Entre los años 2001 y 2011, el precio de los metales preciosos con mayor operatividad en los mercados financieros del mundo, tal es el caso del oro, la plata, el platino y el Paladio, ha desarrollado un importante bull market (mercado de toros o alcista), que en algunos casos llegó a subir casi diez veces su valor.
Sin embargo, desde el año 2011 y hasta el 2015 en todos los casos se apreció un fuerte recorte de las ganancias acumuladas en el período alcista antes mencionado y al observar técnicamente el comportamiento desarrollado por estos metales desde su piso del año 2015 hasta la fecha, bien resulta considerar la posibilidad de estar en puerta de la habilitación de al menos una fuerte recuperación parcial a la baja de los últimos años, lo cual desde lo operativo podría considerarse un evento muy atractivo.
En este sentido, pasaremos a desarrollar los análisis para cada uno de estos metales y así conocer los parámetros técnicos a tener en cuenta, ya sea que permitan corroborar nuestras expectativas alcistas o bien que las invaliden.
Este es quizás el metal de mayor referencia, no sólo por lo que representa en sí mismo para el inversor, ya que muchas veces actúa como refugio de valor, sino porque, a su vez, suele ser la contraparte al accionar del dólar en el mundo.
Si bien esto puede ser considerado por algunos como un riesgo potencial, dado el ruido político y comercial que atraviesa hoy el mundo, lo que hace presumir a muchos que la fortaleza del dólar se mantendría, siendo ello perjudicial para una valorización del precio del oro, como ya hemos advertido en columnas previas y principalmente en nuestra columna del pasado mes de diciembre, “El dólar en el mundo alcanza máximo de los últimos 14 años. ¿Qué sigue?“, del lado técnico creemos que hay altas chances para considerar que los máximos conseguidos para la apreciación del dólar en el mes de diciembre pudieron haber sido significativos y que desde entonces un recorte mayor al ciclo alcista de los últimos ocho años pudo haber quedado habilitado.
Si esta lectura analítica es correcta, al menos el comportamiento del último mes operativo ha respondido en este sentido, entonces debemos estar muy atentos a la recuperación que está teniendo en concordancia el precio del oro, que ha pasado de niveles de 1.130 dólares por onza a los valores actuales de 1.230 dólares.
En efecto, focalizando la atención en el metal, resulta favorecido considerar que el piso de diciembre del 2015, en niveles de 1.045 dólares, ha sido de importancia y que la recuperación desde allí puede ser mayor a los máximos vistos hasta el momento, en niveles de 1.375 dólares en julio pasado. En este sentido, en la medida en que los precios logren sostenerse por encima de los mínimos de diciembre del pasado año en los 1.130-1.120 dólares, el avance en curso desde esas instancias puede dar parte a un nuevo segmento alcista dentro del proceso de recuperación del piso del año 2015, con lo que cabe esperar en los próximos meses no sólo que los precios regresen hacia máximos de julio pasado en 1.375 dólares, sino incluso que accedan por encima de esa zona y así busquen objetivos de recuperación más ambiciosos, en los 1.450-1.500 dólares por onza.
Estaremos atentos a un quiebre alcista de la zona de 1.280-1.300 dólares, ya que dicho evento estará confirmando técnicamente la liberación de alza mayor hacia los 1.450-1.500 dólares para los próximos meses.
Si bien este metal es bastante más volátil en su comportamiento, las expectativas de precio hacia los próximos meses se encuentran acorde con lo propuesto para el oro. En efecto, es favorecido considerar que el piso de 13,6 dólares por onza conseguido en diciembre del año 2015 ha sido significativo a todo el bear market desarrollado desde los valores históricos de 49,5 dólares del año 2011.
En este sentido, creemos que la recuperación observada entre diciembre del 2015 y julio del 2016 hacia niveles de 21 dólares se trataría sólo de un movimiento menor dentro de un proceso de recuperación mayor que esperamos que se materialice para el precio de la plata hacia los próximos meses, al menos. Por este motivo, el recorte desarrollado desde los máximos de julio pasado en 21 dólares se considera sólo menor; pensamos incluso que este recorte pudo haber finalizado al mínimo de 15,59 dólares de diciembre pasado y que desde allí la tendencia alcista en el precio del metal ha quedado retomada, con objetivos que proyectamos en los próximos meses hacia la zona de 27-28 dólares.
Con subidas del metal en las próximas semanas por encima de los 19 dólares se estaría confirmando esta lectura técnica y el metal quedaría liberado de buscar los objetivos de alza arriba propuestos.
Si bien la gráfica de fondo de este metal se muestra algo diferente al oro y la plata, ya que el techo histórico de su bull market fue en el año 2008 y no en el año 2011, desde enero del 2016 el precio viene respondiendo de igual manera que el oro y la plata, con lo cual bien podríamos inferir que los mínimos de 806 dólares pudieron haber marcado un piso significativo para el metal.
En este sentido, creemos que, de sostenerse los precios por encima de la zona de 880-800 dólares, el platino estará en condiciones de comenzar un proceso de apreciación buscando mínimamente regresar hacia la zona de 1.230-1.250 dólares, e incluso buscar instancias más ambiciosas cercanas a los 1.350-1.400 dólares; ello siempre como recuperación parcial al bear market sufrido en los últimos 5 años, como mínimo.
Finalmente, este metal es quizás el que ha mostrado mayor firmeza en cuanto a su precio, ya que si bien entre el 2014 y diciembre del 2015 ha sufrido una caída importante que llevó al precio de niveles de 910 dólares a mínimos de 450 dólares, desde entonces el metal ha venido recuperando posiciones y actualmente se encuentra en instancias de 770-780 dólares.
Las expectativas también son favorables, creemos que este proceso de recuperación en curso para el paladio presenta mayor potencial, con posibilidades de regresar hacia los máximos del 2011 y del 2014, en torno a los 900-910 dólares, e incluso con altas chances de que esta zona también sea superada y así logre liberarse un camino de avance mayor, quizás buscando valores históricos que registra el metal hacia el año 2001 en torno a los 1.100 dólares.
Mientras tanto, cualquier recorte desde los niveles actuales no debería ir más debajo de la zona de 650-580 dólares, para que finalmente luego el avance proyectado continúe su curso.
En conclusión, del lado técnico se aprecia que los metales preciosos se muestran atractivos como para estar expectantes de una valorización en su cotización hacia el presente año, por este motivo es que sugerimos poner la atención operativa en ellos, al igual que en activos relacionados con el sector.