La revisión de las proyecciones económicas para México ha sido marcada por eventos significativos, el más reciente en el país es el ruido político por el proceso electoral, y un contexto de incertidumbre económica en el mundo.
La economía mexicana llegó a las elecciones con desaceleración, con tasas de crecimiento inferiores al 3%, pero estable y resiliente por el TMEC y el Nearshoring, enfrentando un proceso inflacionario con tendencia decreciente, un mercado laboral resistente (aunque se requiere trabajar en empleos de calidad), mínimos históricos de desempleo, salarios en crecimiento, un peso fuerte, pero también muchos retos.
Los analistas esperan un promedio de avance del PIB de 2.4% en 2024, y una desaceleración de 1.8% para 2025, derivado del consumo privado y la fortaleza del mercado laboral.
A pesar de que el Nearshoring sigue manteniendo el ánimo para el crecimiento del país, se tendrían que consolidar muchos factores para la atracción de inversiones por este concepto, como infraestructura de agua, electricidad, conectividad, entre otros.
Por otra parte, los inversionistas estarán atentos a cómo la próxima administración abordará los desafíos de la consolidación fiscal, un punto considerado uno de los principales riesgos para el próximo año ante el estrecho margen de crecimiento para la recaudación tributaria y las presiones al gasto público derivadas de la continuidad de los programas sociales del actual sexenio; se debe evitar que la deuda pública ascienda y la calificación crediticia soberana sea afectada.
También se incluye la necesidad de una reforma tributaria y una solución a largo plazo al lastre fiscal que presenta Pemex, condiciones regulatorias equitativas para atraer un mayor interés del sector privado.
La transición energética es importante; el sector energético es responsable de más de dos tercios de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La matriz energética de México tiene una composición que depende en un 89.1% del petróleo, gas y carbón.
En cuanto a temas sociales, se debe mejorar la estrategia de seguridad en el país, un asunto que representa un freno para la inversión. Sobre la educación, se debe brindar una mayor oferta educativa a los estudiantes, combatir la deserción escolar y ampliar los apoyos a becas. Por otra parte, todos los mexicanos deben tener acceso a servicios de salud, el país debe contar con estrategias de prevención adecuadas para ciertos padecimientos.
México salió a votar porque necesita un mejor país.