Estancamiento total de la industria mexicana en el 2016: 0.0%. ¿Qué fue lo que pasó?
Los datos de actividad económica en México siguen siendo preocupantes. Es el caso de la producción industrial, que acabó el año pasado con poca fuerza y no parece traer mucho impulso para el inicio de 2017. En diciembre, la actividad industrial se contrajo un 0.6% respecto al mismo mes de 2015. La caída fue el doble de lo esperado por el consenso (-0.3%). Parte de ese declive se ve contrarrestado por el aumento de 1.5% registrado en noviembre, revisado al alza de una lectura preliminar de 1.3%. Para todo el año, la actividad industrial mexicana se paró completamente, con una tasa de 0.0%.
La mayoría de los rubros se deterioraron respecto al mes previo. El de manufactura, el de mayor peso al representar en torno a un 50% de la actividad industrial, apenas creció un 1.8% en diciembre, comparado con una tasa de 4.5% en el mes anterior. La manufactura mexicana prácticamente se ha estancado ante la desaceleración de la actividad fabril en Estados Unidos, la cual se ha frenado com consecuencia de la fortaleza del dólar, que la estado competitividad a la industria estadounidense, y la debilidad de la demanda global. A su vez, la incertidumbre con la política comercial que planea llevar Trump con México pudo pesar también en la actividad manufacturera de México.
A eso hay que sumar la grave recesión que atraviesa el sector de minería, la peor de su historia moderna. El sector, que representa en torno a un 22% de la actividad industrial, se contrajo un 10.5% en diciembre, lo que significa el peor derrumbe mensual desde octubre de 1995. Por tanto, la larga recesión del sector, que empezó en abril de 2014, parece no tocar fondo pese a que los precios del petróleo han repuntado. Así, el subcomponente de extracción de petróleo se desplomó en diciembre un 11.8% en tanto los servicios relacionados con la minería se hundieron un 20.2%.
Por otro lado, la construcción, que representa cerca de otro 22% de la actividad industrial, también atraviesa apuros. El sector apenas aumentó un 1.8% en diciembre comparado con 4.1% en noviembre. La crisis fiscal que atraviesa el país ha forzado a cancelar proyectos de inversión en obras e infraestructura pública. De este modo, el subcomponente de obra pública se despeñó un 12.4%, y encadena ya siete meses consecutivos de caídas de doble dígito. Por otro lado, el rubro de edificación se desaceleró a 4.3%, casi la mitad de lo observado en el mes previo (4.3%).
Sólo mejoró en diciembre el rubro de servicios públicos (agua, gas y electricidad), el de menor peso dentro de la actividad industrial, con un 6% del total. Este componente mejoró con una tasa de 3.9% en diciembre, comparado con 2.2% en el mes previo.
La tendencia de esos rubros queedó reflejado en el comportamiento de la actividad industrial para todo el 2016: el crecimiento registrado fue de 0.0% respecto al 2015. Parón total. Estancamiento absoluto. La manufactura, en el año, apenas se expandió un 1.3%. También fue muy modesto el crecimiento de la construcción (+1.8%), y del sector de servicios públicos (+3.3%). Todos esos avances fueron completamente borrados por la fuerte caída de la minería en el 2016 (+6.4%).
En términos desestacionalizados, la producción industrial se contrajo un 0.1% respecto al mes previo, en línea con lo pronosticado por el mercado. Bajo esos términos, la manufactura se incrementó un 0.6%, en tanto la actividad minera se contrajo un 1.4% y la de construcción un 0.3%. El rubro de servicios públicos aumentó un 0.5%.