Wall Streert logró aguantar hoy. Pero quizás se debió a que con el verano, el movimiento en los parqués fue exiguo. La jornada no fue fácil si tenemos en cuenta que el petróleo se volvió a hacer pedazos. El barril de WTI se despeñó un 3.9% y se fue por debajo de los 40 dólares, a 39.98 dólares. Con esta caída, el barril de WTI se ha hundido un 22% respecto a su máximo del año, los 51.23 dólares del 8 de junio, y por tanto ha entrado en un mercado “bear” o bajista.
Por supuesto que el sector de energía lo resintió. Fue con mucho el peor del S&P’s 500, con un derrumbe del 3.6%. En el Dow Jones, Exxon Mobil (NYSE:XOM) (-3.5%) y Chevron (NYSE:CVX) (-3.4%) fueron las peores acciones. Peor también bajaron con fuerza acciones como Schlumberger (NYSE:SLB) (-2.3%), EOG Resources (-4.2%) o ConocoPhillips (NYSE:COP) (-3.3%), Devon Energy (-6.4%) o Chesapeake Energy (NYSE:CHK) (-6.2%). Las 37 acciones del sector de energía acabaron con retrocesos.
Además, retrocedieron los sectores de servicio de telecomunicaciones (-1.0%), de materiales básicos (-0.6%) y de finanzas (-0.3%). Sin embargo, parte de las pérdidas fueron compensadas por el sector salud (+0.7%) y de tecnología de la información (+0.4%). Por tanto, y pese a la fuerte caída del sector de energía, el S&P’s 500 logró terminar con una caída moderada.
Al cierre de la sesión, el S&P’s 500 cerró con un modesto descenso de 0.13% a 2,170.84 pts mientras que el Dow Jones bajó un 0.15% a los 18,404.51 pts. El Nasdaq, sin embargo, logró avanzar un 0.43% para terminar en los 5,184.20 pts.
La jornada de hoy, además de estar marcada por el fuerte descenso del precio del petróleo, tuvo otros ingredientes. En los datos económicos, se publicó el ISM manufacturero, el cual se desaceleró a 52.6 en julio comparado con 53.2 en junio, y peor de lo estimado por los analistas (53.0). Si flojo resultó ese indicador, peor fue el reportes sobre gasto en construcción: en junio se contrajo un 0.6% cuando el consenso estimaba un incremento de 0.5%. La mala cifra se vio atenuada por el hecho de que el dato de mayo se revisó al alza de -0.8% a -0.1%, lo que distorsionó los pronósticos para junio.
Aun así, la atención de esta semana estará centrada en el dato del viernes, ni más ni menos que el supremo dato de empleo. Otro dato que puede complicar la lectura sobre el verdadero estado de la economía. De momento, el consenso prevé que la nómina se incremente en 180,000 puestos de trabajo durante julio, comparado con los 287,000 empleos que se crearon en el mes de junio. Ahora bien, pese a la desaceleración que se espera en la nómina, sigue siendo un número bastante sólido. Además, la tasa de desempleo se estima que se reduzca a 4.8% comparado con 4.9% en el mes anterior y que las remuneraciones por hora se incrementen en 0.2%, lo que dejaría la tasa anual en 2.6%, en la parte alta del rango observado desde la Gran Recesión.
Además del dato de empleo, mañana se publican los ingresos y gastos personales para el mes de junio, dato que nos hablará de la vitalidad del consumo privado, el punto fuerte de la economía estadounidense al final del segundo trimestre. Ese reporte incluye el deflactor del gasto de consumo, el indicador de precios favorito de la Fed. El consenso estima que los deflactores, tanto el general como el subyacente, se mantengan sin cambios en su tasa anual, de 0.9% y 1.6% respectivamente. El miércoles contaremos, además de con el pronóstico de ADP para la nómina privada, con el ISM del sector servicios.
En el calendario corporativo, mañana publica Pfizer (NYSE:PFE) y Procter & Gamble (NYSE:PG), y al cierre Electronic Arts (NASDAQ:EA). El miércoles será el tuno de Time Warner (NYSE:TWX), Humana (NYSE:HUM) antes de la apertura y después tendremos a Marathon Oil (NYSE:MRO), Metlife (NYSE:MET), Herbalife, Tesla (NASDAQ:TSLA) o TripAdvisor. El jueves contaremos con Chesapeake Energy, Apache Corp (NYSE:APA), Duke Energy, y Priceline (NASDAQ:PCLN) Group antes de la apertura, y tras el cierre a Kraft (NASDAQ:KHC) Heinz yViacom.
En Europa, los resultados del test de resistencia no lograron convencer mucho a los inversionistas, y las bolsas más golpeadas fueron las del sur de Europa, arrastrada por las financieras. La bolsa de Milán se hundió un 1.73% y el Ibex-35 de Madrid un 0.86%. En ese índice, las financieras se hundieron un 2.6%, destacando las caídas de Banco Popular (MC:POP), el peor calificado en el test (-5.9%) seguido de BBVA (MC:BBVA) (-3.7%), y Banco Sabadell (MC:SABE) (-2.9%). El Cac-40 de Parìs perdió un 0.69% y el Dax de Fráncfort sólo un 0.07%.
Por tanto fue una mala sesión: el petróleo se hundió, los datos económicos resultaron más débiles de lo previsto, y a Europa le fue mal a causa de los bancos. Pero Wall Street, en general, aguantó bien. Empezó agosto.