Empezó agosto con golpes bajos a los mercados financieros globales, derivado de la baja en la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de Fitch Ratings, ubicándola en AA+ desde AAA, con perspectiva estable.
Previo a esta baja, la calificadora ya había puesto en perspectiva negativa la calificación, lo que anticipaba una posible baja, sobre todo porque no se había llegado a un acuerdo sobre el techo de la deuda en EUA, y aunque se logró resolver a última hora, dejó un precedente en su manejo fiscal.
Sin embargo, la baja en la calificación también obedece a los riesgos de un deterioro fiscal durante los próximos tres años, así como a un elevado nivel de deuda gubernamental y la erosión de gobernanza.
El hecho de ser los Estados Unidos, la economía más grande del mundo y la de mayor confianza para invertir por la calificación de AAA que tenía, podría elevar la volatilidad en los mercados financieros del mundo mientras se digiere la noticia, aunque tampoco era un secreto el nivel de endeudamiento que tiene EU.
Los tres principales índices de Wall Street empezaron el mes de agosto con resultados mixtos moderados, por un lado, el Dow Jones cierra con ganancia de 0.20%, el S&P-500 pierde 0.27% y el Nasdaq pierde 0.43%. Sin embargo, los inversionistas podrían aprovechar para tomar utilidades después de las ganancias que ha tenido el mercado en los últimos meses.
En México, la bolsa medida por el índice S&P/BMV IPC tuvo un castigo mayor al cerrar el martes en 54,211 puntos, con pérdida de 1.11%, aunque consideramos que la degradación a la deuda de EU no debería reflejarse en México, aunque es natural que los mercados aumenten la volatilidad.