Las advertencias de recesión se hacen más fuertes cada día mientras la Reserva Federal profundiza su postura dura para combatir la mayor inflación en décadas.
En primer lugar, el banco central estadounidense subió su tasa de interés de referencia en 75 puntos base en su reunión de junio, la subida más importante desde 1994.
La Fed, que ha aumentado su tasa de interés objetivo de los fondos federales en 150 puntos base en lo que va de año, también anunció que empezaría a reducir su enorme balance de 9 billones de dólares.
De hecho, el presidente de la Fed, Jerome Powell, volvió a insistir esta semana en que la lucha contra la inflación es la principal prioridad del banco central, incluso con el riesgo de una recesión.
En su intervención en la conferencia anual del Banco Central Europeo en Portugal el miércoles, reconoció que el proceso implicaría "algo de dolor."
A juzgar por los últimos datos, el crecimiento económico de EE.UU. se desaceleró bruscamente en junio, y el deterioro de los indicadores prospectivos prepara el terreno para una contracción económica en el tercer trimestre.
Además, la confianza de los consumidores se encuentra ahora en un nivel que normalmente anunciaría una recesión económica.
En este momento, la recesión parece inevitable.
La pregunta es: ¿cuándo empieza?
Si nos guiamos por el rastreador GDPNowcast de la Fed de Atlanta, que proporciona una estimación continua del crecimiento del PIB real basada en los datos económicos disponibles utilizando una metodología similar a la empleada por la Oficina de Análisis Económico de EE.UU., la economía se encuentra ya en una recesión técnica.
Según la última estimación del modelo, el crecimiento del segundo trimestre de 2022 se ha reducido a un contractivo -1.0% a 30 de junio. Esta cifra es inferior al 0.0% del 15 de junio y se compara con un crecimiento del +1.3% del 1 de junio.
La economía estadounidense se contrajo un 1.6% en el primer trimestre, lo que cumpliría la definición técnica de recesión: dos trimestres consecutivos de caída del PIB.
Curiosamente, la última encuesta de profesionales de Wall Street realizada por Deutsche Bank mostró que el 17% cree que la recesión comenzó este año, frente al 13% del mes pasado y prácticamente 0 en febrero. De estos encuestados, más de un tercio cree que la recesión ya ha comenzado.
El índice de referencia S&P 500 terminó su peor semestre desde 1970, con una caída del 20.6% en lo que va de año y aproximadamente un 22% por debajo de su cierre récord del 3 de enero, cumpliendo la definición técnica de mercado bajista.
Por su parte, el índice tecnológico NASDAQ Composite, que entró en un mercado bajista a principios de año, ha perdido un 29.5% en lo que va de año y está un 32% por debajo de su récord del 19 de noviembre de 2021, su mayor caída porcentual entre enero y junio.
El Promedio Industrial Dow Jones ha bajado un 15.3% en lo que va de año -la caída más importante del primer semestre desde 1962- y aproximadamente un 17% respecto a su máximo histórico de principios de año.
Con la inflación perjudicando a los consumidores y a las empresas, y con la rápida subida de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, junto con los continuos problemas de la cadena de suministro mundial, las perspectivas económicas para la segunda mitad de 2022 parecen difíciles en el mejor de los casos.