El petróleo hizo máximos de los últimos 10 meses, motivado por recortes de oferta y una demanda creciente. ¿Qué consecuencias tiene en el mercado?
Comencemos por el gráfico:
Desde los mínimos de hace tres meses, acumula una suba del 35%, volviendo a alcanzar niveles no vistos desde noviembre de 2022.
Hay dos factores principales que explican la aceleración reciente. Por el lado de la oferta, Arabia Saudita y Rusia han decidido recortar la producción petrolera en 1,3 millones de barriles diarios hasta fin de año.
Además, por el lado de la demanda también hay presiones. China y EEUU, los dos mayores consumidores, se mantienen resilientes. Ambos presentaron datos económicos relacionados a producción y ventas minoristas por encima de lo esperado.
Una caída en la oferta y una demanda creciente generan presiones alcistas en el precio del petróleo, que lógicamente afecta a todo el mercado.
Por un lado, se benefician las compañías petroleras. Veamos el rendimiento de XLE, el ETF de energía (ExxonMobil (NYSE:XOM) y Chevron (NYSE:CVX) representan el 40% del fondo):
Está en zona de máximos y sigue teniendo gran potencial. Además, si sube el petróleo también van a subir los otros activos alternativos: gas, carbón, uranio. Entonces, todo el sector de energía luce con buenas perspectivas.
Recordemos también que el sector energético fue el único ganador durante el 2022, un año fatídico para las acciones y los bonos globales.
Además, el relato del cambio climático ha desincentivado la producción de energías fósiles y las energías renovables aún no pueden satisfacer completamente la demanda energética actual. Esto ha creado una situación tensa, con una oferta limitada y una demanda creciente, lo que a su vez impulsa el alza en los precios del petróleo.
Una consecuencia negativa de la suba del petróleo para el mercado tradicional se explica por la cuestión inflacionaria.
A continuación, un gráfico de la inflación en los EEUU y el precio del petróleo:
La alta correlación es evidente y se debe principalmente a la importancia del petróleo. Un aumento del precio eleva los precios de los combustibles para el transporte y, por lo tanto, el costo de la logística, aumentando así el precio de los bienes en general.
Adicionalmente, este aumento de precios también afecta a otros sectores, como la producción de plásticos, fibras sintéticas para la industria textil, materiales de construcción como el asfalto, entre otros. Estos costos adicionales suelen repercutir en los precios finales de diversos productos.
Por eso, la Reserva Federal está muy pendiente de lo que pase con el petróleo. Si acelera su rumbo alcista, la inflación seguramente no ceda. Y eso impactaría negativamente en el mercado, ya que la tasa de interés demoraría más en bajar.