El índice RTS de Rusia (medido en USD) se ha recuperado 18% desde su mínimo de este año en la zona de los USD 14. La estabilidad del petróleo ha respaldado el tipo de cambio de Rusia, además de ayudar a controlar la inflación, lo que permitiría al Banco Central de Rusia (BCR) a perseguir una expansión monetaria más veloz en lo que resta del 2015. Contrariamente a la contracción de -5% del PIB que se esperaba a comienzos de este año, el crecimiento de Rusia se retrotraería -2,7% en 2015, mientras que en 2016 volvería a crecer (0,7%). El consumo caería tanto en 2015 como en 2016 (-4,0% y -1,1% respectivamente), mientras que la inversión recién se recuperaría en 2016 (4,5%) tras contraerse -10% este año.
El desempeño a futuro de las compañías rusas dependerá en gran medida de la eliminación de los persistentes problemas estructurales y la mejora en el clima de las empresas y los consumidores. ¿Ya todo lo malo está descontado? Las perspectivas en los precios del crudo y de la recesión por la cual atraviesa Rusia parecen estar descontadas ya. Si se levantan las sanciones al país y los precios del petróleo comienzan a recuperarse gradualmente, es probable que los precios de las acciones rusas puedan comenzar a recuperarse (el ETF RSX podría alcanzar los USD 20). Contrariamente, la continuidad de los problemas pondrían mayor presión sobre los precios (el RSX podría retornar hacia valores en torno a los USD 14), un escenario que no debemos descartar pero que no lo consideramos como el contexto más probable.