La SHCP dio a conocer los detalles de su Paquete Económico 2016. Nuestra primera reacción a la propuesta de presupuesto de egresos es que el gobierno federal envía una fuerte señal de responsabilidad fiscal, misma que ha caracterizado a los gobiernos mexicanos desde la década de los noventa, máxime que este esfuerzo se lleva a cabo en un ambiente de menores precios del petróleo y probables alzas de tasas de interés. Asimismo, consideramos que los supuestos expresados en los Criterios Generales de Política Económica (ver tabla abajo) son conservadores, a pesar de que nuestro escenario para el año que entra es ligeramente más desafiante en lo que respecta al crecimiento del PIB para 2016 (2.7%) aunque dentro del rango estimado por la SHCP (2.6% - 3.6%). En esta nota, profundizamos un poco más sobre la política fiscal para 2016, al examinar con detalle cada una de las suposiciones hechas por el gobierno federal.
Crecimiento económico por debajo de su potencial. La SHCP espera una expansión económica de entre el 2.6%-3.6%, en línea con el consenso del mercado de acuerdo con la última encuesta de Banamex. Este pronóstico se basa en tres factores: (1) Un crecimiento económico en los EE.UU. de 2.7% anual; (2) el hecho de que la plataforma de producción de petróleo restará menos impulso al PIB en 2016 (de 0.4% en 2015 a sólo 0.04% el próximo año); y (3) una demanda interna más dinámica, como resultado de mayores niveles de empleo y la aplicación de las reformas económicas. Los riesgos a la baja para este escenario incluyen un ritmo más moderado de crecimiento a nivel mundial, particularmente en EE.UU., junto con la persistente de la volatilidad en los mercados financieros internacionales y otros riesgos asociados con la producción de petróleo.
Haciendo frente a un mundo con bajos precios del petróleo... Uno de los principales desafíos que enfrenta el gobierno mexicano es un escenario adverso en relación al sector energético. El gobierno asume un precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo de 50 dólares por barril (dpb). Este número es el resultado de aplicar la fórmula de precios prevista en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), la cual incluye variables como el desempeño reciente y futuro de los precios del petróleo, tanto para la mezcla mexicana, como para el WTI (ver gráfico abajo). Cabe destacar que el gobierno ya anunció que cubrió sus ingresos petroleros para 2016, a través de la compra de opciones tipo put a un precio promedio de 49dpb. Además, el gobierno cuenta con el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), que tiene actualmente un saldo de 44,219mdp.
…Y una menor plataforma de producción. Uno de los retos más importantes para el Gobierno Federal en el sector energético proviene de la producción de petróleo. El proyecto de presupuesto para 2016 estima que la producción petrolera se mantendrá relativamente estable en 2.3 millones de barriles por día (mbd), asumiendo que nuevos campos comenzarán a producir el próximo año y compensarán la disminución de otros campos maduros, como es el caso de Cantarell (ver tabla abajo a la derecha). En el mediano plazo, el gobierno considera que los niveles de producción se recuperarán a medida que se implemente la Reforma Energética.
La política fiscal en 2016. El proyecto de presupuesto se diseñó tomando en cuenta tres retos importantes: (1) Contener el crecimiento de la deuda y poner el saldo de la misma en una trayectoria decreciente con relación al PIB; (2) una caída sustancial en el precio internacional del petróleo que se estima permanente y que está acompañada de una plataforma de producción de petróleo en México históricamente baja; y (3) un panorama externo complejo y volátil.
Reducción del déficit fiscal en 0.5% del PIB. Esta reducción está en línea con el compromiso hecho por la administración del Presidente Peña Nieto con mantener finanzas públicas sanas. En este contexto, el gobierno tiene la intención de reducir el déficit fiscal de 1% en 2015 a 0.5% del PIB el próximo año, para luego alcanzar un presupuesto balanceado en 2017, como se muestra en la siguiente tabla. Cabe destacar que esta cifra no incluye las inversiones de alto impacto (realizadas principalmente por Pemex y CFE), que representan aproximadamente el 2.5% del PIB. Incluyendo estas inversiones, el déficit fiscal sería de 3% el próximo año, bajando al 2% al final de la presente administración
Menor déficit con bajos ingresos y un mayor gasto no programable... En este contexto, a pesar de que se esperan menores ingresos petroleros en 30% comparado con el presupuesto de 2015; mayor gasto no programable derivado de las mayores transferencias a los estados -dado una mayor recaudación de impuestos- y mayores costos financieros; el gobierno no está proponiendo nuevos impuestos ni un aumento a los ya existentes. Sin embargo, se están realizando algunas modificaciones al marco fiscal vigente, que tengan la intención de promover el ahorro y la inversión en el corto plazo. Dichas modificaciones incluyen la eliminación de las deducciones de impuestos en las contribuciones personales a los fondos de pensiones; deducciones de inversión para pequeñas y medianas empresas, así como medidas para fomentar la reinversión, y la formalidad.