La economía chilena creció un 1,9 por ciento en el segundo trimestre, una cifra levemente mejor a lo esperado pero que refleja el lento dinamismo de la actividad doméstica, en medio de expectativas de un próximo ajuste a la baja en las proyecciones de crecimiento del banco central.
El organismo rector informó el martes que el Producto Interno Bruto (PIB) fue impulsado por un pequeño avance en la mayoría de los sectores, aunque su nivel resultó inferior a la expansión revisada del 2,5 por ciento (desde 2,4 por ciento) registrada en el primer trimestre.
“Los datos del segundo trimestre indican que el PIB, el consumo y la inversión perdieron fuerza respecto de comienzos de año”, dijo el presidente del Banco Central de Chile, Rodrigo Vergara, en un foro empresarial.
La demanda interna creció un 2,0 por ciento entre abril y junio, empujada por el consumo de los hogares, mientras que en términos desestacionalizados la demanda interna se mantuvo invariable respecto al trimestre anterior.
El consumo creció un 2,0 por ciento y la inversión se contrajo un 3,0 por ciento.
Vergara explicó que además del fin del “boom minero”, en el último tiempo se ha sumado un empeoramiento de las expectativas internas, lo que también ha afectado la inversión.
Para apoyar un mayor dinamismo de la economía, el Banco Central ha mantenido una política monetaria expansiva, con una tasa de interés referencial anclada en 3,0 por ciento.
A nivel de exportaciones, los envíos de bienes y servicios cayeron un 4,9 por ciento en los últimos tres meses a junio. Las importaciones, en tanto, disminuyeron un 5,1 por ciento, en igual lapso.
En el segundo trimestre la cuenta corriente cerró con un superávit de 761 millones de dólares, equivalente a 1,2 por ciento del PIB.
“El déficit de cuenta corriente es señal de la salud de la economía chilena”, dijo Vergara.
Los datos del segundo trimestre se conocen poco antes de que el Banco Central entregue en septiembre sus últimas proyecciones de crecimiento para el año.
Se espera que el Banco Central aliste una revisión a la baja en su estimación de expansión del PIB para todo el año, que actualmente se ubica entre 2,25 y 3,25 por ciento ante el menor desempeño de la economía, en medio de un escenario de alta inflación por los efectos de la fuerte depreciación del peso.
Para el tercer trimestre, analistas han estimado que la economía anotaría un crecimiento interanual del 2,5 por ciento.
En el 2014, la economía chilena creció un 1,9 por ciento, su menor ritmo de expansión de los últimos cinco años.