La velocidad de la caída del mercado de valores y el aumento de la volatilidad durante el último mes ha sido impresionante. Desde sus máximos de mediados de febrero, el S&P 500 ha caído alrededor de un -25%, mientras que el índice de volatilidad CBOE VIX se disparó hasta alcanzar un máximo histórico de 83.
Parece razonable preguntarse si los mercados eran conscientes de los riesgos de la pandemia antes de que todo esto comenzara. Puede parecer una pregunta un tanto simple, porque viendo lo sucedido es evidente que no, pero es que miren, el pasado 19 de febrero, el S&P 500 cerró en un máximo histórico a sólo 14 puntos de los 3.400 puntos y el VIX cerró alrededor de 14, muy por debajo de su promedio histórico de 20.
Y todo ello a pesar de que el primer caso estadounidense del coronavirus fue confirmado antes, el 21 de enero. Es más, también antes, el 12 de febrero, los medios de comunicación informaron de 14.000 nuevos casos de contagiados sólo en la provincia de Hubei. Evidentemente la respuesta es no, los mercados ni se olían el riesgo de propagación del virus, daban por sentado que era un problema interno únicamente de China.
A pesar de que la propagación de la pandemia se acelera en muchas regiones de Estados unidos, los inversores institucionales son cada vez más optimistas sobre las perspectivas del mercado de valores, según una encuesta publicada esta semana por RBC Capital Markets. Los encuestados dieron tres razones para el optimismo, entre ellas, valoraciones atractivas, la fe en que la Reserva Federal tomará las medidas necesarias para apoyar la economía y la creencia de que el daño económico de la crisis será manejable.
La encuesta, que evaluó las opiniones de 185 inversores institucionales mostró que la mayoría de los encuestados no creen que el mercado de valores haya tocado fondo todavía. Más de la mitad dicen que el índice caerá durante los próximos tres meses, antes de subir.
De momento, en términos de economía, la cosa no va bien, como cabría de esperar. La Reserva Federal de Nueva York creó recientemente un índice económico semanal (WEI), utilizando 10 indicadores específicamente orientados a analizar la economía ante el COVID-19 en tiempo real.
Como en toda "guerra", hay vencedores, pocos pero los hay. Las empresas comerciales de alta frecuencia están entre las pocas que se benefician de la pandemia en los mercados financieros. Virtu Financial (NASDAQ:VIRT), una empresa con sede en Nueva York, ha subido un 42% este año, mientras que Flow Traders de Ámsterdam, otro creador de mercado, ha subido un 38%.
Una de las formas en que empresas como Virtu ganan dinero es con el diferencial de oferta y demanda. Ese diferencial ha aumentado a medida que la incertidumbre y la volatilidad de los mercados se ha incrementado. A principios de año, el diferencial medio entre oferta y demanda de las acciones de S&P 500 era de unos 4 puntos básicos, y aumentó a más de 14 puntos básicos a finales de marzo.
Esa ha sido una gran oportunidad para Virtu, que negocia más de 25.000 valores en 37 países. La compañía espera haber ganado hasta 519 millones de dólares en ingresos netos durante el primer trimestre, el doble de la cantidad que hizo durante el mismo período en 2019 y sería su mayor ingreso trimestral desde que salió a bolsa hace cinco años.
En Europa hay que destacar al Dax alemán que está reaccionando bien después de haber subido un 20% desde el mínimo del mes pasado. El indicador de las exportaciones, que cayó hasta un 40% se ha recuperado en las últimas semanas por los indicios de que las tasas de infección en algunas partes de Europa pueden estar acercándose a su pico y por las señales positivas de China, donde las últimas cifras del PMI apuntaban a una recuperación económica en forma de V.
El rebote del DAX ha sido liderado por Fresenius (DE:FREG), Infineon (DE:IFXGn) Technologies y Allianz (DE:ALVG), con un aumento del 43%, 40% y 39% respectivamente. Con las recientes ganancias, el indicador alemán ha recortado su descenso en lo que va de año al 21%, en línea con el índice Stoxx Europe 600.
Pueden ver en el gráfico cómo la caída se ha detenido en el soporte y además ayudando el hecho de haber sobreventa.
Hemos tenido 12 recesiones desde la Segunda Guerra Mundial. El dato es que el S&P 500 tocó fondo y marcó un suelo 5 meses antes (de media) de que la recesión terminara. Quédense con la idea de que los mercados tienden a anticiparse.
El S&P 500 ha llegado a caer este año algo más de un 30%. En 2009 llegó a caer un 25% pero terminó finalmente el año en verde. Lógicamente la situación es diferente y aparentemente más grave, las consecuencias económicas serán más intensas.
Hace dos semanas, el S&P 500 formó lo que hasta la fecha es el suelo de mercado. Desde entonces, ha subido un 19.1%, siendo el mejor rally de dos semanas desde los mínimos de marzo de 2009 y 1938.
Es verdad que el riesgo de que los mercados vuelvan a caer un 20%-30% se han reducido respecto a dos semanas atrás debido a las amplias medidas de los gobiernos y los bancos centrales. Sin embargo, existe el riesgo de que Estados unidos, al posponer medidas más fuertes, pueda tener un brote más grande y luego un mayor impacto en su economía.