Pese a Banxico, el peso no aguanta. Hoy es, entre las principales divisas del mundo, la segunda de peor desempeño detrás de la libra esterlina. El peso se hunde un 1.9% para negociarse en 18.78 pesos por dólar, y sólo le supera la caída de la libra esterlina, que hoy se despeña un 2.0% para cotizar en 1.30 dólares por libra, algo que no sucedía desde 1985. La corona noruega pierde un 1.4% y el rand sudafricano un 1.3%. Sólo el yen japonés gana terreno, al apreciarse un 1.0& contra el dólar.
El peso, antes de la decisión de Banxico de aumentar la tasa de referencia en 50 pbs el pasado jueves, se ubicaba ligeramente por debajo de los 18.50 pesos por dólar, por lo que con su actual cotización de 18.78 pesos, la divisa mexicana ha regresado a niveles más débiles a los observados antes de la decisión de Banxico.
El deterioro del peso se explica de nuevo, en gran medida, por el Brexit. Por un lado, la aversión al riesgo prosigue. Basta con ver hoy la situación en los mercados globales: los títulos de riesgo caen y se benefician los activos más seguros. En Wall Street, el Dow Jones pierde un 0.7%, el S&P’s 500 un 0.8% y el Nasdaq un 1.1%. En Europa, las pérdidas son mucho más abultadas. El Ibex-35 pierde un 2.3%, el Dax de Fràncfort un 1.8% y el Cac-40 de París un 1.7%. El Ftse-100 de Londres gana un 0.4%, pero dada la fuerte depreciación de la libra, baja un 1.7% en dólares.
En las bolsas de Latinoamérica, la bolsa de México baja un 0.6%, el Bovespa de Sao Paulo un 1.7%, el Merval de Buenos Aires un 2.3% y la bolsa chilena un 0.6%.
También lo perciben las cotizaciones de los bonos de los países considerados de más riesgo. En Europa, la tasa del bono de 10 años de Grecia se eleva 6 pbs a 7.52%, el de España 4 pbs a 1.18%, el de Italia 2 pbs a 1.26% y el de Portugal 4 pbs a 2.99%. Entre los países emergentes de Latinoamérica, la tasa de 10 años de Brasil se incrementa 9 pbs a 12.10% y la de México 4 pbs a 5.96% y la de Colombia 3 pbs a 7.52%.
Los riesgos de desaceleración económica también afecta a las cotizaciones del crudo, ante una previsible menor demanda. De este modo, el WTI pierde un 4.4% para negociarse en 46.86 dólares y el Brent un 4.1% a los 48.06 dólares. Y entre la aversión al riesgo y el desplome de los precios del petróleo, el peso mexicano lo vuelve a pagar caro.