Las declaraciones recientes de la Reserva Federal desataron el caos en la bolsa de EEUU, que no para de caer. Otros activos como bonos y criptomonedas, también fueron duramente castigados. ¿Hasta dónde puede caer? ¿Qué puede pasar? ¿Qué rol juega la Reserva Federal en todo esto? Quedate hasta el final que te cuento todo.
Comencemos con el gráfico del S&P 500, el índice más representativo de la bolsa de EEUU:
La fiesta de acciones, prácticamente ininterrumpida desde 2009, se terminó. O por lo menos se pausó. El contexto cambió hace varios meses, desde que la inflación dejó de ser transitoria. El ciclo de tasas cero y de dinero gratis se acabó. La Reserva Federal no tuvo más remedio que ser más agresiva y enfrentar el flagelo inflacionario mediante la suba de la tasa de interés.
Esto afectó las valuaciones de las acciones, logrando uno de los peores inicios de año en la historia de Wall Street. El S&P 500, hasta junio, llegó a estar -24%. Desde allí, tuvo una gran recuperación del 20%, pero no pudo con la línea amarilla del gráfico. ¿Qué significa esa línea? Es la media móvil de 200 períodos y suele indicar la tendencia de largo plazo. Como vemos, rebotó hasta ahí y aceleró a la baja nuevamente. Por eso, podemos decir que técnicamente Wall Street sigue en tendencia bajista.
Qué pasó recientemente
El último dato de inflación de julio fue del 8,5% interanual, por debajo del mes anterior (9,1%) y de lo que se esperaba (8,7%). Esta noticia fue de las mejores que recibió el mercado, generando un recuperación muy fuerte en las acciones, que se pausó hace dos semanas. ¿Qué hizo cambiar el ánimo optimista?
Diferentes miembros de la Reserva Federal se encargaron de ratificar que la inflación continuaba siendo muy elevada y que no iban a relajar la política monetaria por el reciente buen dato. Luego, Jerome Powell, el presidente de este organismo, fue contundente con su mensaje. Destacó que el principal objetivo es bajar la inflación al 2% y que harán todo lo posible para lograrlo, a pesar de que sea a costo de generar dolor en la economía
Ante esta postura más restrictiva, el mercado descontó un escenario más negativo para las acciones, que aceleraron su caída, confirmando la tendencia bajista de largo plazo.
Una tendencia simplemente nos orienta de cara al futuro sobre lo que puede pasar. No es más que una indicación probabilística. Por el momento, las probabilidades de ver una continuación en la caída en Wall Street son altas. ¿Por qué puede seguir cayendo el mercado? Veamos:
Acá te dejo el ratio Price-to-earnings, que representa el precio que se paga por una acción en relación a las ganancias anuales que genera.
Con esta métrica, el mercado está un 48% más caro que el promedio de las últimas décadas.
Además, utilizando el indicador de Warren Buffet (Market Cap sobre el PBI), el mercado se encuentra un 36% más caro que el promedio.
No podemos olvidar que la tasa de interés a 10 años está en niveles del 3,3% y las probabilidades de que siga subiendo son altas. Lógicamente, esto le seguiría repercutiendo negativamente a las acciones, principalmente a las tecnológicas.
El mercado sigue estando “caro” con la mayoría de las métricas que se utilicen. Además, la inflación continúa siendo altísima, afectando los márgenes de ganancias de las empresas. Se están empezando a ver las consecuencias recesivas y seguramente haya más dolor, tal como vaticinó la Reserva Federal.
Los siguientes datos de inflación, las próximas decisiones de la Reserva Federal y los balances de las empresas serán vitales para definir qué puede pasar a futuro. Por ahora, la tendencia es bajista. A operar con precaución.