Una de las temporadas de presentación de resultados más volátiles de los últimos años está llegando a su fin. Esa es la buena noticia.
La mala noticia es que los resultados han empañado las perspectivas del mercado más que proporcionar a los inversores alguna claridad sobre el futuro. Veamos, por ejemplo, el caso de los gigantes tecnológicos, las empresas principalmente responsables de alimentar el repunte sin precedentes de la última década. La mayoría de estas empresas está entrando claramente en un bache y no han podido suscitar interés, justo cuando los mercados más lo necesitaban.
Los principales motores del crecimiento económico —Facebook (NASDAQ:FB), Alphabet (NASDAQ:GOOGL) y Amazon (NASDAQ:AMZN)— publicaron unos resultados muy dispares en general. Lo que los inversores sacaron de esas cifras no fue más que promesas para el futuro, sin nada concreto; estas empresas cambian sus modelos de negocio con el fin de adaptarse a las nuevas realidades del mercado, donde la prevención de las violaciones de privacidad y la manipulación política tiene prioridad sobre cualquier otra cosa.
Amazon, el mayor minorista online, anunció por segundo trimestre consecutivo que las ventas no han cumplido expectativas, mientras que las ventas del tercer trimestre de Alphabet no cumplieron las expectativas de los analistas. El crecimiento de los ingresos de los principales sitios de Google, incluyendo Search y YouTube, ha sido más lento que durante el período anterior.
Una de las mayores decepciones en el entorno tecnológico vino de la mano de la empresa más valiosa del mundo por capitalización de mercado, Apple (NASDAQ:AAPL). Después de que el fabricante de smartphones y dispositivos multimedia publicara sus resultados el 1 de noviembre y anunciara durante la teleconferencia que dejaría de publicar los datos de ventas del iPhone, sus acciones comenzaron una fuerte caída, perdiendo un 7% inmediatamente después de hacer públicas sus previsiones.
Durante las dos semanas siguientes, las acciones se desplomaron, cayendo más de un 16%, alcanzando su cota más baja desde finales de junio. La venta masiva se aceleró cuando una serie de proveedores de Apple rebajaron sus previsiones de demanda, lastrando las previsiones de demanda de iPhone, el buque insignia de la compañía, durante la temporada navideña, el periodo de ventas más importante del año.
Empeoramiento del entorno macroeconómico
Aunque las sorpresas negativas del informe de resultados sin duda desempeñaron un papel importante en la venta de acciones de estos grandes de las tecnológicas, es difícil ignorar el empeoramiento del entorno macroeconómico y las grandes preocupaciones en torno al crecimiento y la volatilidad que están obligando a los inversores a buscar opciones más seguras.
Prueba de esta tendencia viene del todavía pujante sector minorista. Algunos de los minoristas más importantes de la nación, incluyendo Walmart (NYSE:WMT), Macy’s (NYSE:M) y Home Depot (NYSE:HD), vieron sus acciones sometidas a una gran presión a pesar de haber registrado grandes ganancias y haber publicado unas positivas previsiones para el 4T.
Durante la presentación de resultados de la semana pasada, Walmart, el mayor minorista de entre los grandes del sector, anunció un aumento de las ventas trimestrales y elevo sus previsiones de ganancias para el año entero. Sus ventas online también aumentaron, ofreciendo aún más pruebas de que va camino de alcanzar a su principal rival, Amazon.
La empresa también siguió expandiendo sus servicios “clic y recoger”, que ahora están disponibles en 2.100 tiendas, así como el envío de comestibles, en 600 lugares. Estos esfuerzos han impulsado su crecimiento de ventas online hasta más del 40% en términos trimestrales. Sin embargo, las acciones de Walmart descendieron durante la semana pasada, perdiendo cerca de un 6%.
Las grandes petroleras ofrecieron una buena actuación. Algunos de los principales productores de petroleo y gas, incluyendo Exxon Mobil (NYSE:NYSE:XOM) y Chevron (NYSE:CVX) publicaron sus mejores resultados del tercer trimestre de los últimos cuatro años, con unos ingresos no vistos desde que el petróleo estuviera en 100 dólares por barril.
Ambas compañías anunciaron aumentos de dos dígitos de la producción en la Cuenca del Pérmico, la región de petróleo de esquisto de Texas y Nuevo México que está impulsando la producción total de petróleo de Estados Unidos a máximos históricos. Esta región supone ahora un 11% de la producción total de Chevron y es hogar del proyecto de más rápido crecimiento de Exxon.
En conclusión
La conclusión general de esta temporada de presentación de resultados: las empresas se enfrentan a las presiones derivadas de los costes como los salarios y la subida de los tipos de interés. Esta tendencia, junto con las preocupaciones en torno al crecimiento global y la inquietud acerca de la guerra comercial, dificultarán que incluso las empresas sanas registren buenos resultados en el futuro.
En este entorno de miedo e incertidumbre, hay unas pocas áreas de refugio: las empresas que son defensivas, pagan dividendos fiables y ofrecen una buena actuación en el mercado en los descensos. Tres incondicionales del sector de los productos básicos de consumo, Procter & Gamble (NYSE:PG), McDonald's (NYSE:MCD) y Coca Cola (NYSE:KO) son algunos de los principales ejemplos. Los tres podrían proporcionar protección cuando poco más parece estar funcionando.