Un “fork” es un cambio simple en el protocolo de la blockchain que el software utiliza para decidir si una transacción es válida o no. Y este tipo de eventos puede generar un impacto sustancial en una criptodivisa, ya que usualmente provoca una fluctuación grande en los precios y ya se ha comprobado que ha sido controversial en el pasado.
Actualmente, algunos de los principales problemas que afronta Ethereum son congestión de la red y altas tarifas por transacción, generando cuestionamientos acerca de su performance. El London hard fork (que estaba previsto para el mes de julio y se ha reprogramado para el 4 de agosto de este año) resuelve dichos inconvenientes por medio de la implementación de varios cambios que permitirá a los usuarios pagar menores tarifas a la vez que se procesarán sus transacciones con mayor velocidad. De todas maneras, los cambios implementados en el London hard fork serán solo temporales, previos al lanzamiento de Ethereum 2.0 evolution.
Para lograr esto, se introducirá un nuevo mecanismo de tarifas reemplazando al modelo actual de “First Price Auction” (modelo de subasta de precios) por un esquema de dos tarifas en lugar de una: la Tarifa Base y la Tarifa de Inclusión. La Tarifa Base permitirá que tanto la red como las wallets estimen con precisión las tarifas de gas para liquidar operaciones mientras que la Tarifa de Inclusión será una propina opcional para los mineros de datos.
Adicionalmente, se incluye un mecanismo deflacionario, donde se quemará la tarifa base de todas las transacciones de la blockchain, lo cual se espera que eleve el precio de ETH ya que reduce la oferta de Ether en circulación. Actualmente, los usuarios realizan una oferta para pagar sus tarifas de gas para liquidar sus operaciones, mientras que los mineros dan prioridad a aquellos usuarios que den una oferta de gas mayor. Con este nuevo modelo, cada operación tendrá una tarifa fija asociada.
El impacto que podría generar en Ethereum se considera controversial, ya que los cambios en los costos de transacción y minería serán significativos. En realidad, los efectos reales que causarán en usuarios y mineros no se conocen con exactitud aun, aunque se debe tener en cuenta que, como se mencionó anteriormente, estos cambios son temporarios previo al lanzamiento de Ethereum 2.0 evolution, que se prevé será para el año próximo.
Existen opiniones mixtas acerca del impacto esperado, por un lado, a pesar de que los mineros se están preparando para el lanzamiento de Ethereum 2.0 evolution, que se traducirá en un ecosistema más sustentable y seguro, esta actualización afectará directamente las tarifas que los mineros cobran. Más específicamente podría generar una caída de las ganancias que los mineros esperan obtener, a la vez que podría centralizarse la minería de datos en grandes mineros con menores costos de energía que les permita generar ganancias a pesar de la caída de las tarifas.
Sea cual sea el efecto final en el precio, se prevé que sea importante y tras el lanzamiento se visualizará el impacto real que tendrá en la cotización de ETH que, al momento de escribir este artículo, cotiza en torno al nivel 2011,47.