Tal como se viene escuchando estos últimos días, ha comenzado el esperado segundo semestre, y la expectativa también crece en el mundo Pyme. Es claro que en esta primera etapa de gobierno, era necesario un ajuste de tarifas, y por sobre todo, un sinceramiento en el tipo de cambio. Ya que poco a poco, la inflación y la falta de competitividad en precios, nos llevaban a un encierro dentro de la propia economía argentina.
Si bien existen expectativas sobre este segundo semestre para que paulatinamente se empiece a notar una reactivación de la economía, no será fácil verlo en el transcurso del presente año. Ahora bien, vayamos a ver como enfrentaron las Pymes estos cambios, y cuáles son sus expectativas a futuro.
De más está decir, que sobre todo para las pequeñas y medianas empresas, no fue fácil adaptarse al ajuste de tarifas. De hecho, en el sector industrial, han tenido una baja importante en su actividad. Igualmente, en términos generales, las perspectivas de estos cambios fueron tomadas positivamente en la mayoría de los sectores, entendiéndose que han sido herramientas necesarias para un sinceramiento de la economía.
No hay que dejar de destacar que aunque los cambios impactan fuerte y generen cierta recesión, se ha levantado un cepo que nos quitaba competitividad, y se ha logrado arreglar con los holdouts, lo cual era un tema de suma relevancia.
Pero, ¿qué le espera a las Pymes en el segundo semestre? ¿Es momento de comenzar a tomar decisiones de inversión a largo plazo? Todo indicaría que podrían empezar a pensar en un panorama bastante más alentador. Deberíamos comenzar a notar de a poco una baja en la inflación, y un tipo de cambio que si bien continuará oscilando, lo hará de manera más estable y competitiva.
Los salarios sufrieron una pérdida en el poder adquisitivo, pero se irán recuperando con una inflación que, como hemos mencionado, irá decreciendo. La reactivación de la obra pública comienza a ser un hecho, y de la mano de la misma se reactivará la construcción con sus respectivas cadenas de valor. Sin embargo, todas estas mejoras podrán visualizarse con mucha más claridad en el transcurso del año 2017.
Si suponemos que es un buen momento para empezar a poner el pie en el acelerador, y pensar en proyectos de inversión, ¿cuáles son las herramientas más convenientes para las Pymes en lo referido a inversiones de largo plazo? Antes que nada, aclaremos que pare pensar en ello, primero debemos tener de manera ordenada todo lo referido al financiamiento de capital de trabajo. No hay que olvidar que las obligaciones de corto plazo con buenos panoramas económicos, pueden llevarnos a problemas realmente serios.
Pasemos entonces a ver qué alternativas encuentran hoy las Pymes para financiarse:
Corto plazo: hoy principalmente financiado a través del mercado de SGRs y el mercado bancario. Como ya se ha mencionado en notas anteriores (Financiamiento para Pymes mediante SGR), a través del mercado de SGR pueden acceder a tasas realmente competitivas para el descuento de cheques de pago diferido avalados, y a la emisión del pagaré bursátil (Pagaré bursátil en dólares para Pymes), que dicho sea de paso, el instrumento empieza a verse cada vez con mayor frecuencia.
En el mercado bancario, las Pymes financian su capital de trabajo también con el descuento de cheques descubiertos en cuenta corriente, y préstamos que rondan los 12 y 24 meses, aunque muchas veces las tasas pueden resultar un tanto agresivas para este tipo de productos.
Las Pymes a su vez orientadas al comercio exterior, financian mucho su capital de trabajo a través de la financiación de importaciones y prefinanciación de exportaciones. Las tasas en dólares hoy resultan bastante más atractivas, tanto en el financiamiento en bancos, como en el mercado de capitales a través del pagaré burstail anteriormente mencionado.
Largo plazo: he aquí la gran duda, ¿cómo podemos pensar en el largo plazo teniendo incertidumbre sobre el nivel de tasas a futuro? Si bien la tendencia de la tasa de interés irá disminuyendo, nadie puede asegurar cómo será su comportamiento. Hoy resulta extraño ver a los bancos privados financiando proyectos de inversión de largo plazo a más de 36 o 48 meses. Y aquellos que lo hacen, el nivel de tasas se vuelve inviable para el mundo Pyme.
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Por ende, deben buscar en los subsidios nacionales y regionales para pensar en verdaderos proyectos de inversión. En este sentido, hay que destacar que el actual gobierno ha promocionado una línea más que interesante a través del BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior) que cubre esta inestabilidad de tasas que nadie puede predecir mediante techos de tasa fija, y un ajuste de la mano de la tasa Badlar.
¿Qué significa esto? Que la Pyme puede asegurar un tope de tasa que le resulte conveniente al día de hoy, para que en el caso que se produzca una baja en el camino de sus inversiones, la misma se corregirá para abajo, pero nunca para arriba. Los plazos de financiamiento de este tipo de proyectos son de hasta 10 años y el gobierno ha salido con el objetivo de colocar importantes montos a través de este tipo de productos.
Concluyendo, creo que el peor momento de los ajustes ha pasado, y si bien es un hecho que no todos lo han podido afrontar con facilidad, la mejora que estos cambios han generado o generarán, se irá notando paulatinamente con el correr de los meses, empezando a ver resultados más claros a principios del año 2017.
Sin dudas es momento de pensar en la inversión de largo plazo, apostando a un país más industrializado y competitivo. Entendemos que la apertura de las importaciones complicará en cierta medida al sector industrial, pero es momento de transformar ese riesgo en proyectos de inversión, aprovechando para que la liberación del cepo nos haga competitivos en el mercado internacional.