El martes, tras los tambores de guerra del presidente ruso Vladimir Putin y sus últimos movimientos en Ucrania, los inversores aceleran su huida hacia los activos considerados refugio seguro, empañando cualquier acción o inacción que provenga de la Reserva Federal.
El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años aumentó y disminuyó la semana pasada al compás de las noticias sobre las intenciones de Putin con respecto a la invasión de Ucrania, cayendo muy por debajo del nivel del 2% el viernes, hasta el 1,927%, antes del puente de Estados Unidos. Esta mañana, el rendimiento se ha desplomado aún más, hasta el 1,872% en el momento de redactar estas líneas, al intensificarse las compras de bonos.
Dada esta última situación, parece avecinarse una jornada tórrida en los mercados mundiales, incluidos los de bonos soberanos. El rendimiento de los bonos alemanes a 10 años aumentó hasta el 0,2% el lunes, frente al 0,3% de la semana pasada, y ha seguido bajando, hasta el 0,185% actual. Aun así, el índice de referencia alemán podría no ser una representación justa de los bonos del Tesoro, dada la vulnerabilidad de Alemania al chantaje energético de Rusia.
En general, es probable que el impacto en el rendimiento de los bonos sea mayor.
Aunque el presidente francés Emmanuel Macron, que se presenta a la reelección en abril, ha afirmado haber organizado una cumbre entre Putin y el presidente estadounidense Joe Biden, todo eso es discutible ahora ya que Putin ha "reconocido" formalmente las llamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Luhansk y es casi seguro que utilizará esa acción como excusa para que las tropas rusas crucen la frontera con Ucrania.
El rendimiento de los bonos de referencia italianos a 10 años subieron varios puntos básicos el lunes, alcanzando el nivel del 1,90%, ya que la fuerte actividad empresarial en Europa y un cambio de postura hacia una mucho más agresiva en el Banco Central Europeo compensaron las preocupaciones en torno a Ucrania en los países periféricos.
El aumento del diferencial entre el rendimiento de los bonos de Alemania e Italia, que ahora se sitúa en torno a los 170 puntos básicos, hace temer por la estabilidad de la eurozona. El diferencial ha superado el objetivo conservador de 150 puntos básicos y los analistas hablan ahora de 180-200 puntos básicos.
Pero la amenaza de que se desate la guerra en Europa se ha concretado tras la decisión de Putin de reconocer los movimientos secesionistas de Ucrania, al igual que el probable impacto económico de las sanciones occidentales más duras que se impondrán hoy como represalia.
La volatilidad seguramente seguirá siendo muy elevada, ya que los inversores siguen los acontecimientos minuto a minuto; muchas noticias aparecen con rótulos que dicen "en vivo", ya que los medios de comunicación tratan de mantenerse al tanto de los acontecimientos. La cosa no va a mejorar en los próximos días.