Los indicadores americanos siguen logrando máximos históricos. Al parecer las buenas perspectivas sobre el acuerdo Fase 1 alcanzado con China y la fortaleza económica de EE.UU. se sobreponen a los temores provocados por el coronavirus, al proceso de destitución del presidente Donald Trump (que desde un principio tenía pocas opciones de prosperar) y a los nuevos roces entre EE.UU. y la Unión Europea que se observan en el horizonte.
Destaco que Steven Mnuchin, Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, dijo en Davos durante la semana que, sobre la economía de su país, ve más riesgos por lo que ocurre con Boeing que por la disputa comercial con China.
Es un antecedente importante a considerar, debido a que la compañía americana atraviesa un importante desplome en sus ingresos, de su credibilidad y de su capitalización bursátil, porque se han visto obligados a dejar en tierra su flota de aviones Max 737.
Probablemente una caída importante en los ingresos de Boeing (NYSE:BA) en los próximos reportes de utilidades provocará más roces entre Trump y el Viejo Continente por los subsidios que la Unión Europea entrega a Airbus (PA:AIR). El principal foco de Washington será el sector automotriz europeo.
Como lo he comentado en informes anteriores, Trump ha leído muy bien las debilidades estructurales que atraviesa la Unión Europea y aprovechará esta coyuntura para intentar solucionar lo que él considera injusto en materia de comercio. Ha señalado que será negociando o imponiendo tarifas.
Aún así, en términos generales, mantengo una perspectiva positiva sobre EE.UU. El próximo factor que será determinante para mantener posiciones será un nuevo aplanamiento de la Curva de Rendimiento de Bonos del Tesoro, algo que a mi juicio ya empieza a reflejarse.
Este fenómeno ocurre en gran medida porque las tasas negativas o en 0% en Europa, que castigan el ahorro para incentivar el consumo, incrementarán el flujo de dinero desde fondos y empresas de países culturalmente ahorradores que no quieren pagar por el resguardo alemán, hacia seguramente bonos del tesoro de EE.UU. con plazo a 10 y 30 años. Esto presionará a la baja sus retornos, mientras que las perspectivas sobre la Fed y una pausa en la reducción de su tasa de interés durante 2020, presionará al alza la rentabilidad de los bonos de menor plazo, aplanando la curva.
Nuevamente, al igual que en 2019, tasas largas más bajas serán un potente driver económico. Es por esto que mantengo mi portafolio seleccionado en compañías del SP500, sector construcción y consumo discrecional.
Dado que el sector financiero en su conjunto se verá presionado por una curva de rendimientos plana o invertida, en mi matriz de riesgo está contemplado mantener sólo JP Morgan (NYSE:JPM) y Bank of America (NYSE:BAC).
A pesar de todo lo anterior, ya que el SP500 opera en máximos históricos sobre los 3.300 puntos, no sería una mala idea empezar a estructurar una posición de compra en el Vix, indicador que sube cuando el mercado cae y que además está operando en mínimos.
La literatura señala que ante una voliatilidad inesperada, es sugerible comprar el Vix con un volumen cercano al 30% del total del portafolio.
Adjunto un update del portafolio que he seleccionado junto al equipo de Seedstox para 2020.
Saludos y espero sus valiosos comentarios.
Felipe
Seedstox