Nadie sabe cómo acabará influyendo el coronavirus en la economía china o en la demanda de petróleo.
Una de las causas de esta incertidumbre es que la sociedad china no es abierta, y la información oficial está controlada en gran medida por el Gobierno, que ha sabido manipular los datos económicos que proporciona con fines políticos. Nuestra ignorancia también se debe a la incapacidad de predecir en esta coyuntura los resultados del brote viral, que ha matado ya a más de mil personas, infectado a decenas de miles, y extendido a países de todo el mundo.
Sin embargo, a mediados del segundo mes de 2020, las instituciones empiezan a revisar sus previsiones de demanda de petróleo para este año. No está claro qué datos o pruebas podrían usar para hacer estas actualizaciones en vista de todos los interrogantes que rodean al coronavirus.
Sin embargo, estos informes por sí solos, independientemente de su exactitud, deben ser tenidos en cuenta, porque influyen en el rumbo de los mercados.
BP (LON:BP) rebaja sus previsiones de consumo de petróleo
BP (NYSE:BP) ha sido una de las primeras instituciones en pronosticar el impacto que el coronavirus tendrá en la demanda mundial de petróleo. El 4 de febrero, el director financiero de BP dijo que cree que la ralentización global provocada por el coronavirus reducirá el crecimiento del consumo mundial de petróleo en 300.000 hasta un total de 500.000 barriles al día en 2020.
Los mercados de petróleo se desplomaron bruscamente ante esta previsión la semana pasada.
¿Más pronósticos negativos y catastrofistas?
Rystad Energy, una empresa independiente de investigación energética con sede en Noruega, publicó su predicción el 11 de febrero. En diciembre, Rystad pronosticaba que la demanda mundial de petróleo aumentaría en 1,1 millones de barriles al día. Ahora, cree que la demanda sólo crecerá en 820.000 barriles al día.
Sin embargo, en la misma declaración, Rystad admitió que los resultados podrían ser mucho peores, reduciendo el crecimiento de la demanda a sólo 650.000 barriles al día.
Los traders no deberían dejarse engañar por el discurso negativo y catastrofista que Rystad empleó en su comunicado de prensa. Esta previsión, que equivale a una caída de la demanda de entre 280.000 y 450.000 barriles al día en 2020, es en realidad bastante similar a la previsión de BP de una semana antes.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos revisó su pronóstico de crecimiento de demanda de petróleo el 11 de febrero con la predicción de que el coronavirus lastraría el crecimiento de la demanda en 300.000 barriles al día en 2020, y ahora estima un aumento de la demanda mundial de petróleo de 1 millón de barriles al día en 2020, aún por encima de las cifras revisadas de Rystad.
La OPEP opina; el Brent reacciona
La OPEP emitió sus previsiones actualizadas el 12 de febrero, en las que afirma que el impacto del coronavirus será menor. La Organización de Países Exportadores de Petróleo pronostica que el crecimiento de la demanda de petróleo sólo disminuirá en 230.000 barriles al día a causa del coronavirus en 2020. Esto lleva su previsión a 0,99 millones de barriles al día en 2020.
El mercado parece apreciar la revisión a la baja de la OPEP esta semana, y el precio del Brent se ha disparado casi un 2% tras esta noticia. El petróleo WTI también ha subido en torno a un 1,5%.
La Agencia Internacional de la Energía publicará sus previsiones de demanda revisadas este jueves, y los traders deberían anticiparse a los movimientos del mercado en función de la cantidad de destrucción de la demanda que prediga la organización.
Los puntos clave aquí son dos: en primer lugar, el mercado reaccionará ahora a medida que vayan calando estas previsiones de demanda revisadas. En segundo lugar, a largo plazo, nadie sabe el impacto real que este virus tendrá en la demanda de petróleo.
En conclusión
Estas previsiones son sólo predicciones basadas en muy poca información real. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) admitió el miércoles que, aunque el número de nuevos casos oficiales de coronavirus de China parece haberse estabilizado en la última semana, el brote "todavía podría avanzar en cualquier dirección".
En otras palabras, la OMS no puede predecir lo que va a suceder en China ni en otros lugares. Por lo tanto, ¿cómo iban a poder BP, Rystad, la EIA, la OPEP o la IEA?
Los traders que intentan comprender el impacto en los mercados del petróleo y el rumbo que podrían tomar los precios deberían recordar que, a corto plazo, las previsiones revisadas están influyendo en los mercados, pero la predicción de la demanda a largo plazo en esta situación es casi imposible de predecir.
Estos grupos nos dan las pintas más fiables, pero no son una visión fiable de cara al futuro. De hecho, dada la opacidad de China, el verdadero alcance de la influencia del virus en la economía global sólo podrá revelarse en retrospectiva.