Los inversores, que han estado esperando con ansia una buena oportunidad de entrar en el mercado y comprar acciones de Tesla (NASDAQ:TSLA) en la primera gran caída tras su tremendo repunte de este año, podrían enfrentarse a un complicado dilema en este momento.
El fabricante de vehículos eléctricos se ha desplomado con la actual caída del mercado, dejándose ayer más de un 13%. Esta caída ha sumergido aún más a Tesla en territorio bajista, y sus acciones están ya un 37% por debajo de sus máximos históricos registrados en 608 dólares.
Pero los accionistas a largo plazo de Tesla no pueden quejarse mucho. A pesar de la fuerte corrección, tras dispararse en torno a un 280% en los últimos seis meses, las acciones subieron hasta unos 968 dólares a principios de febrero, justo antes de que la crisis llegara a los mercados a causa de los riesgos cada vez mayores del coronavirus. Incluso con la actual caída, las acciones siguen superando a todas y cada una de las acciones del S&P 500 con unas ganancias del 167% en los últimos seis meses.
Sin embargo, con el actual desplome de los mercados, a los amantes de Tesla podría costarles bastante trabajo resistirse a comprar en la caída estas acciones de gran rentabilidad. Pero nosotros aconsejamos precaución: este movimiento descendente tiene más margen de caída y hay muchos riesgos al acecho para el fabricante de automóviles en este entorno macroeconómico rápidamente cambiante.
Estados Unidos y Europa se enfrentan a la "clara posibilidad" de una recesión técnica en el primer semestre de 2020, ya que el brote de coronavirus amortigua tanto la demanda como la oferta, llevando a los inversores a recurrir a los refugios seguros, según Joachim Fels de Pimco.
"Lo peor para la economía sigue estando por venir en los próximos meses", escribe Fels, asesor económico mundial de Pacific Investment Management Co., en una nota a los clientes, citando también preocupaciones que incluyen una caída de la industria manufacturera de China y un mercado más débil para los servicios relacionados con los viajes.
El crecimiento de Tesla, bajo amenaza
Los alcistas corrieron a comprar Tesla este año cuando el fundador y director ejecutivo Elon Musk, tras años de mucho prometer y poco cumplir, le dio la vuelta a la tortilla. La compañía superó las expectativas de ingresos de los analistas para el 4T y adelantó la presentación del nuevo crossover Model Y.
Además, la finalización de su fábrica de Shanghái y el éxito de la compañía a la hora de superar su ambicioso objetivo de vender 360.000 vehículos en el año también ofrecieron un inequívoco indicio de que Tesla podría convertirse rápidamente en un actor significativo del sector si continúa cumpliendo objetivos.
Pero ese escenario optimista se encuentra ahora bajo seria amenaza por el impacto del virus mortal en China y en todo el mundo, que está interrumpiendo las líneas de suministro y aumentando el riesgo de una recesión. La ralentización en China supone un obstáculo importante para Tesla en particular ya que una parte importante de la trayectoria de crecimiento de la compañía depende de este país, uno de los principales mercados mundiales de automóviles eléctricos.
Las ventas de automóviles en China han experimentado la mayor caída mensual registrada en febrero, ya que el miedo al virus ha mantenido alejados a los compradores. Las facturas disminuyeron en un 80% el mes pasado, según cifras preliminares de la Asociación de Turismos de China publicadas la semana pasada.
En cuanto a la demanda, no está claro cómo tomarán los clientes sus decisiones sobre la compra de coches nuevos ahora que el coste del combustible está cayendo bruscamente. Tradicionalmente, cuando los precios del petróleo crudo y el gas descienden, las ventas de vehículos eléctricos —e instalaciones solares— se ralentizan, según un informe de la CNBC. Tesla tiene como objetivo vender 500.000 vehículos este año. Este objetivo puede resultar ahora difícil de cumplir, según algunos analistas.
"Los problemas de la cadena de suministro de China siguen siendo una preocupación persistente", escribía Dan Ives, de Wedbush Securities, en una nota a los inversores el lunes. "En vista de la sobredemanda por el brote de coronavirus en China y Europa, creemos que los niveles de demanda unitaria del 1T serán difíciles de alcanzar para Tesla y ésta es una dinámica que Wall Street tiene en cuenta actualmente".
Las ventas de vehículos eléctricos han descendido en los últimos trimestres en China pues el Gobierno revierte los subsidios a los vehículos de energía alternativa. La ralentización del mercado de automóviles en China, la eliminación de los créditos fiscales estadounidenses para los compradores de Tesla y el riesgo de que Musk vuelva a no cumplir sus promesas son algunos de los principales obstáculos que hacen que el futuro rumbo de las acciones sea incierto.
Los inversores también deberían tener en cuenta que incluso antes de la actual venta masiva, muchos analistas ya advertían sobre la burbuja de las acciones de Tesla, señalando la valoración altamente especulativa de dichas acciones. Los analistas han fijado su objetivo de precio de Tesla en alrededor de 500 dólares de cara a los próximos 12 meses.
En conclusión
No hay duda de que Tesla vuelve a estar en marcha, tras aumentar su producción y construir una fábrica en China que podría marcar una gran diferencia en cuanto a la rentabilidad a largo plazo de la compañía.
Pero el fabricante de automóviles nunca antes había pasado por una recesión que pudiera desencadenar una fuerte contracción de la demanda de coches nuevos. En vista de estas incertidumbres, nos sigue pareciendo arriesgado comprar acciones de Tesla en medio de esta venta masiva.