra se desplomara dejando atrás esa línea tras el referéndum, la moneda intentó una remontada en enero de 2018, pero no lo consiguió.
En mayo de este año, la libra esterlina intentó su segundo retorno, pero la oferta volvió a lastrarla. La tendencia bajista obvia a largo plazo también es evidente.
Echemos un vistazo más de cerca:
Aquí es donde se complica la cosa. Si bien el precio encontró resistencia en los máximos de abril de 2018, el anterior pico de tendencia bajista a largo plazo, la libra también completó una gran parte inferior del gráfico de cabeza y hombros antes de eso.
Eso podría significar que la disminución podría haber sido un movimiento de retorno siguiendo el impresionante patrón alcista. Y, quién lo iba a decir, la libra encontró soporte precisamente en la línea de escote, tras el repunte de esta semana.
Además, la MM de 50 semanas cruzó la MM de 200 semanas, lo que provocó un cruce dorado semanal que rara vez tiene lugar. Hay que tener en cuenta que si el gráfico de cabeza y hombros continúa hacia arriba, se completará un doble fondo aún más grande (azul).
Dicho esto, y teniendo en cuenta que estas medias móviles llevan los últimos cinco años oscilando hacia los lados, no damos demasiada importancia a la actividad de la media "móvil" en este marco de tiempo. Por el contrario, tanto la MMCD semanal como el RSI están proporcionando señales bajistas.
Ahora, acerquémonos de nuevo, para la resolución final:
Observemos cómo el GBP/USD encontró soporte en la línea de escote (rojo) del fondo del gráfico de cabeza y hombros semanal. El precio lleva oscilando entre 1.42 y 1.36 desde principios de febrero. El par de divisas se situó por debajo de su línea de tendencia alcista desde el infame fondo de marzo, y eso no es una buena señal.
Sin embargo, si bien eso significa que el precio ha oscilado hacia los lados, no requiere una tendencia bajista. Se señalaría una reversión si el precio cae decisivamente por debajo de los mínimos del 12 de abril.
Alternativamente, si la parte inferior del gráfico de cabeza y hombros semanal se mantiene, el gráfico diario podría producir un triángulo ascendente, que se muestra a través de las líneas de tendencia más gruesas. Observe cómo la línea de tendencia alcista rota se encuentra con la parte superior del triángulo, un lugar probable para establecer el nivel de resistencia.
Si el precio asciende por encima del mismo, podríamos ver un repunte al alza. ¿Es éste el comienzo de una reversión a largo plazo? Es demasiado pronto para saberlo.
Entonces, ¿cómo proceder? Eso depende de su interés por el riesgo y su estilo.
Estrategias de trading
Los traders conservadores deberían esperar a que todas las tendencias se pongan de acuerdo. Si el precio sube por encima del nivel de abril de 2018, 1,4378, habrá completado una tendencia alcista a largo plazo, de acuerdo con las tendencias a medio y corto plazo.
Los traders moderados esperarán a que se complete el triángulo ascendente semanal, confirmando el fondo masivo del gráfico de cabeza y hombros.
Los traders agresivos podrían posicionarse en largo ya, contando con el triángulo ascendente diario, respaldado por el fondo del gráfico de cabeza y hombros semanal. Sin embargo, dado que el precio ha repuntado a la mitad del patrón, deberían esperar una caída hacia el fondo para una relación riesgo-recompensa más favorable.
Ejemplo de operación
Entrada: 1.3850
Orden de minimización de pérdidas: 1.3800
Riesgo: 50 pips
Objetivo: 1.4200
Recompensa: 350 pips
Relación riesgo-recompensa: 1:7