No viene siendo sencillo este año para el Bitcoin (BTC). Al igual que la mayoría de los activos financieros a nivel global, su cotización anda a los tumbos. Para colmo, al menos en el caso de la criptomoneda más famosa, hay nubarrones en el horizonte que podrían golpear aún más su cotización de corto plazo.
Cada vez más sitios especializados advierten que una masiva venta de BTC por 3 mil millones de dólares podría tener lugar en las próximas semanas. Y ya sabemos: cuando la venta supera en volumen a la compra, lo más probable es que el precio caiga, borrando de un plumazo una suba que demandó meses.
La historia detrás de esta posible oferta masiva es fascinante. Incluye hackeos, la caída del exchange más importante del mundo en su momento, delitos castigados con prisión y recuperos parciales.
Comencemos con la explicación del caso, que nació hace 8 años y que hoy, de manera sorpresiva, vuelve a sacudir el mercado.
Hackeo y pérdidas millonarias en un criptomercado aún muy verde
Mt.Gox fue un exchange de Bitcoin fundado en 2010 en Tokio, Japón, por el programador y emprendedor estadounidense Jed McCaleb, quien lo vendió al empresario francés radicado desde 2009 en tierras niponas Mark Karpelès.
Karpelés logró elevar volumen operado por Mt.Gox en forma exponencial hasta las 20.000 operaciones por día. Por entonces, BTC cotizaba aproximadamente a un dólar por unidad. Sin embargo, el mal manejo de la seguridad del exchange, combinado con el crecimiento indomable que experimentaba el mercado, hicieron que en junio de 2011 Mt.Gox reportara el robo de 25 mil BTC de su sistema.
Al momento de aquel primer gran hackeo, el precio de BTC rondaba los 16 dólares. Por lo tanto, el robo podía estimarse en 400 mil dólares. Hoy, tras la suba maratónica de la criptomoneda, serían unos 525 millones de dólares.
Como saben, ese fue solo el comienzo. En marzo de 2013, distintos errores de registro de su sistema produjeron un derrumbe del precio de BTC del 23%. En abril del mismo año, también por errores propios, el exchange debió suspender la operatoria de BTC en su plataforma y generó una caída extra del 50%. En junio, suspendió por un tiempo los retiros de BTC y causó pánico en muchos sus clientes, aunque luego volvió a habilitarlos.
A pesar de estos incidentes, el interés por el Bitcoin seguía en aumento y lo mismo ocurría con el negocio del exchange, a tal punto que en diciembre de 2013, con la criptomoneda negociándose por primera vez a 1.000 dólares, el 70% del total de volumen operado a diario a nivel global se concentraba en la plataforma de Mt.Gox. No faltaba mucho para que todo explotara por los aires…
A principios de 2014, varios clientes del exchange denunciaron grandes demoras cuando querían retirar sus BTC. El 7 de febrero, Mt. Gox suspendió oficialmente los retiros argumentando “la necesidad de una revisión técnica de los procesos”. Tres días más tarde, los responsables del exchange declararon que un bug o falla técnica en su software había alterado el detalle de las transacciones.
Pese a la promesa por parte de los directos de restaurar pronto los retiros, el 20 de febrero el sitio de Mt.Gox dejó de estar activo. Finalmente, el 24 de febrero se filtró un documento que decía que el exchange era insolvente, puesto que había perdido 850 mil bitcoins en un hackeo (750 mil eran de sus clientes y 100 mil propios). Esta situación, dramática para muchos, generó una fuerte caída en el precio del BTC, que pasó de 850 dólares a un mínimo de 325 dólares hacia finales de 2013.
¿La historia termina en este punto? De ninguna manera.
Un “milagro” con posibles consecuencias
Sorpresivamente, el 20 de marzo de 2014, Mt.Gox anunció que había encontrado 200 mil de los 850 mil BTC robados. Informó que había creado un fideicomiso en Tokio para distribuir la mayoría entre sus clientes damnificados por el robo. Durante los años siguientes, las trabas legales hicieron que no se avance mucho en el reparto, pero en noviembre del 2021 Mt.Gox recibió la autorización de la Justicia japonesa para avanzar con su plan de devolución de los BTC recuperados. Todo esto nos lleva al presente.
El mes pasado, los clientes acreedores recibieron un mail donde se anunciaba que el fideicomiso estaba preparando las transferencias de los pagos, que serían en USD, BTC o BCH (Bitcoin Cash), según la preferencia del cliente. En los balances de Mt.Gox se habla de un total de 137 mil BTC a distribuir. Al valor actual, equivalen a unos 3 mil millones de dólares.
Conclusión
Ahora bien, la pregunta del millón es: ¿Qué harán quienes pronto comiencen a recibir esos fondos, especialmente si los reciben en BTC? Parece difícil que la mayoría retenga las criptomonedas, con lo que la oferta de BTC podría aumentar en el mercado e impactar, al menos momentáneamente, en su precio. Cuanto mayor sea la oferta, más pronunciada podría ser la caída.
No obstante, existen motivos para ser optimistas: pensemos que estos inversores ya han pasado (de manera forzosa, puesto que no tenían disponibles para operar sus tenencias) por varios ciclos importantes de auge y caída del Bitcoin, aunque, gracias al “supercorralito” de Mt.Gox, pudieron descubrir los beneficios de la inversión a largo plazo en un activo con buenos fundamentos.
Así han podido observar cómo BTC pasó de cotizar a 1.000 dólares durante el hackeo a más de 21.500 dólares al momento de escribir esta nota, pasando no hace mucho por el pico histórico de 69.000 dólares por unidad.
¿Semejante recorrido será capaz de estimular a una parte de los inversores para que mantengan sus posiciones en BTC e incluso incrementen sus tenencias con más ahorros y capital al volver a confiar tanto en el criptoactivo como en su blockchain?
También es probable que el Bitcoin recupere devotos, aunque muchos optarán por el “pájaro en mano” en vez de “cien volando” y, una vez que cobren, venderán su posición entera casi al instante.
La respuesta la darán los hechos. Por lo tanto, es probable que la conozcamos a fondo en los próximos 3 meses, cuando veamos la dirección que toma el precio de BTC.
De todos modos, se trata de la criptomoneda estrella con un nivel de resiliencia envidiable: en varias oportunidades, ha sabido sobrevivir a derrumbes superiores al 80%. Caiga lo que caiga, si es que vuelve a caer, no tiene por qué ser esta la excepción.
La criptomoneda seguirá con su novela y en este espacio te la estaré contando.