Los mercados globales recuperan algo de compostura después de las fuertes caídas el viernes pasado por la aparición de la variante Ómicron del Covid, sobre todo las bolsas de valores y precios de materias primas, a la espera de que los operadores obtengan más detalles sobre la variante.
En el caso del peso mexicano, la volatilidad se mantiene y opera con altibajos. En las primeras horas de la sesión por momentos recortó pérdidas hacia $21.70 spot, para luego volver a presionarse hacia $21.90. Por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $21.65 y $22.05 spot (el euro entre $1.124 y $1.129).
A falta de un mes para despedir 2021, la aparición de una nueva variante del Covid-19 ha hecho saltar las alarmas. De momento, las certezas sobre esta variante son escasas, más allá de que la cepa detectada en Sudáfrica ha sido calificada como preocupante por parte de la OMS.
De hecho, hoy la OMS advirtió que Ómicron podría impulsar más aumentos repentinos de casos de Covid-19, que podrían traer consecuencias graves. El gran riesgo sobre la mesa está en que la nueva cepa fuerce a los Gobiernos de los distintos países a restablecer restricciones a la actividad social y económica, más allá de las medidas preventivas ya adoptadas, con el consiguiente impacto económico.
Ómicron, ya ha sido encontrada en Australia, Bélgica, Botsuana, Gran Bretaña, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Hong Kong, Israel, Italia y los Países Bajos. Lo que está claro es que las autoridades, al igual que los inversionistas, de todo el mundo no están esperando para averiguarlo y muchos ya han impuesto nuevas restricciones de viaje.
En este contexto, por lo menos y en el mejor de los casos, se anticipan dos semanas de volatilidad alta para los mercados por este tema. Este es el plazo que se ha dado la empresa alemana BioNTech, responsable de la creación de la vacuna comercializada junto con Pfizer (NYSE:PFE), para tener los primeros datos sobre la reacción del sistema inmune de los vacunados ante el contagio con la nueva variante del virus.
Las escasas noticias que se han filtrado al respecto, señalan que los síntomas de ómicron son, hasta ahora, leves y pueden tratarse en casa, según ha declarado un médico sudafricano, uno de los primeros en sospechar de una variante nueva.
A pesar de la incertidumbre y sobrerreacción de los mercados consideramos que lo más probable es que el impacto de esta variante sea limitado y similar a lo observado con la variante delta. Las oleadas de la pandemia han durado hasta ahora normalmente de dos a tres meses.
Con el tiempo, las mayores tasas de vacunación y el aumento de las tasas de inmunidad derivadas de la propagación entre los grupos de edad más jóvenes deberían aplanar la curva y, finalmente, detener la marea de infecciones de delta y ómicron. Además, de ola a ola, el impacto en la economía real cada vez ha sido menor, esto es, los gobiernos y la población han aprendido de las anteriores y han logrado sortear de mejor manera el resurgimiento de casos de contagio.
Asimismo, los inversionistas están muy pendientes del petróleo tras hundirse igualmente el viernes por el temor a que esta nueva variante debilite la demanda. El barril WTI se revaloriza 5%, hasta los 72 dólares. Este jueves hay reunión de la OPEP+, la cual se retrasó (originalmente estaba planeada para mañana martes) para tener más tiempo para evaluar lo que está sucediendo con ómicron.
Probablemente la caída del precio del crudo haga reflexionar a los mayores productores y genere algunos ajustes a su plan de aumentar sus niveles de producción en otros 400 mil barriles diarios desde principios de diciembre.
Así, la nueva variante, el temor a la retirada de las medidas de estímulo monetario de los bancos centrales y al alza de la inflación empañan el comportamiento de los precios de los activos en las últimas sesiones y condicionarán su comportamiento para esta semana, en la cual destacan referencias importantes como el informe oficial de empleo de EUA este próximo viernes.
El consenso anticipa otro aumento de más de 500 mil puestos de trabajo, aunque su impacto en los mercados dependerá de la evolución de la situación de ómicron. Si esa preocupación se ha reducido y las nóminas son fuertes, volverá el debate sobre la reducción de estímulos de la FED. Si no lo ha hecho, entonces el dato muy probablemente genere escaso impacto en el precio de los activos.
En México, la tasa de desempleo (desestacionalizada) se ubicó en 3.9% en octubre 2021, tasa igual a la del mes anterior y todavía por arriba al nivel prepandemia (3.4% promedio en el último bimestre de 2019).