El peso mexicano se está derrumbando frente al dólar. ¿Podría esto tener un efecto sobre el resto de América Latina? ¿Significa que se podría avecinar una crisis económica en México? Sería exagerado afirmar esto por el momento, pero hay que notar que el país sufre la mayor fuga de capitales desde el efecto tequila en 1995 y que la economía viene endeudándose hace 20 años:
En 1995, en pleno efecto tequila, hubo ventas de títulos del gobierno mexicano por 83 mil millones de pesos. ¿Qué pasó en 2016? Hasta mediados de año se habían fugado 203 mil millones de pesos, aunque la fuga final fue de sólo 20 mil millones ya que el Banco de México subió la tasa de interés de 3.25% a 5.75% y consiguió que reingresara el 90% del dinero que se había fugado.
Vale aclarar que el peso mexicano es la décima moneda más transada del mundo, que alcanza un volumen diario de 112,000 millones de dólares. En consecuencia, no debe sorprender que la intervención del Banco de México de 2000 millones de dólares no hay tenido prácticamente impacto en contener al tipo de cambio.
El camino será a través de la tasa de interés: se espera que el 9 de febrero, durante el anuncio de decisiones de política monetaria, el Banco de México eleve la tasa de referencia 0.50% desde el nivel actual de 5.75%. Diferentes estimaciones ubican esta tasa de referencia en torno al 7.50% para fin de año.
Hay que destacar que la cantidad de reservas del Banco de México le permite afrontar con cierta comodidad una eventual crisis:
Sin embargo, no hay que pensar que las reservas puedan salvar al país de las debilidades estructurales que posee.
Aquí expongo tres grandes problemas que está afrontando México en este momento.
1. Relación comercial con los Estados Unidos. ¿Habrá proteccionismo?
Semanas atrás Ford (NYSE:F) canceló una inversión de 1600 millones de dólares para construir una planta en el país. Además de esto, Donald Trump amenaza a otras automotrices con imponerles aranceles que podrían llegar al 35% a aquellas unidades no armadas en los Estados Unidos.
Trump promete revisar o en un extremo, retirar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), algo que tendría repercusiones importantes para México, que envía el 77% de sus exportaciones al vecino del norte:
El país no solo enfrenta el efecto Trump sino que, como en el Tequila, encara un ritmo creciente de endeudamiento, desequilibrios externos y la amenaza de una aceleración en la inflación, así como tasas de interés restrictivas. Si Trump implementa medidas como aranceles a las exportaciones mexicanas o un impuesto a las remesas le costará por lo menos 0.5% a la economía, con lo que se estima un rango de crecimiento de 1% a 1.8% para 2017 (en septiembre 2015 esa estimación estaba en 4%)
2. Déficit fiscal creciente que preocupa a las calificadoras.
La situación macroeconómica de México parece empeorar. Así lo demuestra el creciente déficit fiscal y el crecimiento de su deuda como proporción del PBI:
Sin embargo, debemos resaltar que la violenta depreciación del peso mexicano no ha alcanzado para frenar el déficit de cuenta corriente de los últimos 20 años: (!)
3. Posible suba de tasas de interés en los Estados Unidos.
Este último efecto simplemente le dificultará la tarea al Banco de México, ya que deberá subir sus tasas de interés más de lo previsto para competir con los rendimientos del dólar, guiados por la política monetaria de la Fed.
Por todo lo expuesto, quien crea que el peso mexicano esta cercano a encontrar un piso, debería pensarlo nuevamente. México se ha endeudado en los últimos 20 años, en buena medida por las facilidades del acuerdo comercial con los Estados Unidos. Si ahora ese acuerdo se revisa… la situación podría empeorar dramáticamente.
Comentario de Mercado:
Seguimos pensando que el mercado está en un proceso de techo. La semana pasada tuvimos nuevos máximos en el Nasdaq con muy pocas acciones que conforman el índice realizando máximos. Veremos definiciones en los próximos días con el inicio de la temporada de ganancias.