• El envío de remesas ascendió a $4,801 mdd en noviembre frente a $5,360 previo.
• La variación anual pasó de 11.2% a 3.0%, cambio que avisa de retos para el consumo.
• En pesos, la variación fue negativa, habría bajado 4.1% anual.
Creemos que en 2023 el avance de las remesas estará topado en 7.0%
El clima de festividad por el cambio de año hace que pase desapercibido, pero el dato de remesas que se publicó esta mañana es una de las señales más claras de que algo está cambiando con la economía mexicana. Por primera vez en los últimos 6 meses, el total de envíos hacia nuestro país cayó de los $5,000 millones de dólares (mdd) que parecían un piso definitivo tras la etapa dorada que vivió el indicador a inicios de este año. En concreto, se recibieron $4,801 mdd, que son $559 mdd menos que los $5,360 del mes previo y, aunque noviembre suele ser un mes de retroceso, la baja es la más grande para un mes comparable desde la crisis financiera y es más del doble que el promedio de las caídas de los 5 años previos. De hecho, a tasa anual hay un cambio bastante notable entre los resultados de octubre (+11.2%) y noviembre (+3.0%), lo que refleja la falta de catalizadores en el pasado reciente y delinea lo retadora de la situación que enfrentará el crecimiento económico en 2023.
En pesos, la variación fue negativa, habría bajado 4.1% anual
Si trasladamos el dato a pesos mexicanos, las señales son más alarmantes, pues a la disminución en el ritmo hay que agregar la notable apreciación que tuvo el peso en el mes, cuando alcanzó el mínimo del año en $19.03, mientras que en noviembre de 2021 alcanzó máximos en $21.99. En promedio, la apreciación de nuestra moneda fue de 6.9% entre esos 2 periodos, lo que resulta en una menor tasa de cambio para las remesas. Incluso, la conjunción de estos factores arroja una variación anual negativa (cercana a -4.1%) para las remesas en pesos mexicanos, lo que podría advertir de complicaciones para el consumo en el mediano plazo.
Rumbo económico
A la luz del tiempo ha quedado claro que el detonante del inusitado crecimiento de las remesas entre 2020 y 2022 fue el aumento de la liquidez en los hogares estadounidenses. Las diversas transferencias tuvieron un impacto significativo en los ingresos, pero sobre todo en las tasas de ahorro, que llegaron a tocar un máximo histórico de casi 34.0%, cuando el promedio de los 5 años previos a la pandemia era más cercano a 7.5%. Ese excedente de recursos alimentó envíos generosos de recursos hacia nuestro país en los meses pasados, pero ahora que las autoridades han cerrado la llave del gasto el escenario es diferente y los ahorros no solo han dejado de tener ese plus, sino que incluso se ubican en uno de los niveles más bajos de la historia reciente. A noviembre, la tasa de ahorros en EUA llegó solo a 2.4% del ingreso disponible. Además, la saturación de las rutas migratorias por los mayores flujos desde Venezuela y Cuba, así como la rápida recuperación del mercado laboral mexicano, disminuyen la probabilidad de un aumento significativo en la migración mexicana para los próximos meses, lo que sería un elemento necesario para que las remesas mantuvieran un avance vigoroso.