Parece que fue ayer cuando las materias primas y los valores energéticos fueron las únicas clases de activos que pudieron rendir, mientras que todos los demás sectores o clases de activos mostraron esencialmente descensos de dos dígitos. Luego, a partir de mediados de junio, el fondo (a corto plazo) y el rebote. Ahora bien, es imposible decir si se trata de un rebote a corto plazo en un mercado bajista más amplio, o si por el contrario volveremos a un mercado alcista sólido, pero como siempre podemos organizarnos mediante el análisis de escenarios. Se trata de planificar las estrategias en función de lo que vaya a ocurrir de aquí a final de año, quizás, habiéndolo organizado de antemano.
Empecemos con una visión general desde principios de año (YTD) y veamos cómo entre los distintos sectores (imagen inferior) sigue siendo el sector energético el que muestra el mejor rendimiento (línea azul con un +38,59%). A continuación, en la línea verde, se encuentra el sector de los servicios públicos (considerado más defensivo y, por tanto, más eficaz en los primeros 6 meses de 2022) y, por último, entre los peores sectores, con un -23,55% desde el inicio del año, el de los servicios de comunicación. En el medio encontramos todos los demás.
Ahora bien, lo que conviene analizar es el escenario al que podríamos enfrentarnos, que comprende esencialmente dos variables clave: la inflación (y, por tanto, los tipos de interés de los bancos centrales) y la recesión.
Dependiendo de cómo se combinen estas dos variables, algunos sectores podrían responder mejor que otros, teniendo en cuenta que los Bancos Centrales se mueven ahora en función de la inflación (que pesa más que una posible recesión), por lo que si la inflación sube o se mantiene alta, es probable que los tipos sigan subiendo también, por el contrario una inflación a la baja podría hacer que la senda de subidas se suavizara un poco (pero no demasiado).
Las combinaciones entonces podrían ser:
- Alta inflación y recesión (el peor escenario)
- Inflación y crecimiento bajos (escenario óptimo)
- Inflación y crecimiento elevados (escenario intermedio)
- Baja inflación y recesión (escenario intermedio)
Basándose en estos 4 posibles escenarios, algunos sectores podrían tener un mejor rendimiento que otros. Por supuesto, desde una perspectiva a largo plazo, esto es una apuesta arriesgada, o directamente podría optar por un MSCI World para diversificar más e ir.
Pero volviendo a los 4 escenarios, he aquí que en caso de escenarios de recesión, y especialmente de baja inflación, el sector tecnológico sería probablemente el mayor beneficiario de los flujos de inversores. Esto se debe a que sabemos que muchas empresas tecnológicas viven de los flujos de caja y de las expectativas de beneficios en el tiempo, por lo que si el tipo de descuento (que se basa en los movimientos de los bancos centrales) baja o se mantiene bajo, significa valores actuales más altos (y viceversa) para las matemáticas financieras.
Así que el segundo y el cuarto escenario estarían a favor de la tecnología. Por otro lado, en el caso de un crecimiento sostenido (segundo y tercer escenario), los financieros (al ser cíclicos) también podrían verse favorecidos, pero igualmente, en el caso de una inflación elevada (y por tanto una subida de tipos agresiva), los valores bancarios verían aumentar sus márgenes (por lo que, por ejemplo, podría optar por bancos sólidos que, además de beneficiarse de un aumento del margen de intereses, quizás también tengan una buena cobertura sobre los préstamos deteriorados, en caso de que los clientes tengan problemas para pagar sus deudas).
Por último, en los peores casos de recesión y alta inflación, los productos básicos de consumo podrían beneficiarse de las entradas defensivas, ya que podrían seguir aumentando los precios de los bienes y servicios (por ejemplo, los alimentos).
Las empresas de servicios públicos deben manejarse con cuidado, ya que, aunque son defensivas y adecuadas para un escenario de recesión, muchas sufrirían con la subida de los tipos de interés, ya que están muy endeudadas, al igual que los servicios de comunicación y, en particular, las empresas de telecomunicaciones.
Concluyo señalando que, en el rebote desde mediados de junio, pocos inversores se han beneficiado plenamente de la recuperación, porque muchos estaban fuera del mercado y los flujos eran inusualmente bajos (comportamiento humano clásico).
En el lado positivo, la reanudación de las tendencias de recompra por parte de muchas empresas y la actividad de fusiones y adquisiciones.
Hasta la próxima.
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"Este artículo se ha redactado únicamente con fines informativos; no constituye una solicitud, oferta, consejo o recomendación para invertir como tal y no pretende en modo alguno fomentar la compra de activos. Me gustaría recordarles que cualquier tipo de activo, se valora desde múltiples puntos de vista y es altamente arriesgado y por lo tanto, cualquier decisión de inversión y el riesgo asociado sigue siendo de ustedes."