El Niño se acabó, los precios de los alimentos se estabilizaron, el dólar se mantiene estable en 3 mil pesos, se redujeron las importaciones de alimentos, el Banco de la República trató de amortiguar la devaluación colocando dólares en el mercado y empezó a subir las tasas de interés desde finales del año pasado, pero a pesar de todos estos factores que hoy juegan a favor de la economía nacional, la inflación sigue por las nubes y a los colombianos les cuesta cada vez costear sus necesidades (el único problema es el precio del petróleo que podría volver a disminuir).
El DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) entregó el pasado 4 de julio la cifra de inflación de junio. La misma se ubicó en 0,48% confirmando la senda alcista como ha venido teniendo desde principio de año, acumulando un 4,6% entre enero y mayo de 2016, en tanto la inflación total en 2015 fue de 6,77%.
Algo preocupante, teniendo en cuenta que el objetivo de la política monetaria del país se centra en mantener la inflación con una variación del 3% anual y con un rango de tolerancia entre el 2% y el 4% para “controlar el crecimiento de los precios de la canasta familiar y velar por el poder adquisitivo de la moneda”, como lo describe el propio Banco de la República, encargado de esta misión.
Para lograr esto, la única herramienta que tiene el Emisor es manipular las tasas de interés para mantener su objetivo de inflación y minimizar el impacto en el consumo, la producción y el ahorro.
¿Qué pasa entonces con la inflación en el país y como atenuarla? Según el senador Iván Duque Márquez, la tendencia inflacionaria, que siempre se pensó como coyuntural, es estructural porque Colombia sigue sufriendo los efectos de la devaluación.
“Yo creo además que el Banco de la República tiene gran parte de la responsabilidad porque se demoró hasta septiembre y octubre para subir las tasas de interés cuando se vino una rápida devaluación”, dijo el senador Duque.
A su vez, advirtió que el aumento de las tasas de interés para controlar la inflación se va a ver reflejado en un menor crecimiento económico.
Frente a la subida del 1,75% en las tasas de interés de enero a hoy (7,5% actual), Juan José Echavarría, excodirector del Banco de la República y exdirector de Fedesarrollo, aclaró que efectivamente un aumento de tasas desestimula el crecimiento de la economía muy pronto, pero el efecto sobre la inflación sólo se empieza a ver en un año porque los precios son rígidos, indexados y todas las empresa cambian precios cada año. Las negociaciones salariales que se discuten cada año son un ejemplo de ello.
El directivo aseguró que el Banco puede seguir subiendo las tasas de interés para controlar la inflación porque a pesar de que ha subido la tasa nominal, la inflación es más alta que ésta, haciendo que la tasa de interés real sea negativa.
“Esto quiere decir que la tasa de interés continúa contribuyendo a la inflación, entonces al Banco le toca seguir subiendo tasas”, argumentó el analista en conversación con Portafolio.
Adicionalmente, Echavarría dijo que el Gobierno le tiene que ayudar el Banco de la República a implementar reformas estructurales, porque todo el peso no puede descargarse en la tasa de interés.