Hay una creciente animosidad entre Australia y China —desde que comenzara la propagación mundial del brote del coronavirus de Wuhan, la capital de la provincia china de Hubei— al ganar fuerza las rivalidades entre ambos socios comerciales.
Las tensiones parecen haber comenzado en abril, cuando Canberra pidió que "todos los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que apoyaran una revisión independiente sobre los orígenes y la propagación del coronavirus". Después de eso, Pekín pidió a la población china que considerara evitar los productos australianos y buscar destinos vacacionales en otras partes del mundo. La disputa ha continuado desde entonces.
De confirmarse la salva de hoy, los funcionarios australianos tendrían razones para entrar en pánico. Un artículo de Reuters, publicado hoy, decía:
"China, el principal consumidor de carbón del mundo, supuestamente dijo la semana pasada también a los compradores que evitaran el carbón australiano, parte de una medida para limitar las importaciones que también ha deteriorado los ya maltrechos lazos comerciales entre Pekín y Canberra".
Dado que Australia suministra un porcentaje significativo del carbón de China (más del 40% de las importaciones de carbón de coque del país en 2019 y alrededor del 57% del carbón térmico), no son sólo el sector minero australiano y la balanza comercial de la nación los que se están viendo perjudicados. El par dólar australiano/yuan chino también podría reflejar la complejidad del deterioro de la situación diplomática entre ambos países.
El balance de la oferta frente a la demanda en el gráfico técnico lo demuestra.
El par AUD/CNY completó una parte superior en ensanchamiento (rojo), que alteró el triángulo simétrico alcista anterior (verde), proyectando el cambio. Los analistas observadores habrían notado señales de divergencia negativas generalizadas y consistentes.
Ambos indicadores de impulso, el ROC y el RSI, así como la MMCD basada en el precio, han descendido dos veces, mientras que el precio en sí ha subido dos veces.
Estas divergencias negativas están marcadas por flechas rojas en los respectivos gráficos. Es raro ver alineados ambos indicadores basados en el impulso y más raro todavía verlos coincidir con la MMCD.
El cambio de un triángulo simétrico alcista a un patrón de ensanchamiento bajista formó una cuña ascendente aún mayor, bajista tras el pico anterior. Un patrón en el que tanto los máximos como los mínimos suben es bajista porque indica que los compradores están más ansiosos que los vendedores.
Esto está representado por la línea de los compradores más rápidos (parte inferior del patrón) en comparación con la línea de los vendedores menos ávidos (parte superior del patrón). Este tipo de actividad aumenta el nivel de frustración de los compradores, con los repuntes más cortos del mundo que recortan los beneficios, es decir, hasta que los traders disgustados abandonan sus contratos, haciendo descender los precios.
El repunte a la baja, que completó tanto el patrón de ensanchamiento como la cuña ascendente, volvió luego a subir —hacia los patrones superpuestos—, ya que los vendedores en corto se protegieron para recoger beneficios y devolver los contratos prestados a los brokers.
Sin embargo, incluso durante este período ha habido otro patrón bajista, aunque más pequeño, en desarrollo: un banderín cuya congestión demuestra una intensa afluencia de operaciones al confluir las fuerzas de la oferta y la demanda tras un movimiento significativo. Esto continuará hasta que un lado absorba el otro, dejando un vacío que succiona las órdenes del trader en la cavidad recién encontrada más allá del banderín. Como patrón de continuación, se espera que se rompa a la baja.
E de destacar cómo interactúan con precisión las principales medias móviles con los patrones de precios:
La MMD 50, tras haber proporcionado soporte para el triángulo simétrico, no pudo soportar el patrón de ensanchamiento, que cambió de lo que podría haber sido un canal ascendente a una cuña ascendente... y ahora está cayendo camino de la MMD 100.
La MMD 100, a través de la cual se ha desplomado el precio, se ha convertido en una clara resistencia al banderín.
El análisis técnico es un rompecabezas que requiere que los analistas descubran cómo encaja todo. La parte inferior del triángulo simétrico proporcionó soporte a los mínimos del banderín. Si miramos el panorama general, a través del gráfico semanal a largo plazo, podremos entender cómo encajan las piezas de todo el rompecabezas:
Tenga en cuenta que el nivel de 4.9 ha sido un punto crítico para la oferta y la demanda, representado por la línea negra. A continuación, tenga en cuenta cómo tocan techo los indicadores incluso por delante del precio.
Estrategias de trading – Configuración de posición corta
Los traders conservadores podrían querer esperar a que el precio caiga por debajo de la MMD 200, y después encontrar resistencia en un intento de repunte.
Los traders moderados podrían contentarse con una caída por debajo de los mínimos de septiembre, y luego esperar a un movimiento de retorno.
Los traders agresivos podrían arriesgarse a posicionarse en corto para aprovechar el repunte a la baja esperado, siempre que entiendan el riesgo de que el precio regrese primero hacia la parte superior del banderín, incluso aunque conserve su patrón de negociación. También hay que entender que las noticias inesperadas podrían cambiar el equilibrio entre la oferta y la demanda. Es por eso que es esencial un plan de trading coherente. Aquí tenemos un ejemplo:
Ejemplo de operación
Entrada: 4.8400 – tras un repunte
Orden de minimización de pérdidas: 4.8500 – cifra redonda psicológica
Riesgo: 100 pips
Objetivo: 4.8000
Recompensa: 400 pips
Relación riesgo-recompensa de recompensa: 1:4
Nota del autor: Esto es un ejemplo de operación, no un análisis. Eso está en el cuerpo del artículo. Éste es sólo uno de los muchos enfoques. Puede cambiar los parámetros para adaptarlos a su cuenta, tiempo, aversión al riesgo y estrategia