El carnaval vivido el último tiempo en Wall Street, el cual se extendió hasta enero de 2018, parece haber llegado a su fin. De momento, la única certeza es la vuelta de la volatilidad a los mercados, mientras los principales índices de EEUU no logran romper la tendencia lateral en la cual se encuentran navegando desde febrero. Sin embargo, no todo es tristeza y nerviosismo. Aunque la alegría, después de todo, parece que es solo brasilera.
En una época en la que predominan la incertidumbre y los magros retornos, las acciones de Petrobras (NYSE:PBR), la firma de Brasil de mayor capitalización bursátil que cotiza en EEUU, no paran de crecer.
Sólo en lo que va de 2018, los títulos de esta petrolera subieron casi un 60%:
Pero esto no es todo. Las acciones de Petrobras han quebrado una tendencia bajista de largo plazo, iniciada en 2008:
Lo que me gusta de Brasil en general es que ya el año pasado venía dando claras señales de una recuperación económica, en medio del vendaval político. Las elecciones de este año sin duda jugarán un papel importante, al menos en los retornos de corto plazo, pero las perspectivas para el mediano plazo son buenas.
Respecto de Petrobras, la compañía fue muy castigada luego del escándalo con Odebrecht. No obstante, ya había comenzado a mostrar buenos resultados, terminando 2017 con ganancias luego de varios años malos:
Ahora bien, no podemos dejar pasar un dato central, y es que uno de los motores principales de la recuperación de la petrolera brasilera ha sido la re-valorización del precio del petróleo:
Para que quede claro, debajo podemos ver la evolución del precio de la acción de Petroleo Brasileiro (BA:APBR) S.A. comparado con el precio de este commodity:
Tengo buenas perspectivas para Petrobras en el mediano plazo. Lamentablemente, sus acciones no estarán ajenas a al resultado de las elecciones en Brasil, aunque una vez que se recupere la calma, veo mucho potencial hacia arriba.
Por otra parte, y como comentario final, vale tener en cuenta que una suba en el precio de commodities como el petróleo no sólo favorece a las petroleras, sino a muchas otras industrias las cuales vale la pena seguir de cerca. La industria naviera -golpeada con fuerza los últimos años-, es un buen ejemplo de ello.