• La inversión acumula 15 meses de pérdidas consecutivas, llega a niveles de 1997.
• En abril, la IFB tiene su mayor desplome del registro: -36.9 % a/a vs -25.8% est.
• Con cifras ajustadas por estacionalidad la inversión tuvo una baja de 28.9% mensual.
Los flujos bajos de inversión serán una nueva condición estructural de la economía mexicana
De acuerdo con información del INEGI, en abril de 2020 el índice de la Inversión Fija Bruta (IFB), con cifras originales, se ubicó en 62.3 unidades, lo que implica un desplome muy significativo respecto a los 91.7 en que se ubicó el mes pasado. La pérdida de casi 30 puntos es por mucho la peor en un mes y representa casi el triple de la caída de 10.8 puntos que se observó durante enero de 2009, el de las más altas afectaciones por la crisis financiera. De esta manera, durante el mes de mayor intensidad en las medidas de confinamiento en nuestro país, la variación anual (a/a) de la inversión fue de -36.9%, cifra que distó significativamente del estimado del consenso de -25.8%. Así, tras 15 meses de caídas consecutivas, los flujos de inversión se encuentran en niveles no vistos desde junio de 1997.
Con cifras ajustadas por estacionalidad la inversión tuvo una baja de 28.9% mensual
En su comparativo mensual (m/m) y con cifras reales, ajustadas por estacionalidad, el índice se contrajo en 28.9% m/m, lo que constituye también su peor desempeño en toda la serie y la tercera caída mensual de doble dígito desde 1993. Aunque al interior todos los componentes se desplomaron, la construcción, que tiene un peso de más del 60% en la IFB, tuvo una variación más abultada (-30.9% m/m) que la de la maquinaria y equipo (-25.1% m/m). Además, en este último rubro la inversión importada se diferenció del resto de los componentes al tener una caída menos profunda (-12.0% m/m) que podría ser producto en gran medida de la fuerte depreciación del tipo de cambio durante el mes.
Rumbo Económico
En el pasado reciente de nuestro país, el declive de la inversión ha sido el principal lastre pata el crecimiento. En abril es evidente que adicional al clima de la incertidumbre política interna, los nuevos riesgos ocasionados por el Covid-19 han maximizado la magnitud de las pérdidas en ella. Hacia adelante, es poco probable que se observe una recuperación inmediata de este indicador pues la disipación del incentivo de la depreciación del tipo de cambio, la reducción de la confianza empresarial durante mayo y la posible contracción del ahorro interno por la merma en el ingreso apuntan a que los flujos bajos de inversión serán una nueva condición estructural de la economía mexicana en los próximos meses. Posterior al dato, el tipo de cambio se ha apreciado en 0.45% frente al dólar y se cotiza cerca de los $22.18.