Para el 2020, esperamos una depreciación del peso mexicano cercana al 5% respecto al nivel pronosticado de cierre en 2019 ($20.0 spot). Tal y como normalmente se da, el comportamiento de la moneda mexicana estará en su mayoría determinada por factores externos.
Muchos de los temas que definirán la tendencia del peso para el siguiente ejercicio son similares a los del 2019.
Así, los eventos/temas que definirán en mayor medida los vaivenes en el valor del tipo de cambio del peso frente al dólar estadounidense son:
Externos
Guerra comercial entre EUA y China. Aunque ambas Partes alcanzaron un acuerdo comercial de fase 1, el conflicto todavía está lejos de resolverse. Se resolvieron las bases para los temas álgidos (propiedad intelectual, trasferencia de tecnología y manejo del tipo de cambio), pero recordemos que éstos provocaron que se rompieran las pláticas dos veces en este año. En comparación a inicios del año pasado (cuando ya se negociaba un acuerdo), el arancel promedio a las importaciones chinas a EUA era de 3.0% y ahora es de 15%; ello a pesar de que se firmó de la fase 1 del acuerdo, lo que significa que todavía lucen cuesta arriba las próxima negociaciones. Se habla de por lo menos tres fases de negociación, que podrían alargarse durante todo el 2020. Así es que el tema seguirá generando gran volatilidad en los mercados financieros globales, en particular en el peso mexicano.
Elecciones en EUA. Este quizá se convertirá en el tema de mayor relevancia para los mercados financieros el próximo año. Hasta ahora todo parece indicar, que Trump será absuelto de sus cargos por el Senado estadounidense (ganará el juicio político en su contra) por lo que buscará reelegirse. Aunque las elecciones son hasta noviembre, desde febrero habrá elecciones primarias, por lo que serán meses muy intensos sobre todo por las promesas de campaña que se terminen realizando. Temas como el proteccionismo comercial y amenazas directas hacia México seguramente estarán en la plataforma política de Trump, como fue durante su campaña de 2016, por lo que se traducirán en marcados episodios de incertidumbre en caso de reelegirse y de que busque aplicarlos.
Política monetaria de EUA. De acuerdo a los últimos comunicados y declaraciones de funcionarios de la FED, la autoridad estadounidense le gustaría mantener sin cambios su tasa de fondeo a lo largo de 2020. Por su parte, los mercados financieros ven a la FED con menores intenciones de normalizar su tasa de interés (subirla) o al menos sus planes de hacerlo se retrasan. Así, ante el escenario actual y con los riesgos existentes, los inversionistas consideran que hay más posibilidades de volver a bajarlas en el mediano plazo. La decisión final de la FED dependerá de las cifras económicas. En ese sentido, si aumentan las apuestas de que el banco central estadounidense bajará la tasa o al menos sus planes de alzas se retrasan aún más, esto sería favorable para el peso mexicano y; viceversa.
Temores de recesión económica mundial. Aunque los avances en la negociación comercial entre EUA y China han mejorado las perspectivas económicas globales, el riesgo de un freno económico significativo se mantiene. Europa con Alemania al borde de la recesión, China en una pérdida de dinamismo desde hace varios años y EUA con dudas en la industria manufacturera, son elementos que seguirán abonando en la especulación de que se aproxima una recesión. Estas preocupaciones generan aversión global al riesgo, afectando los activos de economías emergentes, en particular aquellos denominados en pesos.
Conflictos geopolíticos. Existen otros elementos con impacto temporal, ya sea por su duración o por la relevancia, pero que generan episodios de volatilidad en los mercados financieros. Destacan el Brexit (probablemente se solucione en enero de 2020), juicio político a Trump (quizá concluye en el primer bimestre de 2020), relaciones de EUA Turquía, Irán, Corea del Norte.
Internos
Calificación de la deuda de México y Pemex. Es probable que alguna agencia calificadora reduzca la calificación de la deuda de México o de la empresa Pemex. Estos ajustes se pueden dar tan pronto como a finales del primer trimestre del año. La razón es que el débil crecimiento económico del país se traduce en fuertes presiones en las finanzas públicas y en los requerimientos de apoyo para Pemex. Un ajuste a la baja en la calificación se traduciría en episodios de presión sobre la moneda mexicana. Que los efectos al tipo de cambio sean temporales o más profundos dependerá del manejo y respuesta que le de el gobierno mexicano.
Ratificación T-MEC. Aunque todo parece que es cuestión de tiempo para que el Congreso estadounidense ratifique el acuerdo trilateral, este puede demorar hasta tres meses más, debido a que el Senado ha comentado que esperará hasta después del juicio político a Trump para someterlo a pleno para su votación.
Riesgo de recesión económica en México. Después del estancamiento registrado en 2019 (la expectativa es que el PIB finalice el año cuando más con un crecimiento de 0.1%), nuestra expectativa es que la economía mexicana se expanda 1.2% en 2020. Le favorece el efecto estadístico (comparación con un nivel bajo), ligera mejora en la inversión, sobre todo la privada (apoyada por el plan nacional de infraestructura), y un sector externo apoyado por el desempeño estadounidense (la economía de EUA nunca ha estado en recesión durante un año electoral). Sin embargo, el escenario no está exento de riesgos. Es probable que la inversión siga cayendo si no mejoran las condiciones de confianza en el país. La industria estadounidense sigue débil, lo que puede mermar las exportaciones mexicanas. Si los fundamentales económicos se deterioran, esto puede tener implicaciones negativas sobre el peso mexicano.
Política monetaria de Banxico. La expectativa es que la autoridad monetaria mexicana reduzca en por lo menos dos ocasiones su tasa de interés durante 2020 (dos recortes de 25 puntos base cada uno). No será algo fácil, por la expectativa de reducción en la calificación de la deuda soberana y porque la FED muy probablemente no recorte tasas de interés. Si se materializa este escenario de bajas de tasas, la reacción de la moneda mexicana será negativa (se reduce el diferencial de tasas frente a EUA, lo que hace menos atractivo las inversiones en pesos).
Para 2020, esperamos que el tipo de cambio promedie $19.70 pesos por dólar spot, y que tenga una mayor volatilidad a la observada este año.