Editorial
Mercado de Dinero: La Reserva Federal de EUA sorpresivamente hizo un viraje en su política de proceso gradual de normalización de tasas de interés y durante 2019 llevó a cabo tres recortes consecutivos del costo del dinero. La razón detrás de este cambio de dirección fue el riesgo generado por el conflicto comercial entre EUA y China y su impacto negativo en las perspectivas del desempeño económico de EUA. Por momentos a lo largo del año volvieron a presentarse una “inversión” en la curva de rendimiento de bonos para algunos plazos (el diferencial entre tasas de mayor plazo respecto a las de corto plazo se acercó a cero o se volvió negativo), lo que encendió las alertas y preocupaciones de que EUA podría estar cerca de un proceso recesivo. Otra característica importante en el año fueron los constantes ataques de Trump al presidente de la FED, Jerome Powell, quien exigía mayores recortes de tasas. Hacia el final del año, el banco central estadounidense comentó que estaba cómoda con los niveles actuales de tasas y pronosticó que las mantendría en estos niveles (sin cambios) durante 2020. Por lo pronto, los mercados ya le compraron la idea de que efectivamente si la información económica no se deteriora o la economía se sobrecalienta, la FED no movería sus tasas en el corto y mediano plazo.
Con la inflación en tendencia a la baja (por debajo del 3.0%), y con una economía estancada, Banco de México replicó la acción de la FED e hizo lo propio ajustando la política monetaria con bajas en la tasa de interés (8.25%). Incluso, en la última reunión del año, Banxico se pudo desligar de la FED, ya que la autoridad mexicana llevó a cabo su cuarto recorte del año. También contribuyó a esta decisión, la relativa fortaleza del peso mexicano y que el diferencial de tasas con EUA se mantiene en niveles muy atractivos. Aunque esperamos un rebote en la tasa anual de inflación para 2020, y con presiones adicionales por la política de incremento en el salario mínimo, Banxico podría seguir en condiciones de disminuir el próximo año por lo menos dos veces más su tasa de referencia.
Mercado Cambiario: A pesar de las dificultades y múltiples riesgos presentes en la economía mexicana y global, el peso mexicano tuvo un comportamiento de relativa fortaleza durante 2019. Esto es, en sentido estricto la moneda mexicana acumula una apreciación superior al 3.0% respecto al cierre de 2018, y el promedio en el año es muy similar al del año pasado. Gran parte del comportamiento del peso se explicó por factores externos. Aun así, por momentos los temas internos cobraron relevancia y podrían justificar ciertos vaivenes en el tipo de cambio. Tres factores explicaron en mayor medida el comportamiento del peso mexicano en 2019: alto diferencial de tasas de interés entre México y EUA; recortes de tasas de interés por parte de la FED y; estabilidad fiscal y financiera en México. En el ínter hubo otros elementos que contribuyeron en segundo grado a favorecer el comportamiento reciente en la moneda mexicana, como el hecho de que se haya evitado un Brexit duro, perspectivas de una solución en el conflicto comercial entre EUA y China después de que acordaron la fase 1 de un acuerdo parcial (todavía sin firmarse), y posibilidad de que el Congreso estadounidense ratifique el T-MEC después de que la cámara de representantes (el principal escollo) hiciera lo propio.
Bursátil: A diferencia de 2018, el 2019 fue positivo para las Bolsas de Valores en el mundo. Las promesas de mayores estímulos monetarios, en particular los recortes de tasas de interés en EUA y la reanudación de compras mensuales por parte del Banco Central Europeo, terminaron dominando sobre los efectos negativos que se generaban por la preocupaciones en torno al desempeño económico mundial (en gran parte por la guerra comercial de EUA y China). Por lo que de nueva cuenta, las voces de la proximidad del fin del ciclo alcista de los mercados globales de renta variable volvieron a equivocarse, ya que la mayoría de las bolsas cerraron en máximos de varios años.
En EUA, los índices alcanzaron máximos históricos en 2019, ayudados por la mejora del sentimiento de los inversores en cuanto a las relaciones comerciales, los recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal y el optimismo de que la economía evitará una severa caída por lo menos en el corto plazo. Así, los reportes corporativos fueron en términos generales positivos. El sector tecnológico fue el gran ganador, mientras las dudas se mantuvieron en acciones vinculadas al sector energía e industrial. En particular, los mercados finalizaron el 2019 con: Dow Jones (+22.3%), Nasdaq (+35.2%), S&P´s 500 (+28.9%).
En México, el principal índice de la BMV regresó al terreno positivo al registrar un alza de 4.6%. En este sentido, 19 emisoras registraron balances anuales positivos.
Commodities: El precio del petróleo operó con tres tendencias muy marcadas. La primera alcista, hasta abril en la que alcanzó su mejor nivel en el año (WTI en 66.3 dólares por barril). cuando desde ese entonces se vislumbraba que la tregua alcanzada entre EUA y China en diciembre de 2018 ayudaría a evitar que el conflicto comercial escalara. Sin embargo, esa tregua se rompió con el anuncio de nuevos aranceles por parte de Trump a las compras de productos desde China, lo que provocó que a partir de ese punto entrara en espiral bajista. A las preocupaciones del impacto negativo que tendría en la economía global la guerra comercial, se le unió un creciente incremento en los inventarios globales de crudo. Este retroceso duró hasta septiembre. Posteriormente, la especulación de que las dos mayores potencias del mundo podrían alcanzar un acuerdo y el compromiso de la OPEP de aumentar los recortes de la producción del petróleo, le ayudaron a regresar hacia los 60 dólares por barril. En el ínter hubo otros acontecimientos que generaron episodios de volatilidad como los ataques a buques petroleros de Arabia Saudita, donde Irán fue el principal sospechoso. En el caso contrario se ubicó el oro, donde fue un año muy positivo, aprovechando que los recortes de tasas provocaron que en términos relativos el metal fuera más atractivo como opción de inversión.
Riego País: Pese a las expectativas de un frágil crecimiento económico y las dudas sobre las políticas públicas, el riesgo medido como el costo que cobra una aseguradora (en puntos base) por garantizar el pago de una deuda soberana registró hacia finales de año su menor nivel en más de cinco años. Esto se explica en gran parte a la rígida disciplina fiscal, la inflación dentro del objetivo de Banxico, el refinanciamiento de pasivos de Pemex, disminución de tasas de interés a nivel global, menores tensiones comerciales con EUA, y una mejor posición relativa de México frente a otros países emergentes donde han ocurrido movimientos sociales.