Hace unas semanas tuve la oportunidad de escribir sobre la marcha de las acciones de Apple (NASDAQ:AAPL) luego del lanzamiento del IPhone 7. Allí mencioné los problemas que estaba teniendo Samsung (KS:005930) con el Galaxy Note 7 y cómo esto afectaba positivamente el desempeño en la bolsa de Apple.
Ahora, con el reciente anuncio hecho por la compañía coreana de retirar definitivamente del mercado el Note 7, la propuesta es hacer un breve análisis de la otra cara de la moneda, y analizar cómo está afectando este incidente a Samsung, su performance en la bolsa y las perspectivas a futuro.
Como decía, el martes pasado Samsung anunció su decisión de suspender las ventas y dejar de fabricar uno de sus teléfonos insignia, el Samsung Galaxy Note 7, luego de numerosos reportes de incidentes con las baterías de estos dispositivos (incendios y explosiones).
Este teléfono ha tenido una vida breve pero agitada. Fue presentado el 2 de agosto de este año -un mes antes que su principal competidor, el IPhone 7- y durante ese mes comenzó a venderse en distintos países. Las mieles que experimentó en un primer momento como fruto de las buenas críticas y la buena marcha de las ventas, se vio empañada rápidamente, ya que a los pocos días de su lanzamiento comenzaron a reportarse incidentes relacionados con el recalentamiento de las baterías de litio, que en muchos casos incluían el incendio o explosión de los dispositivos.
Ante esta situación, a principios de septiembre la compañía tomó la decisión de suspender las ventas del Note 7 mientras se investigaban las causas que originaban el incendio de los aparatos. Los técnicos de Samsung atribuyeron el problema a una falla en las baterías de uno de los proveedores y la solución fue el cambio de los dispositivos defectuosos por otros nuevos.
A comienzos de octubre se retomaron las ventas, pero otra vez tuvo un revés del cual no se pudo recuperar, ya que se reportaron incidentes en los nuevos dispositivos que habían sido entregados a cambio de los defectuosos.
Descartada la hipótesis inicial, los técnicos de Samsung no pudieron determinar la causa qué hace que las baterías de algunos teléfonos se incendien o exploten.
Es en este contexto que el gigante coreano tomó la decisión de retirar el producto del mercado.
Evidentemente, el golpe para la compañía es muy duro, ya que además de perder miles de millones de dólares por discontinuar el Note 7, la amenaza que tiene Samsung es un daño en su imagen como marca, y una consecuente pérdida y migración de clientes hacia sus competidores.
Ahora bien, ¿qué se ha observado en la bolsa?
En el gráfico se puede observar la evolución de los precios de la acción de Samsung en los últimos tres meses. El principal efecto que ha causado el incidente con el Galaxy Note 7 es un fuerte aumento en la volatilidad de la acción. No hubo durante este tiempo una definida tendencia a la baja, pero sí fuertes cambios de precios en breves períodos de tiempo. A modo de ejemplo, podemos señalar que, si bien la acción tuvo una fuerte baja luego de la suspensión de ventas en septiembre, luego en menos de un mes subió un 16,45% (entre el 12/9 y el 7/10). Ahora, con el anuncio del retiro definitivo del Note 7 del mercado, la acción tuvo una nueva baja, observándose un rebote el 13/10.
¿Qué quiere decir esto? Básicamente que hay mucha incertidumbre en el mercado, ya que todavía no se sabe a ciencia cierta la magnitud del daño que terminará padeciendo Samsung como consecuencia de este incidente con las baterías de su última “phablet”. Debe tenerse en cuenta que si bien pueden realizarse estimaciones en relación a la pérdida económica que sufrirá la firma por los teléfonos que dejará de vender, la pérdida de confianza en la marca, principal amenaza a largo plazo, es muy difícil de cuantificar en este momento.
¿Compro o Vendo? ¿Qué perspectivas hay de cara al futuro?
En primer lugar, debo decir que estrategias de trading a corto plazo son desaconsejadas.
Por un lado, por la ya mencionada alta volatilidad de las acciones de Samsung (esto hace muy riesgoso las estrategias de short selling). Por otro lado, hay que tener en cuenta que Samsung está listada y cotiza en Corea, lo cual dificulta su acceso al pequeño inversor.
Si bien se pueden comprar acciones “Over the Counter” en EEUU hay que considerar que es muy probable encontrarse con problemas de altos costos de transacción y falta de liquidez, lo que puede hacer difícil cerrar la posición rápidamente en caso de ser necesario.
En este contexto, lo más prudente en este momento es esperar. Para hacerlo hay que tener claro dos cosas: tener más información respecto a los pasos que va a seguir la firma, su estrategia y una idea de la magnitud real del daño. Y además, hay que esperar que se estabilice la acción hasta que esté clara la tendencia que tome el mercado. En definitiva, una es consecuencia de la otra.
No obstante, puede abrirse una atractiva posibilidad para comprar acciones como estrategia de inversión a mediano o largo plazo, una vez que termine de bajar el precio de la acción por el incidente con el Note 7, ya que éstas estarán “baratas” (mi apreciación personal es que Samsung podrá recuperarse del daño, por lo menos a mediano plazo y teniendo en cuenta los antecedentes de la compañía, su posición en el mercado, su fortaleza financiera y su potencial para el futuro).
Por último, hago un breve comentario de Apple, su principal competidor, quien se encuentra disfrutando el viento de cola. En una semana, la acción de la compañía estadounidense subió un 3,79% en una semana (entre el 5/10 y el 12/10) y un 0,89% en un solo día (el 12/10), inmediatamente después de conocerse la noticia de la retirada del mercado del Galaxy Note 7.
Como mencionaba en mi nota anterior, respecto de esta compañía estamos viendo un aumento momentáneo en el precio de la acción, al cual contribuyen el lanzamiento del nuevo IPhone 7 y los problemas que está atravesando Samsung.