La banca española sigue inmersa en un escenario complicado, como sucede también con el resto de bancos del Viejo Continente, donde la principales entidades se vieron abocadas a asumir una serie de gastos derivados de una mala praxis, hecho que repercute en el ROE. Y en nuestro país podríamos también añadir que los procesos judiciales por las cláusulas suelo supusieron un coste que incluso superaba los 2.200 millones de euros. Y también está el IRPH, cuya resolución también es una amenaza, no sólo para los resultados de los bancos éste ejercicio 2020, sino también para sus dividendos.
El 21 de enero presentan resultados Bankinter (MC:BKT) y Sabadell (MC:SABE). El 29 de enero le toca a Santander, el 31 de enero a BBVA (MC:BBVA) y el 5 de febrero a Bankia (MC:BKIA) y CaixaBank (MC:CABK).
En principio, podríamos esperar unos beneficios este año que oscilarían entre 16.200 y 16.375 millones de euros para las entidades bancarias del selectivo español. Es decir, BBVA, Banco Santander (MC:SAN), Bankinter, Caixabank, Banco Sabadell y Bankia.
Si nos centramos en los dos grandes, BBVA y Santander, tenemos que han sufrido varapalos contables en sus respectivas filiales anglosajonas, hecho que podría hacer que sus números fuesen los peores en años. El final del 2019 podría implicar para BBVA un resultado de 3.000 millones de euros y un BPA (beneficio por acción) de 0,15. En el caso del Santander el ROE podría ser el más bajo en los últimos 5-6 años. El BPA podría ser algo ligeramente inferior al del BBVA, en torno a 0,14.
Por su parte, Bankia ya reconoció hace unos meses que no podría cumplir sus objetivos. Y es que cuando hicieron el plan Estratégico 2018-2020 barajaron un escenario de los tipos de interés diferente al que se ha producido finalmente, de manera que la previsión de beneficios de 1.300 millones de euros para el año era una utopía. Se espera un BPA bajito, sobre 0,02.
Respecto al resto de bancos, CaixaBank podría presentar un BPA de 0,04-0,05. Banco Sabadell incluso más bajo, un 0,02. Por su parte, el de Bankinter podría ser de 0,13-0,14.
Atención al BPA y al PER
Para entender mejor el tema del BPA, lo explico brevemente. El beneficio por acción es la parte de beneficio que corresponde a cada una de las acciones de una compañía. Se puede afirmar que este ratio es utilizado para evaluar la rentabilidad de la compañía en cuestión. Su cálculo es “sencillo”: se obtiene dividiendo el beneficio neto de la empresa entre el número de acciones totales durante el año. Un ejemplo: si una compañía presenta como beneficio neto 1 millón de euros y su capital está compuesto por 2 millones de acciones, el BPA sería de 0,50 euros por acción.
Pero no nos confundamos. Un accionista no va a cobrar ese beneficio, eso únicamente sucedería si la empresa decide repartir el beneficio en forma de dividendos.
Por si no se habían dado cuenta, el BPA no tiene por qué ser siempre positivo, ya que si la empresa espera cerrar el año con pérdidas, su BPA será negativo.
Ineludiblemente, cuando hablamos de BPA hay que hacer referencia al PER, un ratio que mide la relación entre el precio de mercado de una compañía y su beneficio total. Realmente, indica el número de veces que el beneficio por acción de una empresa está contenido en el precio de la acción de esa determinada compañía. Es decir, el ratio PER nos dice cuanto están dispuestos a pagar los inversores por cada euro de beneficio, lo que se puede interpretar como el número de años que la empresa va a tardar en generar los beneficios equivalentes al precio que está pagando el inversor por el precio de la acción (si el precio de una acción es 15 euros y el beneficio por acción anual es un 1 euro, el PER es 15 e indica que en 15 años, si el beneficio se mantiene estable, la empresa generará suficientes beneficios para devolver el precio inicialmente pagado
Se obtiene dividiendo el precio de cotización de las acciones entre el BPA. Ejemplo: si las acciones cotizan a 10 euros y el BPA es 0,50, el PER sería 20.
En principio, un PER alto implica que la cotización de la compañía es alta con respecto a sus beneficios, de manera que la acción está sobrevalorada. Pero no hay que llevarlo al extremo, porque un PER alto tampoco es algo malo si hay perspectivas de incremento de los beneficios de la empresa. Por tanto, un PER elevado, generalmente por encima de 25, puede indicar que la empresa esté sobrevalorada o bien que los inversores creen que los beneficios de la empresa van a subir en los próximos años.
Por el contrario, un PER pequeño, por debajo de 15, indica que la empresa está infravalorada o que los inversores creen que los beneficios van a reducirse.
Fundamental para los inversores es tener presente que para saber si el PER de una empresa es alto o bajo, se requiere compararlo con el PER del resto de empresas del sector. Y esto es debido a que, generalmente, el sector tecnológico tiene un PER elevado y el sector bancario un PER más bajo.
El PER de los bancos del Ibex es el siguiente: Santander (7,93), Bankia (10,72), Sabadell (8,34), Bankinter (11,57), BBVA (8,33), CaixaBank (8,45).
Perspectivas
2019 no ha sido un año fácil para la banca española. Basta comparar que el índice de bancos cayó un -3,3% mientras que el Ibex 35 subía algo más de un 11,60%. Los catalizadores que pesaron sobre el sector, en principio, siguen vigente para este ejercicio, de manera que no debería de producirse grandes cambios al respecto.
- Banco Santander podría ser de los pocos bancos que se salvasen aspirando a buscar los 4-4,5 euros.
- BBVA sería el otro banco que tendría opciones de salvarse de la quema buscando como objetivo los 5-5,20 euros.
- Bankia presenta el problema de que ya cotiza incluso por encima de su precio objetivo de 1,80 euros y no presenta catalizadores a favor.
- Sabadell alcanzó su precio objetivo de 1,10 euros y comenzó a caer desde ese momento, por lo que su teórico potencial es limitado.
- Bankinter prácticamente más de lo mismo, justo cuando iba a alcanzar su precio objetivo de 6,90 euros comenzó a caer y no presenta un potencial ilusionante.
- CaixaBank tiene su precio objetivo en los 3 euros y no será fácil que suba mucho más allá de esa cota.
Así pues, los bancos españoles deberían de volver a tener otro año complicado en Bolsa y seguramente Santander y BBVA podrían salvarse.